Noticias de Cantabria
18-02-2018 21:00

Y suena la campana, llega el recreo, llega la violación

¿La actual sociedad española tiene conciencia? Julio Cesar pasó el Rubicón arrastrando un riesgo consciente, pero con un fin y objetivo, famosa sigue siendo su frase: “alea lacta est”.

Toda una generación española lleva pasando su “rubicón” en una y en otra dirección de forma inconsciente y cada vez que se pasa, en ese “rio” va dejando los viejos principios y moralidad que la forjaron para convertirse en la actualidad en una sociedad indolente, permisiva y tolerante hasta la imbecilidad.

La sociedad del siglo XXI desarmada de principios y de moral sigue caminando con la mochila del Internet, del todo vale, y olvidando lo más elemental, la conciencia. Algunos, muchos diría yo, han olvidado con intencionalidad des intelectual el significado de conciencia, no la ejercen, pero la conciencia es el conocimiento que uno tiene de sí mismo y de su entorno. Cierto que a veces se suelta la frase a modo de tópico de “no tienes conciencia” pero ni el que lo dice ni escucha sabe bien lo que es. Ese olvido de la conciencia se ha producido por la degradación de la educación. En efecto se ha sustituido, y a veces erradicado hasta su desaparición en ámbitos educativos las lenguas mal llamadas muertas y su fuerte componente de espiritualidad en la educación, así como la religión como fuente del conocimiento. Y los expertos analfabetos lo han hecho en aras de que los jóvenes, dicen, lleguen con más conocimientos técnicos y en menos tiempo ¿? Todo lo contrario, en EEUU por ejemplo esa parte de la educación que hemos rechazado la han acogido con los brazos abiertos. La conciencia es el sentir, el sentimiento y ese sentir, sentimientos, es el que ha olvidado la sociedad actual siglo XXI de la revolución tecnológica. La conciencia en este siglo XXI surge, brota con estruendo, cierto, de forma espontánea a veces, teledirigida, manipulada, de forma coyuntural y formalista y para dar respuesta farisaica a un hecho puntual, pero al minuto desaparece porque su continuidad es políticamente incorrecta el que la conciencia la practique el humanoide del siglo XXI. El Papa argentino sin quererlo, o igual si, está llamando a la sociedad a que vuelva a tener conciencia, no lo dice de forma directa, pero si lo transmite en sus homilías.

Por poner un ejemplo, la matanza que está ocurriendo en Siria se debe a la falta de conciencia de la sociedad actual que miran para otra parte y dice que es una cosa de la cual no son parte, ven lejano el genocidio de Siria y no se involucran en acabar con la guerra y se pelean por cuatro refugiados con los que se hartan de hacerse fotos y publicitarlas. La defensa y el respeto al humano va desapareciendo y somos meros espectadores de todo, si ves en la calle o en un metro como un hombre ataca a una mujer, a un joven, a una persona en definitiva, ocultos tras el muro se grava en video y lo suben a las redes sociales para denunciar ¿o para disfrutar y ver cuantos “me gusta” se obtienen?.

Hemos puesto dos ejemplos, uno de ataque al derecho colectivo, Siria, y otro el ataque al respeto y derechos de la persona individual. Y ahora ha surgido, ¡horror!, un hecho nuevo, que en los recreos se violan  niños por otros niños, se drogan, ya no son los curas los violadores, ahora son los niños contra los niños. Existe un libertinaje inaceptable. Pero para llegar a ese estado de cosas se ha pasado antes por desposeer de respeto y autoridad en las escuelas al viejo o joven profesor, básico para formar personas, convirtiéndole en un pin pan pum por parte de la autoridad política-administrativa que en turno correspondiere, por parte de los papás o de los nenes. En definitiva el maestro es el maltratado de un sistema educacional que cambian, que modifican al gusto unos políticos analfabetos pero que se autolaurean entre ellos o con su corte de aduladores, trepas a los que remuneran con nuestro dinero, con nuestros impuestos. Y en ese presunto sistema educacional no se estudia conciencia porque se carece de ella. El resultado está servido, una sociedad desvertebrada por la falta de principios, valores y moralidad que produce una falta de conciencia. Hay que dar pasos drásticos, ¿volver al pasado? Pues igual sí, pero no se darán hasta que el desorden global esté tan generalizado que harán surgir nuevas sociedades muy dispares entre ellas y hasta antagónicas. Y qué se puede esperar cuando nos hacen ver como normal una política corrupta enquistada en la sociedad y que forma parte intrínseca, por desgracia, de la sociedad. ¿Hasta cuándo? -

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