Más trabajo y menos demagogia...

Todavía hay mucha gente que cree que el dinero de la Hacienda Pública no es de nadie y que tiene la “máquina de hacer dinero” sin fin; incluso lo creen y lo afirman algunos dirigentes políticos, pues ya sabrán Vds. que en la política entra de todo (Personas muy decentes y trabajadoras, analfabetos, ignorantes, delincuentes, etc.), ya que sólo se exige ser mayor de edad, condición a la que se llega con el paso del tiempo. a lo que iba; que el dinero de todos es limitado y procede de nuestros bolsillos, de forma directa o indirecta y nosotros mismos decidimos quién lo administra y distribuye y ello da lugar a los servicios que tenemos al salir de nuestra casa: carreteras, iluminación, parques públicos, enseñanza, sanidad, policía y seguridad, servicios sociales, etc.

¡Y, claro!; no es fácil distribuir la “tarta” y todos queremos más, y más, y mucho más…

Tengo la convicción de que estos presupuestos se hacen con sentido lógico y distributivo, de forma justa y que nuestros dineros suelen ir a buen puerto; pero también hay alguna excepción y en algunas ocasiones se distribuyen de forma injusta, pues se le da más ración a quien más chilla o presiona (¡Quién no grita, no mama!), como sucede con algunas Comunidades Autónomas (Cataluña, País Vasco,….) y ello va en detrimento de quienes somos más conformistas o más tontucos. Incluso hay cañerías por dónde se van nuestros dineros, despilfarrados por gestores manirrotos o, simplemente, robados por algún desaprensivo administrador…

En Cantabria ya estamos hartos de que nos discriminen históricamente y vemos como los dineros del FLA van en cantidades astronómicas a la Cataluña independentista; o algunas infraestructuras que podrían haber ido a Cantabria, como el Santander-Mediterráneo, se quedan en nada por presiones de algún vecino que teme a la competitividad; u observamos cómo se inyectan cuantiosas sumas de dinero de los Presupuestos a puertos como Gijón y Bilbao, mientras el nuestro se queda in albis. Bueno, podría poner cientos de curiosidades del pasado y del presente…

¡Pero no sirve lloriquear!. Hay que llorar de verdad, por aquello de que “quien no llora, no mama”. Y poner los medios y la fuerza y dejarnos de demagogia barata. ¿Para qué sirvieron las suculentas comidas y las latas de anchoas con que Revilla obsequiaba a Pepiño Blanco?. Para nada. Y ahora Revilla sigue aun lloriqueando e incluso insultando a Rajoy por el reparto de los dineros; quizás podría haberse presentado a las últimas elecciones generales y su “disputado” diputado podría haberse hecho fuerte y conseguir los dineros que han conseguido los del Foro asturiano, los vascos (¡Otra vez!), los canarios, etc….

Y de este tema podrían decirse muchas más cosas. Pero quiero hacer una última reflexión: el PSOE ha tenido en su mano evitar todos estos repartos “de presión política” y haber llegado a un pacto con el PP para hacer unos presupuestos realistas, lógicos, justos, equitativos y solidarios, dónde no existan los mercadeos que estamos viendo en estos tiempos y quizás no estaríamos hablando de nuestro AVE que no acaba de traspasar la Cordillera, de nuestro menospreciado Puerto o de los fondos de Valdecilla, que se pueden quedar en agua de borrajas, por el temor del PP a que si se introducen en el Senado, al volver al Congreso pueda abrirse “una vía de agua”, dada su precaria situación parlamentaria…

Ya sé que para algunos hacer Política (con mayúsculas) es como pedir peras al olmo.