Los líderes europeos se reunen hoy en París, sin Zapatero, a hablar de la crisis y sus efectos inmediatos

 El presidente del Parlamento Europeo, Hans Gert Poettering, expresó hoy sus "reticencias" a la reunión convocada para mañana por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en París de los países europeos miembros del G-8, y advirtió de que de este encuentro podrán salir "propuestas" para hacer frente a la crisis financiera pero no se podrá decidir en nombre del conjunto de la Unión Europea.

   "Esta reunión puede ser muy importante pero sólo podrá hacer propuestas, no puede decidir por la UE en su conjunto", afirmó rotundo el presidente de la Eurocámara, que dijo haberse enterado del encuentro convocado por el presidente de turno de la Unión por la prensa. "Las decisiones tienen que tomarlas los 27 países de la Unión Europea y las instituciones europeas", subrayó.

   Poettering, que participó hoy en un almuerzo organizado por el Foro de la Nueva Economía, dijo que no es "amigo de reuniones que no son parte de las necesidades institucionales" europeas, pero, añadió, ya que se celebra la reunión, "espero que tenga un resultado que la justifique".

   Así, expresó su deseo en que la reunión, en la que además de Sarkozy participarán la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro británico, Gordon Brown, y el italiano, Silvio Berlusconi, junto con el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, el del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, y el del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, "tenga éxito en la elaboración de propuestas que puedan ser decididas por los órganos de la UE".

   Por otra parte, subrayó que si la mayoría de la UE no contara con el euro, "una moneda estable", "con esta agitación de los mercados financieros podría haber turbulencias de las distintas monedas y algunos países habrían tenido que devaluar sus monedas". Así pues, dijo, "agradezcamos que tenemos una moneda común".

   En este sentido, defendió la necesidad de "una respuesta europea" a la crisis financiera mundial y previno de que si algunos países optan por "los intereses nacionales, finalmente fracasarán". El presidente de la Eurocámara se mostró partidario de desarrollar "principios europeos de más transparencia en el sistema bancario y financiero y un marco en el que se preserve el mercado financiero".