Los podemitas no quieren turistas….
Pedro Arce Díez.- Este país, España, lleva décadas ofreciendo ser visitado por turistas de todo el mundo y ofrece un agradable clima, un paisaje variado y a veces lujurioso, una cultura milenaria y unos ciudadanos hospitalarios y amables; además, unas obras de arte que se desparraman por todo el país, unos núcleos urbanos o rurales con encanto y una gastronomía variada y al más alto nivel, que hacen las delicias de quienes nos visitan
Se les ofrecen unas adecuadas infraestructuras de comunicación y transporte y una red de hoteles, campings, restaurantes, bares, etc., que no existe otra en todo el mundo, con una calidad y precio difícil de superar.
¡Y tranquilidad y seguridad!. Qué más van a pedir los millones de turistas que nos visitan cada año y que van en aumento.
Y ello nos genera una importante riqueza y trabajo para miles de españoles.
Pero llegan los podemitas al poder y les molesta el turismo; pone todos los inconvenientes a la construcción de nuevos hoteles, como ha sucedido en Barcelona o les molestan las terrazas como le sucede en Madrid. ¡Es inaudito!.
En algunos lugares, como ha sucedido en Barcelona, ha habido pintadas y manifestaciones en contra del turismo, lanzando pintura contra hoteles de Poblenou, porque dicen que crean problemas a los habitantes de la ciudad; algo parecido me han comentado hace unos meses en Palma de Mallorca, argumentándome que la cantidad de turistas que van a las islas crean problemas a sus habitantes como el encarecimiento de la vivienda, etc. Y les contesté: ¿Y en qué sector profesional trabajáis?. Eran trabajadores del aeropuerto de Son Sant Joan y si no hubiere turistas en Mallorca, no hubieran pasado en el año pasado de 2016 más de veintiséis millones de pasajeros, ni ellos hubieran tenido trabajo.
El último acto, esta vez vandálico y casi terrorista, ha sucedido en Barcelona y lo han protagonizado, difundido y reído los patriotas de la CUP: han asaltado encapuchados y con cuchillo en mano un autobús, cuyos pacíficos pasajeros creyeron que se trataba de un acto terrorista, pues amenazaron con los cuchillos al conductor y a algunos pasajeros, al autobús le han pinchado las ruedas, han pintado el mismo con frases como “el turismo mata a los barrios”, como puede observarse en la foto adjunta y han proferido gritos del estilo de “No es turismofobia, es autodefensa contra el barricidio”.
Es un acto absurdo, estúpido y delictivo de la izquierda española independentista (vandalismo de baja intensidad, dicen algunos), que sólo trata de hacer daño a todo lo que signifique España, progreso, tranquilidad, vivir en paz…
O las fuerzas de seguridad del Estado cortan por lo sano o mucho me temo que actos de este tipo vuelvan a repetirse y lo recojan los medios de comunicación de todo el mundo, como aquellas bombas que ETA ponía en las playas al comienzo del verano de hace no muchos años. No esperen que Ada Colau o Puigdemont vayan a actuar, pues ya sabemos que están en la línea de “cuanto peor, mejor” (para ellos).
Estos podemitas, apoyados por varios millones de votos, están contra el turismo, contra todo lo que se menea y lo único que les reconforta es el apoyo que dan a los independentistas y, como no podía ser menos, a Nicolás Maduro, el gran dictador venezolano.
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Comentarios(1):
Han pasado cuatro días desde que escribiera este artículo.... Y en estos días, hemos podido constatar que nuevos ataques se han producido, no ya sólo en Barcelona, sino en otras localidades y Comunidades Autónomas, como Baleares, contra turistas, con acciones tan chuscas como pinchar las ruedas de las bicicletas de los turistas o lanzar bengalas en una comedor mientras decenas de personas cenaban tranquilamente. Este terrorismo de baja intensidad debe ser cortado de raíz por los cuerpos policiales y castigado por los jueces de manera inminente, pues ya sabemos de los podemitas, independentistas y demás están riendo la gracia y sus autoridades no van a hacer nada salvo echar más gasolina. Además, ya están publicando la prensa europea estas hazañas de los descerebrados y ello puede causar un gravísimo perjuicio al turismo de España, como ya anunciaba en el propio artículo...