¡Que paren el Mundo, que me bajo...!

¿Y por qué realizo estas afirmaciones?; Pues verán:

Se celebra el Día de la Mujer y salen cosas bastante extemporáneas como una huelga que claramente tiene un fuerte componente político de izquierdas, buscando huecos por dónde sea ante las próximas citas electorales; solo hace falta ver a las organizaciones que impulsan los paros, manifas y demás, quienes están regidos casi todos, casualmente, por hombres. Y hay muchas más contradicciones flagrantes como los de Podemos que no predican con el ejemplo, aunque nos quieren dar lecciones a todos o como esa catedrática de la Universidad de Cantabria que afirma que el día 8 “no iré a ningún local atendido por mujeres” (¿Qué culpa tienen, por ejemplo, las mujeres autónomas para que ese día se las haga un boicot?). Yo con quien estoy muy preocupado es con la presidenta de nuestro Parlamento de Cantabria que tiene que trabajar 106 días más al año para igualarse al salario de los hombres que han presidido la cámara regional, cuando yo pensaba que el salario era el mismo. ¿O no debo deducir esta situación de sus propias palabras?.

Yo he estado muy acostumbrado a trabajar con mujeres, mujeres que siempre, ¡siempre!, han ganado lo mismo que yo y se han jubilado con mi misma pensión y, además, la legislación actual es taxativa a este respecto y si existiera un solo caso, ¡denúnciese ya!. Otra cuestión es que las mujeres trabajadoras pudieran tener, con carácter general, otros puestos de menor cualificación, más jornadas parciales, menos motivación para acceder a los puestos directivos, ser las que llevan el peso del hogar y, lo que es definitorio, que son ellas las que llevan la parte más importante de la maternidad; y aquí sí que es preciso poner el acento, no tanto para que los hombres tengan el mismo permiso maternal para dar el pecho al niño, cuanto que las mujeres tengan un buen incentivo compensatorio para que ser madre no sea un problema laboral y ello contribuya a uno de los principales problemas de nuestra sociedad como es la negativa demografía existente y la propia pervivencia de nuestra sociedad.

En este tema, hasta algunos jerarcas de la Iglesia Católica española hubieran estado mejor callados para lo que han dicho; sus opiniones han contribuido a generar sorpresa en sus propios fieles.

Abro el telediario y me encuentro con que el PSOE abandona la Comisión del Pacto Educativo y no me extraña nada, pues aunque se le va la fuerza por la boca, nunca el PSOE va a acordar un Pacto por la Educación que no pase por un acuerdo que incluya sus planteamientos ideológicos que han sido puestos en práctica en estas últimas décadas y nos ha llevado a un calamitoso sistema educativo. ¡No todo es dinero!, aunque el dinero es importante. Hemos vuelto al tactismo político y al “no es no” de Pedro Sánchez y así podrían saltar por los aires otros posibles pactos, como el Pacto de Toledo de las pensiones, el de la Justicia y otros que serían de gran beneficio para todos los ciudadanos. Pedro Sánchez sólo está pensando en ser presidente del Gobierno a toda costa y los problemas de España le importan bastante poco; en esto hasta superará a Zapatero.

Pongo la mirada en Cataluña y sólo veo sensatez en unos empresarios alemanes establecidos en ese territorio que han levantado la voz, con claridad y contundencia, para decirles a los líderes catalanes de cartón piedra que “votan para que ustedes vayan a prisión”, algo que a los demás empresarios no se les ha ocurrido, quizás porque muchos de ellos han estado bien engrasados o les han faltado agallas y algo más, en esas cloacas del poder que se nos está descubriendo poco a poco y que aun lo que asoma es tan sólo como la punta del iceberg, a tenor de lo que nos vamos enterando. Y a muchos de estos empresarios, tan solo se les ha ocurrido huir, como abandonan el barco las ratas cuando éste se hunde. Y mientras esto sucede, el Gobierno con un 155, atado de pies y manos por PSOE y CS, que le llevan al descrédito, pues no pueden poner sensatez en la manipulación de la educación, la radicalidad de los medios de comunicación catalanes ni en los propios Mossos que han campado a sus anchas en actividades claramente punibles.

¡Y encima se empeñan elegir a un preso o un fugado de la Justicia como President!. No me extraña que lo más serio en este vodevil sea Tabarnia y su “exiliado” President Albert Boadella.

Es un escándalo social la desaparición (obligada) de personas que nos tienen en un vilo y ante los que ciertos sectores políticos de izquierda quieran ponerse en la equidistancia entre las víctimas y sus criminales. La Justicia debe ser justa y proporcionada, pero hay ciertos delitos que deben tener penas acordes al mal que han realizado. ¿Qué pena se le puede poner a un padre que mata a sus propios hijos con una radial?. ¿A un violador y asesino que esconde el cadáver en un pozo?...

No quiero olvidarme de Cantabria dónde todos los partidos están en una crisis existencial que nos ha llevado a una absoluta paralización de ideas, proyectos y realidades, que nos están alejando del resto del país que, a trancas y barrancas, crece incluso más que el contexto europeo. Es posible que alguno me diga que existe un partido, el PRC, que no tiene crisis. ¿No es suficiente crisis que el actual líder reinante no pueda dejarlo porque no hay repuesto visible y fiable, quizás porque él ha acaparado todo el poder durante décadas?. De los demás no hablo, porque cada uno tiene su historia a cuál más truculenta y peligrosa que quizás algún día osaré analizar.

Yo quisiera, como jubilado, una mejor pensión, quisiera que mis vecinos y amigos ganasen más, quisiera que nuestras fuerzas de seguridad tuvieran un salario más justo, que todos tuvieren un salario digno para cubrir todas sus necesidades básicas, que todos los funcionarios de España ganasen lo que ganan los catalanes y vascos, que lo han hecho con el dinero de todos, quisiera que… ¿Y de dónde sacamos el dinero?. Porque algunos esparcen la demagogia y después no nos ofrecen la solución, salvo que ésta sea la que practicaron en el pasado, como hizo Zapatero, que nos llevó a un paro inadmisible, situación que es la más injusta socialmente. ¡Lecciones, las justas!.

Podría seguir deambulando por este mundo, pero cada rincón que husmeo, me encuentro con desánimo, podredumbre, demagogia, insolidaridad,… Si seguimos así, ¡Que paren el Mundo, que me bajo….!