Los libro de texto catalanes…
Pedro Arce Díez.- A partir de una denuncia sindical (Sindicato de profesores AMES), se ha organizado un revuelo sobre los contenidos de los libros de texto de Cataluña y ya hay muchos que han comenzado a rasgarse las vestiduras y a iniciar una investigación por la instrumentalización ideológica…. ¡Me da risa!
El tema viene de muy atrás; viene desde que se aprobó, de acuerdo con la Constitución, la transferencia de la gestión; ¡ojo!, “de la gestión”; porque ello suponía que el Estado se reservaba la coordinación a través de una comisión específica y de una “Inspección” (La “Alta Inspección de Educación”) y que si hubieran funcionado adecuadamente no estaríamos en la calamitosa situación en que nos encontramos.
El Estado ha hecho dejación de funciones, fundamentalmente porque ha necesitado los votos nacionalistas y ha llegado a sacar la nariz de la Banca Catalana o a “hablar catalán en la intimidad”. Y ello ha provocado que algunas Comunidades Autónomas, especialmente Cataluña y País Vasco, hayan pasado de la referida comisión de coordinación, haciendo de su capa un sayo; evidentemente, los “altos inspectores” no han cumplido con sus funciones, pues se hubieran metido en un charco del cual nadie les hubiera sacado, quedándose con el culo al aire.
Y algunos partidos, catalanistas y no tan catalanistas, apoyan estas sandeces, como los del PSC o los podemitas; y algunos sindicatos, como los STEs, también. Aquí ya sabemos por dónde se anda cada uno y hasta este último sindicato citado ha denunciado el informe de AMES por el “agresivo nacionalismo español”. ¿Lo han entendido?.
¿O es que no sabíamos qué pasaba?. Lo sabíamos todos y de forma especial el Gobierno Central (con todos los Gobiernos), las demás Comunidades Autónomas, los sindicalistas, los docentes y cualquiera que se hubiera interesado en el tema; ¿Cuántos años hace ya que en un libro de texto catalán se decía que “el Ebro es un río catalán que nace en tierras extrañas”?. Y nadie hizo nada ni se extrañó.
Recuerdo que alguna editorial se vio obligada, incluso, a cambiar de nombre en alguna comunidad autónoma para poder vender libros de texto allí sin que la identificasen con España. ¡Qué vergüenza!. Y, claro, a “variar” sus contenidos generales de Historia, Geografía, Lengua, etc. Hemos ido dejando que crezca un monstruo y ahora no sabemos cómo domeñarlo; intelectuales e historiadores ponen ahora el grito en el cielo, como Carmen Iglesias, Fernando García de Cortázar, Manuel Lucena o el catedrático catalán Ricardo García Cárcel.
Así, pues, tenemos lo que nos merecemos y lo que nos hemos ido mereciendo en estas décadas y ahora saltan las alarmas y hasta el Gobierno dice que va a intervenir. ¿Cómo?. Si acaba de necesitar los votos de PEDCat o como se llame ese partido de Puigdemont y Cía., para convalidar el Decreto de la Estiba.
Y, no nos engañemos, no será nada fácil volver a la estricta legalidad y si no me creen, el tiempo dará o quitará razones.
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Comentarios(6):
Algunos quieren, encima, apoyarse en lo que llaman "libertad de cátedra" para contar historias que nada tienen que ver con la realidad, especialmente en Cataluña, generando el odio a España, el desconocimiento de la realidad y, lo que es peor, la tergiversación de su propia historia para fines políticos, manipulando a los propios alumnos. ¡Vomitivo!
Llueve sobre mojado. Se ha dicho muchas veces Cataluña y el País Vasco a su aire y fuera del contexto de nación de España.y aquí no se hace nada desde hace años en que se está incumpliendo toda la normativa. Nos parece muy bien su artículo pero dice más de lo mismo. Este país es un desastre y los dirigentes políticos judiciales fiscales este país no funciona amigos
Revisando con detenimiento los libros de texto de esa parte del Estado español (País Vasco), en algún momento he tenido la sensación de estar leyendo “Las aventuras de Mortadelo y Filemón” o de haber aterrizado en un país desconocido que ha accedido a la categoría de Estado en fechas recientes. España no es un país, una nación o un Estado, según leo. Haciendo “parapente doctrinal” nos encontramos en los libros de texto que en la Península Ibérica hay cinco pueblos culturales: Euskal Herria, Portugal, Galicia, Países Catalanes y Países Españoles. ¡Toma castaña! Han pasado del “parapente doctrinal” y patológico al absurdo más ridículo y enfermizo. ¡Además de hipocresía, destacan la torpeza y el interés, así cómo otras valoraciones no mencionables, por respeto al lector!
Hace años, en 1985, si la memoria no me falla, se creó la Alta Inspección como órgano encargado de que las comunidades autónomas con competencias educativas (hoy las tienen todas) se ciñeran en su normativa al marco de referencia estatal. Pero ni en el País Vasco ni en Cataluña ha dado resultado. Ahora se comprueba que tampoco ha dado resultado en el resto de comunidades autónomas donde, si exceptuamos pequeños roces, todas adaptan sus desarrollos normativos a la general global. En teoría es, precisamente, la Alta Inspección de cada comunidad, la encargada de frenar los usos y abusos tanto de contenidos inconstitucionales, como de falsedades y manipulaciones. Actualmente, la figura titular de la Alta Inspección en el País Vasco y en Cataluña, así como el delegado del Gobierno de cada una de ellas, deberían explicar qué sucede en su jurisdicción. Pero no solo en educación, sino en otros temas de calado como la enseña nacional, la Policía, la Guardia Civil, las comunicaciones y la convivencia, por citar las más relevantes. No olvidemos que el Alto inspector depende de la figura del citado delegado. Ambos deberían dimitir, pero como la vergüenza es pasajera, al final pasarán a la Historia como meros incompetentes, ‘memos’ puntuales o paranoicos situacionales.
Las políticas educativas seguidas en Cataluña y País Vasco vienen acompañadas de la desidia de la Alta Inspección en ambas comunidades, también sujeta a amenazas puntuales y al desprecio de las sociedades vasca y catalana. Por cierto, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, es justo decir que esa Alta Inspección dependiente del Gobierno central tampoco sirve para nada en el resto de comunidades autónomas, salvo para duplicar funciones, ejercer de vividores y ‘hacer el paripé’. Por cierto, recientemente el Gobierno de Rajoy ha cedido en todo respecto a desistir de que la Alta Inspección controle los contenidos del sistema educativo: ahora lo ha hecho por escrito, pero ese cargo ya era una chapuza institucionalizada y aparcada; ni siquiera los docentes hemos creído en ella porque en casi todas comunidades ha servido como recogedero de ‘elefantes políticos’ que habían sido retirados de Diputaciones, Congreso de los Diputados y Senado, entre otros.
Mi compañero de columna y colega, Jesús Salamanmca, tiene toda la razón; y sobre este "espinoso" tema, ambos, juntos o por separado, bien podríamos escribir todo un (voluminoso) tratado que al final se resume en la vergüenza de cómo se han "desarrollado" algunas Comunidades Autónomas las transferencias, de Educación y de otros temas también sensibles. Ni siquiera los "Reinos de Taifas" de hace un milenio lo hicieron tan bien; es un tema que aún nos podrá ofrecer quebraderos de cabeza....