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Cantabria 01-11-2019 09:00

¿Conocemos el patrimonio arquitectónico y artístico conservado en el Cementerio Ciriego?

Ciriego, es uno de los cementerios más bonitos de España, con vistas espectaculares al mar, y cuenta con multitud de curiosidades a lo largo de sus 180.000 m2. El Cementerio Municipal de Ciriego fue proyectado por el arquitecto municipal Casimiro Pérez de la Riva en 1881, e inaugurado tras distintos avatares, el 3 de septiembre de 1893, tras la supervisión del nuevo arquitecto municipal Joaquín Ruiz Sierra.

Pérez de la Riva diseñó un cementerio de planta cruciforme que se alejaba de la tradicional planta rectangular utilizada en los cementerios mediterráneos. El cementerio adoptaría la forma de cruz, más allá de su significado cristiano, facilitaría la posibilidad de realizar ampliaciones y así solucionar los posibles problemas futuros de ocupación.

El proyecto se completó con un ante cementerio donde se disponían los edificios civiles utilizados como viviendas del conserje, párroco y sepultureros, y una capilla actualmente desaparecida, que estuvo situada donde hoy se levanta la actual. En este sentido han pervivido hasta nuestros días los edificios que estuvieron destinados a viviendas –antiguamente con acceso desde el exterior del recinto-, hoy dedicados a edificio de administración, almacén, vestuario y servicios.

Más tarde, en 1894 se completó el esquema con otra cruz monumental realizada por el arquitecto Valentín Ramón Casalís en el centro del cementerio y es el que organiza el espacio funerario con un entramado de calles y entrecalles que forman diversas manzanas, en cuyo interior se delimita el terreno de cada propietario.

En el cementerio trabajaron los arquitectos, maestros de obras y marmolistas más afamados de la región tales como Emilio de la Torriente, Miguel Doncel, Manuel Casuso Hoyo, Alfredo de la Escalera, o Javier González de Riancho. Se creó un conjunto que De la Riva consideraba: “un precioso museo de monumentos históricos y artísticos”.

De nueva construcción, aunque ya contemplado en el proyecto de Pérez de la Riva, es el horno crematorio, proyectado por Emilio Diego Ruisánchez y erigido en 1998.

Desde 1991 la gestión del cementerio está a cargo del Cementerio Jardín de Cantabria, S.A.

                                   

Panteón familia Uzcudun noviembre 2017. Fotografía Manuel Álvarez

 

 

En Ciriego existen una serie de criptas y panteones pertenecientes a familias santanderinas de magnífica factura y algunos diseñados por arquitectos de renombre. La mayoría presentan un estado de conservación satisfactorio, pero por el contra existen otros, de indudable valor, que en los últimos años han sido intervenidos. Ejemplo de ello es el Panteón de la familia J. Uzcudun obra autógrafa del que fuera el tracista de nuestra necrópolis: Casimiro Pérez de la Riva.

La familia Uzcudun, emparentada con el insigne arquitecto, encargó en 1904 su construcción. Entre las personas allí inhumadas se encuentra José Uzcudun Pérez de la Riva (1899-1992) benefactor de la obra benéfica de San Martín y miembro del patronato de otras sociedades. Además de su faceta de fotógrafo aficionado cuyo fondo de 958 imágenes del siglo XIX y XX se encuentran en el CDIS.

El novedoso planteamiento del diseño del panteón se escapa a los cánones estilísticos de producción funeraria de su época: una estructura rectangular que forma la base del enterramiento y que a partir de la cual sus cuatro caras se van reduciendo hasta rematarse por un pequeño templete de cupulilla escamada y cruz. Casimiro fue una figura  denostada en su tiempo si bien otros han sabido destacar su notabilidad, como Sazatornil, al señalar que: “representa el extremo más intelectualizado de la arquitectura cántabra de fin de siglo, creando un nutrido grupo de edificios referenciales, que, en su auténtico espíritu ecléctico, dan forma arquitectónica de la sociedad que lo genera”.

