Noticias de Cantabria
02-04-2016 07:00

Aznar

Hace unos días, una persona de mi entorno me dijo: ¿Has visto a Aznar y Rajoy con Mario Vargas Llosa?. ¡Pues, no!. No suelo ser muy adicto a los temas del corazón, ni a los cumpleaños, aunque sí sabía que Vargas Llosa y su compañera sentimental habían organizado el 80 cumpleaños por todo lo alto, con asistencia de lo más granado de la sociedad….

 

E inquirí: ¿A qué viene esa pregunta?

- Pues, que han estado cada uno a un lado de Vargas Llosa y no se han dignado ni mirarse…

Más tarde, vi una noticia relacionada con una intervención de Aznar dónde afirmaba, con la rotundidad que le caracteriza que “necesitamos nuevos liderazgos a la altura”. Y me quedé pensativo. ¡Y busqué la foto!. ¡ Y ahí está!.

Y la intervención era claramente intencionada, con la presencia en ese “foro” del propio Mariano Rajoy, Felipe González, Luís Alberto Lacalle (Ex presidente de Uruguay), Andrés Pastrana (Ex presidente de Colombia), Álvaro Uribe (Ex presidente de Colombia), Sebastián Piñera (Ex presidente de Chile), además de otros muchos personajes de relieve de la vida social y política. No me extraña que, a continuación, PedroSánchez le haya recordado a Rajoy que “Aznar le mostró el camino de salida de la vida política”, lo que demuestra que su comentario fue de una inoportunidad manifiesta, pues Aznar “no da puntada sin hilo”.

Tenemos pocos ex presidentes de gobierno, pero se sienten como “jarrones” que no saben dónde colocarlos ni colocarse. Y en muchas ocasiones, suelen hacer o decir impertinencias que no ayudan a nada ni a nadie, ni siquiera a sus propias formaciones… En esto debiéramos aprender de los EE. UU., dónde jamás un ex presidente es inoportuno y sí un colaborador leal para lo que haga falta.

Y en esto Aznar es un artista, probablemente para pasar a la historia como un “pitoniso” de altos vuelos y fino olfato profético.

José María Aznar se ganó a pulso la llegada al poder del PP en el año 1996, (¡Márchese, Sr. González!), lo que puso fin a un largo periodo socialista en el poder con luces y sombras, éstas sobre todo al final, con los temas de la corrupción, ¡Ay, la corrupción!, la crisis económica y las tensiones internas de los socialistas (¿recuerdan aquel pulso González-Guerra, los “renovadores”, etc…?).

Pero Aznar ganó las elecciones por la mínima y llegó al poder sin una mayoría absoluta y se bajó los pantalones ante el entonces todopoderoso y “Molt honorable” Jordi Pujol, “hablando el catalán en la intimidad”, haciendo el famoso “Pacto del Majestic” y cediendo, por ejemplo, con la defenestración de Alejo Vidal Quadras. Y gobernó esa legislatura con gran acierto, enderezando la grave crisis económica heredada y otros asuntos de importancia como nuestro papel en la Unión Europea, lo que le llevó a una mayoría absoluta en el año 2000, mayoría que gestionó sin contar con nadie, imbuido ya con el aura de los dioses… ¡Y siempre con el silencio respetuoso de su mentor, Manuel Fraga!.

Lógicamente, la izquierda no se lo perdonó y procuró ganar la calle; cualquier tema le valía y así utilizó el tema del Prestige (Por cierto, tema que afrontó el entonces ministro Rajoy, con gran acierto) o la guerra de Irak, dónde Aznar no supo o no quiso explicar la posición de España, lo que provocó un ¡No a la guerra! generalizado.

Adoptó la decisión de permanecer en el poder sólo dos legislaturas y eligió o designó a Mariano Rajoy como sucesor suyo, probablemente porque era la persona más solvente, pero la forma distaba mucho de ser la adecuada; y el PP sigue llevando el estigma del dedazo, aunque otros lo utilicen con tanta o más profusión, aunque lo hagan con “guante de seda”.

Las elecciones de 2004 las perdió el PP de Aznar-Rajoy, quizás por algunos de los errores apuntados o quizás también como consecuencia del terrible atentado terrorista que el PSOE aprovechó muy bien, como lo demuestra aquella frase de ¡Ya hemos ganado las elecciones!. Después Rajoy ha realizado un esfuerzo mayúsculo para reorganizar el humillado PP, hacer la oposición a Zapatero y ganar por mayoría absoluta en 2011.

En estos cuatro años, he venido observando que las relaciones entre Aznar y Rajoy no son las mejores y aquél no ha despreciado ocasión para hacerlo patente, con lo que el daño al PP, más que a Rajoy, es manifiesto y así me lo manifestaba la persona a la que me refería al comienzo de este escrito.

Aznar organizó FAES como exilio político, como Zapatero utilizó el BOE para asentarse en el Consejo de Estado y asegurarse, ambos, el futuro; algunos dicen que el mayor objetivo de PedroSánchez es llegar a esa situación que le permita afrontar su futuro sin ahogos económicos. Quizás Rajoy sea la excepción, pues tiene una profesión que le va a permitir seguir viviendo sin sobresaltos económicos.

Pero volvamos a Aznar y su actitud ante el PP, al cual le envía “recaditos” que están provocando un daño irreparable en la derecha española, sorprendida por sus desabridas declaraciones, ostentosa manifestación de una relación muy fría y distante y desplantes, como aquel que realizó en la pasada campaña electoral, en la que afirmó que “no tenía agenda” para poder participar en la misma.

Mientras la izquierda se regocija con esta insólita situación, muchas personas de derechas me hacen estas preguntas: ¿Quién financia FAES y cuáles son sus objetivos?; ¿Por qué se produce este distanciamiento entre Aznar y Rajoy?; ¿Si le tuviera que decir algo, por qué aprovecha siempre a realizarlo en público como si le estuviera riñendo?; ¿Pretende Aznar influir en la delicada situación política por la que atravesamos?; ¿Está pretendiendo el Sr. Aznar decir algo o posicionándose ante un futuro que desconocemos?...

También me han hecho otras preguntas que no me atrevo a transcribirlas…

 

 

 

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Comentarios(1):

CMM - 02-04-2016

Mi análisis es muy diferente partiendo del principio o base que Aznar el actual no tiene nada que ver con el otro el que fue presidente del gobierno y el que se batió el cobre con Felipe González. Son personas diferentes. Para mí personalmente Aznar recibió un embrujo por la Bruja mala cuando se fue Estados Unidos a aprender ese famoso English Pete English y volvió lelo o tonto y muy distante de la realidad. Pero el problema de fondo de la clase que se llama dirigente en España es que no están a la altura de los ciudadanos. Se tienen que marchar tienen que dejar sus poltronas y mal que nos pese que les pese a ellos tienen que desaparecer de la política española. El problema es que en la derecha no se ve sucesor salvo Feijoo Porque esos camelos de portavoces que son Casado y una chica que no recuerdo como se llama son de mear y no echar gota Y lo de Cantabria para salir corriendo