Noticias de Cantabria
01-10-2014 11:12

A quien le interese.

Y digo a quien le interese porque el asunto no parece interesar más que a unos pocos. ¿Qué de qué hablo?. Pues de algo poco importante, del Medio Ambiente o de nuestra salud, porque a la postre... van unidas.

Ya comprendo que aunque la propia ONU se reúna con carácter exclusivo para tratar el asunto o que su Majestad se moleste en alertarnos, la cuestión no pase de ser... baladí, teniendo en cuenta que en “casa” hay problemas más graves como por ejemplo... qué hace ahora Más o qué dice ahora Rajoy, para entre ambos ocuparnos unos días y alejarnos de pensar en cosas importantes. 

“Cosas importantes”. Pero que osadía la mía. Y es que intentar colocar por encima en un supuesto ranking de “asuntos importantes”, el problema ambiental que sufre el Planeta o tan siquiera intentar equipararlo con el asunto catalán o con cualquier otro, no es por menos que una clara osadía. Una afrenta en sí misma...

Tres Plenos ha ocupado o mejor me ha ocupado, el tratar de esclarecer la actitud que el Gobierno viene mostrando sobre el asunto. Tres Plenos en los que he tratado de concienciar sobre la necesidad de actuar en la parte que nos toca, sobre esa “gran parcela” que es la Tierra en la que vivimos. “Parcela” que es la única “herencia” que queramos o no, siempre se deja a los hijos. Pero no ha servido de nada y esto me abruma y hasta cierto punto..., me entristece e incluso... me subleva.

Si hablo de rebajar, como hacen otros en otros sitios, las partículas en el aire provenientes del uso de combustibles fósiles y que son las causantes de cánceres pulmonares, asma, bronquitis crónicas y finalmente miles de muertos al año y añado que los últimos diagnósticos científicos alertan de que los parámetros que “brillan” en esos carteles que adornan algunas ciudades y que nos dicen que el aire del lugar está dentro de la tolerancia respirable, ya no son válidos por un exceso de tolerancia a la hora de su reglaje y que por tanto, como hacen otros y en otros sitios, hay que actuar sin dilación, lo que recibo son miradas que más que otra cosa reflejan y siento decirlo... sorpresa e ignorancia.

Si digo e insisto que un método probado para rebajar esos índices, es la sustitución de ese combustible por otro menos dañino y que otros y en otros lugares, le están ya bonificando para promover su instalación, lo que recibo como respuesta...,  es que ya existe el gas butano, es decir, de nuevo... ignorancia.

Si planteo que es el momento de acogerse a los planes de las Automovilísticas que financian el 50% de la instalación de postes de recarga eléctrica para los... sí o sí, futuros coches eléctricos y añado que nuestro vecinos francés está colocando un poste cada 60 Km y otro por cada 3.000 habitantes, lo que percibo es que el “francés” debe haberse vuelto loco y que los “cuerdos”... ¡cómo no!, están aquí, eso sí... anclados en ese futuro agotado que es el auto convencional y en el que ya, ni sus fabricantes invierten un euro más allá del recuperable en un corto espacio de tiempo y que además ya han realizado el esfuerzo de colocar ¡seis! para toda Cantabria.

Y la cuestión casi me colma cuando exijo y pido lo que por derecho nos corresponde a todos los administrados y que no es otra cosa, que el Gobierno cumpla lo que promete y dice que va a hacer y en esto encuadro un más que necesario, prometido y anunciado Plan Ambiental Industrial y la respuesta es que “desconocen” tal compromiso a pesar de figurar en ese “sagrado” documento que es su Programa Electoral. Figúrense mi asombro. 

Y dije “casi me colma” porque el otro “casi” le ocupan todos esos expertos que hablan, escriben y a veces incluso pretenden sentar cátedra, a los que el asunto no les ha parecido importante.

Tal vez esté yo exagerando, pero cuando me enfrento a mis propias dudas, suelo acudir a los “doctores” en el asunto y en ellos y en sus opiniones me baso para plantear la necesaria acción política que me corresponde por el sitio que ocupo, que no es otro que un escaño en un Parlamento. Y a estos últimos “doctores” les debo respeto, les debemos respeto..., más que nada porque son expertos y por tanto, están lejos, muy lejos, del interés político, pero también, de esa ignorancia que tanto daño nos está haciendo.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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