Noticias de Cantabria
El criticón 09-06-2016 14:24

¿Y quién les vota...?

Pedro Arce Díez.- Esta pregunta me la han hecho varias personas en los últimos días, referida a Podemos y dados los resultados ascendentes que día a día nos muestran las encuestas sobre los resultados electorales del próximo 26 de junio.

 

Y a todos les contesto, más o menos, lo siguiente: pues les votan personas que pertenecen al funcionariado, al alto funcionariado de nivel A, especialmente del mundo de la educación, la sanidad o la judicatura, muchos cabreados con todo y que no solían ir a votar, los desencantados que en anteriores ocasiones habían votado al PSOE e incluso algunos antiguos votantes del PP…

¿…?

Algunos de mis interlocutores se han quedado un tanto sorprendidos e incrédulos con mi interpretación. ¿Cómo un alto funcionario puede votar a Podemos?; pues, sí. En las universidades, los centros de enseñanza o de salud tienen un buen caladero de votos, entre personas que gozan de un trabajo fijo y un salario que en estos tiempos puede considerarse decente. ¡Y hasta en las salas de banderas de los cuarteles encuentran adeptos!. Allí han captado, como candidato, al antiguo Jemad.

Y es que muchos de mis interlocutores desconocen que muchos dirigentes de Podemos, son hijos de papá, “pijo-progres”, que no han pasado por ningún apuro socioeconómico, a pesar de que hayan estado acampados en las plazas del país o encaramados en las viviendas de okupas o frenando cualquier desahucio.

Dirigentes que, como la Bescansa, han gozado en sus familias de una posición privilegiada y aunque nos haya enseñado el niño en el Congreso, una vez hecha la foto, se le ha dado a la niñera, como debe ser. Porque sus actuaciones han sido siempre muy teatralizadas y dominan los medios de comunicación a la perfección, siendo maestros en el arte de la manipulación. ¿Han observado cómo han vacilado con PedroSánchez?.

¡Todo en Podemos es como un trampantojo!.

Y son capaces de atraerse las voluntades de sectores diversos, como ya ha sucedido con grandes actores de lo político; me vienen a la memoria, aquellos alemanes que fueron enganchados por Adolf Hitler, empresarios e intelectuales incluidos, los cuales abominaron después del régimen nazi; a los muchos cubanos que apostaron por el barbudo Fidel Castro hace ya más de medio siglo y que después tuvieron que salir de la isla con lo puesto, dejando amigos y haciendas en la misma y cayéndose del guindo desde sus exilios de España o Miami; o, más recientemente, en Venezuela dónde una gran mayoría de la población apoyó entusiasmada al golpista militar Hugo Chávez y les llevó después a los venezolanos a la actual y calamitosa situación de la que, muchos (¡No todos!), ya estarán más que arrepentidos.

Pues en este régimen chavista y bolivariano de Venezuela, es dónde han bebido estos nuevos líderes que están imantando y engatusando a muchos españoles de todas las clases sociales e ideológicas, rompiendo aquellos viejos clichés de que a la derecha la votan las clases más privilegiadas y al socialismo, los obreros. ¡Esto sólo sucedía en tiempos de Marx y Engels!. Ahora hay otros parámetros y dice el refrán que no hay peor ciego que quien no quiere ver.

Ahora muchas personas de extracción humilde, incluso en situación de paro, clases medias, votan al PP; personas de estos mismos sectores socioeconómicos, votan al PSOE y los hijos de aquellos dirigentes de la Falange franquista, se fueron en tropel al PSOE de Felipe González y ahora, ellos o sus hijos, están siendo flaseados por el emergente partido de Podemos.

A los votantes no les importa mucho que Podemos represente una ideología troskista-leninista, máxime cuando se están vistiendo con la piel de oveja socialdemócrata (¿Han observado cómo ahora hasta Pablo Iglesias se pone corbata, aunque no sepa ni hacerse el nudo de la misma, pues siempre se la habían hecho sus niñeras?); aunque si llegan al poder, no dudarán en aplicar las viejas teorías marxistas, de desprecio a la propiedad privada, nacionalizaciones de múltiples sectores incluido el de la solidaridad para un mayor control de los ciudadanos, frenazo a las inversiones como ya están haciendo en Madrid y Barcelona, darán vuelta a la Constitución que más largos y fructíferos beneficios ha dado a España, imposición de nuevas reglas, cercenarán muchas libertades como la de prensa y nos llevarán a regímenes homologables con el bolivariano de Nicolás Maduro….

Incluso a muchos “modernos de toda la vida”, les encanta el formato Ikea para un programa que esconde torpedos como un déficit de 60.000 millones de gasto público; ¿Pero estos no querían adelgazar la Administración?....

¿Pero cómo es posible que un catedrático de universidad les vote?, me inquiere alguno. ¡Pregúntele Vd. y ya verá sus argumentos!. Uno de mis interlocutores se echaba las manos a la cabeza y otro me negaba que eso pudiera suceder. En pocos días lo sabremos.

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(1):

Marcos Pelayo - 15-06-2016

Problema de la información 1: la formación Está claro que determinados estudios no te eximen de votar una mala opción: por ejemplo una de las mentes más brillantes del mundo, Albert Einstein, en su día declaró que el socialismo representaba el progreso. ¿Cómo es esto? Sencillo: Albert Einstein era un experto en física, no en política, derecho, economía o historia. Este hecho delata el problema de la información al votar en democracia: votamos sobre decisiones que afectan a los demás pero no tenemos suficiente formación para hacerlo de forma adecuada. Por ello, los políticos tomarán decisiones que nos perjudicarán. La solución es un modelo más liberal en el que cada persona decida sus propios asuntos y sólo queden unas minúsculas decisiones de convivencia a tomar por el político. De otra forma, siempre cabrá la posibilidad de que un mal gobierno llegue al poder y tome malas decisiones Problema de la información 2: acomodo y el olvido de la historia Según varias encuestas, la mayor parte de los votantes de podemos no son personas pobres esperando un subsidio que les atrape un una red clientelar: aunque parezca mentira, son gente acomodada con dinero suficiente para vivir que se ha olvidado por completo de cómo se gana; es decir, cómo se genera la riqueza. http://www.elespanol.com/espana/20160507/122987812_0.html Por último, otro problema que ronda la mente de los ciudadanos es el olvido de la historia: hay análisis de sobra que demuestran que la extrema derecha e izquierda son básicamente la misma forma de gestionar un país y las formas en las que estos totalitarismos llegan al poder: medidas mágicas que llegan en medio de una crisis que consiguen calar en la población desesperada, activación mediante la propaganda de los instintos más irracionales como el odio entre iguales, supresión de instituciones y aumento del poder del estado... Conclusión Nuestra labor es volver a recopilar esa información -el fondo- y darle una forma renovada para divulgarlo y frenar, una vez más, la malévola pulsión dirigista que brota en el ser humano