 

Panteón familia Pardo (1917). Colección Cementerio de Ciriego, Ayuntamiento de Santander.

 

Asimismo en breve se iniciaran los trabajos en una de las obras arquitectónicas de mayor entidad dentro del cementerio, el panteón de la familia Pardo. Se está elaborando un plan de actuación de la conservación y consolidación tanto de la obra arquitectónica como de sus pinturas murales.

Ubicado en una superficie cercana a los 38 m², la construcción emplea la cruz griega, símbolo de la perfección e infinitud del universo, para definir su planta, tal y como corresponde con el historicismo empleado.

Según consta en el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Santander el constructor del panteón fue Diego Casanueva, santanderino que cursa la instancia para obtener el permiso para su edificación ante la administración municipal, mientras que el proyecto corrió a cargo de Javier G. Riancho, quien posteriormente detentó el cargo de arquitecto municipal. En la memoria se señala que el estilo adoptado es el neorrománico-bizantino, un historicismo que en el cementerio de Ciriego cuenta únicamente con esta representación.

En 1915, este arquitecto recibió de la familia Pardo el encargo de su vivienda, concluida en 1918, al tiempo que se proyectaba y realizaba este panteón familiar.

 

“Arte para la eternidad en el cementerio de Ciriego”

 

El Cementerio de Ciriego, desde hace casi una década, promueve la realización de una serie de visitas guiadas que hacen hincapié en las edificaciones de mayor interés del camposanto santanderino, las personalidades ilustres allí enterradas y la necesidad de preservar y conservar el patrimonio artístico funerario con el fin de que el cementerio pueda admirarse como un lugar de interés en cuanto a la arquitectura, escultura y artes decorativas se refiere, dando a conocer su historia y la riqueza patrimonial que aglutina.

En 2007, el cementerio de Ciriego inició los trabajos de inventario y catalogación así como el croquis de los planos de cada una de las manzanas y ubicación real de cada una de las unidades de enterramiento, que alberga la necrópolis. Ello tuvo como consecuencia la localización de sepulturas significativas como fue el caso de la madre y escritora y libre pensadora Rosario Acuña cuya lápida contenía un poema autógrafo de la propia Rosario. Además de la sepultura del que fuera el periodista albaceteño José Estrañi y cuya lapida e inscripción fue un homenaje póstumo del Ayuntamiento de Santander. El principal objetivo de estos primitivos trabajos era descubrir en la necrópolis una historia paralela y complementaria a la de la urbe.

Las visitas culturales que se han llevan a cabo en estos últimos años pretenden redescubrir la historia y arte de Santander desde la ciudad de los muertos y acercarla al público en general y al santanderino en particular. Conciertos, visitas, conferencias y actividades culturales conforman el catálogo de actuaciones desarrolladas en estos últimos años.

Nueva página web y APP

Las nuevas tecnologías, también, han sido otro recurso que desde el cementerio se ha utilizado como herramienta de divulgación y puesta en valor del patrimonio que alberga el cementerio de Ciriego. Las TICs y la información 2.0 son nuevas fuentes on-line que permiten una extensión directa tanto para la investigación como público en general.

Así en la actualidad estamos desarrollando y ampliando nuestro recursos a través de twitter: @cemen_ciriego, instagram: cementerio_de_ciriego, facebook: Cementerio de Ciriego y nuestra app gratuita que permite descargar mediante códigos QR distribuidos a lo largo del cementerio información sobre nuestro patrimonio.

Además contamos con una renovada página web: www.cementeriodeciriego.es  que aglutina la información sobre el patrimonio artístico del cementerio santanderino y visitas en 3D del mismo.

 Además se pretende ofrecer un servicio más cercano y ágil a los usuarios, que tendrán a su alcance, de una forma más sencilla, intuitiva y completa, toda la información que pueden necesitar, si requieren de los servicios del cementerio o si desean tener un mayor conocimiento de su patrimonio y riqueza.

 

 

 

 

 

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