Noticias de Cantabria
22-03-2015 10:29

Cantabria se la juega

Y qué decir de los impuestos si no han dejado uno vivo. Nos han aplicado tales subidas que, sumadas a la falta de actividad económica, nos han abocado a ser hoy un 8,5 por ciento más pobres que la media española cuando en 2011 éramos un 2,5 por ciento más ricos. Más de 3.000 euros han retrocedido los ingresos medios de cada cántabro durante este terrible mandato del PP con mayoría absoluta.

Todas las elecciones son importantes, pero las convocadas este 24 de mayo resultan especialmente decisivas, por su trascendencia para el futuro de Cantabria, después de cuatros años en manos de un Gobierno y un presidente del Partido Popular que han conducido a la región al mayor declive de toda su trayectoria como Comunidad Autónoma.

Si para algo sirven unas elecciones en cualquier sistema democrático es para castigar a quien no lo ha hecho bien y elegir, entre las posibles, la mejor opción de gobierno, la más fiable, la que ofrece una mayor confianza en sus objetivos. 

Confianza y fiabilidad a los que difícilmente pueden aspirar quienes no han cumplido en los últimos cuatro años ninguno de sus compromisos electorales. Ni una sola de las tres grandes promesas que realizó el presidente Ignacio Diego en la anterior campaña electoral: acabar con el paro, llenar Cantabria de empresas y reducir todos los impuestos, y por si ello fuera poco solucionar los principales problemas de la región en los primeros 100 días de mandato.

Han transcurrido bastantes más de 100 días, 4 años largos y penosos, en los que la realidad de Cantabria ha sido justo la contraria y aquel pleno empleo que nos prometieron está hoy más lejos, porque contabilizamos 10.000 parados más y 21.000 puestos de trabajo menos que en 2011, después de que 25.000 personas, en su mayoría jóvenes y con carrera, hayan abandonado la Comunidad Autónoma por falta de oportunidades.

En lugar de celebrar la llegada de nuevas empresas, hemos sufrido un declive industrial incesante y sin precedentes, con el cierre de Sniace y Saint Gobain y las crisis de Greyco o Néstor Martin como buenos exponentes. 

Y qué decir de los impuestos si no han dejado uno vivo. Nos han aplicado tales subidas que, sumadas a la falta de actividad económica, nos han abocado a ser hoy un 8,5 por ciento más pobres que la media española cuando en 2011 éramos un 2,5 por ciento más ricos. Más de 3.000 euros han retrocedido los ingresos medios de cada cántabro durante este terrible mandato del PP con mayoría absoluta.

Ese retroceso que de un modo u otro ha alcanzado a la inmensa mayoría de las familias cántabras, sumado al descrédito generalizado de los grandes partidos políticos, acuciados por la corrupción y por anteponer los intereses económicos a los derechos de las personas, nos enfrenta ahora a un nuevo riesgo: el voto a ciegas a siglas sin rostro cercano reconocible, que han irrumpido en el panorama político cántabro sin trayectoria ni experiencia, para prometer lo inimaginable, sin un solo hecho que las avale.

El malestar ciudadano que inunda nuestras calles es perfectamente comprensible, después de haber vivido una crisis en la que los ricos se han hecho aún más ricos, a costa de incrementar la pobreza y la desigualdad social. Pero los tiempos difíciles que vivimos exigen más que nunca soluciones factibles y solventes y requieren gobernantes con experiencia, con conocimientos contrastados, con equipos cualificados y capaces de hacer frente a tanta adversidad que nos rodea.

Con ese reto por delante, a mis 72 años cumplidos, concurro a unas nuevas elecciones autonómicas. Es la novena vez que soy candidato a la Presidencia de Cantabria por el PRC y lo soy con una trayectoria política de 40 años a mis espaldas, en los que he ejercido tanto la oposición como el Gobierno, 8 años en coalición con el PP y otros 8 con el PSOE, durante los cuales fui presidente.

A estas alturas son pocos los cántabros que no me conocen. He recorrido de manera incansable todos los rincones de esta región, al frente de un proyecto político que ha hecho bandera de la honradez, que ha demostrado su eficacia en el ejercicio de la función pública y que no ha servido nunca a un interés que no sea el de esta tierra.

Nuestra presencia en el Gobierno ha sido siempre garantía de estabilidad y, sobre todo, de progreso para Cantabria. En los años en los que fui presidente, la Comunidad Autónoma vivió la mayor prosperidad de su historia, alcanzó el pleno empleo y resolvió buena parte de sus carencias. Incluso llegada la crisis económica, a partir de 2008, fuimos capaces de mantenernos entre las regiones más ricas de España. Y el 1 de julio de 2011, cuando cedí el despacho al actual presidente, estábamos entre las de menor paro, menor deuda y mayor desarrollo de las políticas sociales.

Han bastado 4 años de mal gobierno para echar por tierra casi todo lo conseguido. En este tiempo hemos dejado de estar en cabeza para situarnos a la cola de España, por la inacción de un Ejecutivo y de un presidente que se considera a sí mismo mediocre y que se ha demostrado absolutamente incapaz de resolver los problemas de los cántabros, falto de ideas para asumir retos y mudo a la hora de reivindicar los siempre necesarios apoyos del Estado.

Por eso, ha llegado el momento de decir basta y de acabar con la mediocridad, la incapacidad y el conformismo. Ha llegado la hora de volver a levantar la voz en defensa de Cantabria y de situar a esta tierra donde nunca debió dejar de estar. Ése es mi objetivo y mi compromiso como candidato a la Presidencia de Cantabria.

 

Miguel Ángel Revilla,

Candidato a la Presidencia de Cantabria

 

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(2):

solariego - 22-05-2015

Mejor que no salgas.Tu solo hicistes comidas,juergas,ir a la tele y no trabajar.Dejastes los cajones de facturas sin pagar a tope.........y el paro le incrementaste en un 80 por 100.Jubilate que eres muy mayor y muy mentiroso

Mariano Cabrero Bárcena - 01-06-2015

[...]Evidentemente, y así se ha podido comprobar, que después de las elecciones Autonómicas y Municipales del 24-M (año en curso), tanto el PP como el PSOE, han sufrido un “voto de castigo”. Los primeros por el mal gobierno del que han hecho gala, los segundos por una muy floja oposición en el Congreso de Diputados. Así se cuenta la historia…Mariano Cabrero Bárcena[...]