`Desencuentro entre Estado y Sociedad`, por Carlos Magdalena Menchaca
Recuerdo una sentencia de un juez de Santander dónde al final de la vista con gran humanidad y dirigiéndose a la señora reclamante que tenía “hambre” de justicia la dijo: - Señora tiene usted razón pero no se la puedo dar porque la ley lo impide - ¿Coño, y quien es esa Ley? (Por suerte ese juez sigue entre nosotros)
El desencuentro entre Estado y Sociedad es conocido y ocultado sistemáticamente. En nuestros juzgados se aplica una fría y rigorista justicia judicial normativa. Ahora bien, no podemos criminalizar el Sistema Judicial español porque éste responde por desgracia muchas veces a la falta de rigor, miedos inveterados y mediocridad de nuestros legisladores y políticos. Los jueces tienen que aplicar la ley sin demagogia, sin populismos, la letra de la ley que hay que respetar para nuestra convivencia. Cierto que los jueces tienen la posibilidad de la interpretación de la Ley y muchas veces desafortunadamente lo hacen de forma restrictiva a pesar de la nueva hornada de nuevos jueces.
El Estado, el Sistema Judicial siempre va por detrás o a remolque de la sociedad, nunca va con la sociedad ni mucho menos liderándola a pesar del principio -primus inter pares-.
En efecto, cuando se produce modificaciones legislativas lo es porque la sociedad lo pide de forma agresiva porque aun cuando esas modificaciones se tendrían que haber hecho porque existe una nueva sociedad, moderna y plural, lo cierto es que los poderes del Estado funcionan como un paquidermo frente a una sociedad que ha cambiado radicalmente en muy pocos años.
Recordemos que no hace mucho tiempo, el pasado ocho de marzo, miles y miles de mujeres salieron a la calle para reclamar lo que es suyo y las pertenece, respeto e igualdad.
Muchas sentencias que se dictan en nuestros juzgados son ininteligibles hasta tal punto que el justiciable te pregunta sorprendido, perplejo, después de escuchar la oratoria y terminada la vista: - Letrado he ganado o he perdido -
Hay que preguntarse, qué solución hay para que no vuelva a ocurrir el caso de la Manada y tantos otros, miles y miles que no han tenido la atención de los medios de comunicación y viven en el ostracismo, el olvido y la injusticia. La respuesta y solución es difícil viendo lo que ocurre en este país en el que los que deberían dar ejemplo son delincuentes y no presuntos…y siguen en las instituciones.
Este Gobierno ante la marabunta que ha levantado la sentencia de Navarra quiere poner “paños calientes” y pretende modificar, diferenciar los abusos y la violación. ¿Y? Eso es insuficiente y coyuntural, nosotros con los nuevos vientos que corren pedimos, exigimos más, humanizar la justicia sí pero que las penas sean reales y se cumplan. No hay que confundir el principio general de la reinserción con la reinserción obligatoria por cojones cuando el delincuente no quiere ser reinsertado ante la evidencia de su conducta. La justicia tiene que ser de la sociedad, menos plazos, menos formalismos, más rigor, más sentido común, cumplimiento total y menos tecnicismos jurídicos para que no se produzcan injusticias judiciales….La sentencia de la Manada es una violación se mire por donde se mire.
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Comentarios(2):
No te olvides Carlos que la sentencia de la manada es sólo una cortina de humo ¡¡desgraciada¡¡frente a la política nacional. A partir de ahora nos darán la coña marinera sobre la modificación del código penal Y esconderán algo tan importante que se van a aprobar unos presupuestos mediante el acuerdo de salón entre el señor Rajoy Y el nacionalismo vasco. Ese acuerdo perjudicará a toda España y a Cantabria en particular
Que razón tienes cantaor