Noticias de Cantabria
Editorial 01-07-2014 11:23

Méndez

Este sindicalista decimonónico no dimite ni pone su cargo a disposición de la clase trabajadora. Se considera imprescindible, líder de los líderes y se le puede aplicar la frase de genio y figura....... hasta el día siguiente. Todavía recordamos sus escenas de sofá con Zapatero..




Este sindicalista decimonónico no dimite ni pone  su cargo a disposición de la clase trabajadora. Se considera imprescindible, líder de los líderes y se le puede aplicar la frase de genio y figura....... hasta el día siguiente. Todavía recordamos sus escenas de sofá con Zapatero, aquellos días de vino y rosas, y lo podemos recordar porque existe historia y hemeroteca.También recordamos las manifestaciones de todos los viernes que protagonizaban, aquí al menos, con pitos y  banderas;  con muchas banderas porque eran otros tiempos económicos, los del pille.

Este sindicalista de profesión está escondido, apenas sale a escena pública y sus declaraciones, seguramente que bien asesorado por su consulting de imagen pagado con el dinero del contribuyente y no con las cuotas, son muy parcas y prácticamente inexistentes. Lo curioso es que nadie pide la dimisión y él sigue tan campante viviendo opíparamente y defendiendo a la clase trabajadora, es decir a él y a los suyos, “buenos amigos” que le mantienen en el poder. Aquí en estas páginas ecológicas mostramos en algunas ocasiones  a nuestros ciberlectores sus entradas en algún restaurante de campanillas cinco tenedores de Madrid. Se negociaba, imaginamos, grandes problemas sociales en los postres con un cohíba y una copa de bourbón.Pero Méndez sigue, es incombustible y eso nos hace pensar que los que le rodean, y que no provocan su dimisión, son más de lo mismo: profesionales del sindicalismo y del buen vivir.

Que lejos queda aquella famosa frase de que los sindicatos eran correas de transmisión, ¡mon dieu! la lejanía del paso del  tiempo lo oculta todo. Qué pensará el otrora poderoso Nicolás Redondo.

 

Los sindicatos están fracasados y más UGT que quiere hundirse todavía más. Cuántas veces hemos dicho que los sindicatos españoles tienen que profesionalizarse pero es imposible porque si se profesionalizan la mayoría de los cuadros dirigentes no sabrían dónde ir y engrosarían los índices de paro pero no estamos por la labor cuando poco a poco se vislumbra una tenue luz al final del túnel, muy tenue. Es mejor que todo siga igual, ellos se lo guisan y ellos se lo comen, o dicho de otra manera más vale lo malo conocido que lo peor por conocer sobre todo para los que están dentro.

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