Noticias de Cantabria
Opinión 03-06-2018 18:30

El que esté libre de corrupción que tire la primera piedra

Para ello hubo eliminar del tribunal a dos jueces que serían mucho más independientes, porque decía la izquierda que tenían alguna simpatía con la derecha, de modo que esto juega sólo contra la derecha, pero no contra la izquierda. Por lo visto los partidos y la prensa no se enteran más que de lo que quieren.

Esto me ha traído a la memoria un pasaje del evangelio de san Juan, que a lo mejor desconocen estos partidos que ya no estudian historia, ni la doctrina tradicional. Pues el evangelio de san Juan trae una anécdota que ni pintiparada para esta ocasión: «Los escribas y fariseos trajeron a una mujer sorprendida en adulterio, y dijeron a Jesús: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante delito de adulterio.  En la ley de Moisés nos ordena apedrear a éstas; tú que dices. Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en la tierra. Como ellos insistiesen, se incorporó y les dijo: El que de vosotros esté libre de pecado, arroje la piedra primero. Ellos que le oyeron, fueron saliéndose uno tras otro comenzando por los más ancianos». (Jn. 8,3-9)

Dado el sistema de educación, es fácil que los actuales partidos desconozcan esta enseñanza del evangelio, que tiene un gran contenido, pues si la conocieran y examinaran su situación, es difícil que se hubieran lanzado como fieras sobre su presa.

Pero quien capta el ambiente, se da cuenta que vuela la siguiente pregunta: ¿Qué partido está libre de corrupción? Pues vemos por la prensa, sin que parezca que ellos se den por señalados, que políticos de todos signo y color están citados ante la justicia, y en casos de gravísimas corrupciones.

Y teniendo esto presente, lo que llena de admiración, y no se sabe cómo calificar a los dirigentes del PSOE, que sea Pedro Sánchez, su secretario general, quien ha lanzado la primera piedra en nombre de la «dignidad de las instituciones», cuando su partido, en estos momentos, tiene abiertos 77 casos de corrupción entre los que se cuenta nada menos que los EREs de Andalucía. Corrupción calificada por un historiador como: «El mayor cuantitativa y cualitativamente de la historia de España; cuantitativamente por su volumen, y cualitativamente porque la corrupción andaluza no es el resultado indeseado de la debilidad humana, sino la columna vertebral de un sistema clientelar podrido hasta la médula».

Es claro que Pedro Sánchez, a pesar de haber estudiado en el Escorial, con los agustinos, no conoce este pasaje del evangelio. Aquellos escribas y fariseos tuvieron vergüenza de que Jesús les aireara sus pecados, pero el PSOE, no ha tenido la suficiente reflexión para apartarse, ni bastante vergüenza para achacar a los demás, de lo que él está cargado hasta las cachas. Y lo que más extraña es que los demás partidos no le echen en cara el bagaje de corrupción que carga desde hace muchos años, y hoy están presentes en muchos juzgados. Y no es difícil saber de estos procesos, pues no hay más que entrar en Google y te salen enumerados, todos los casos de corrupción del tiempo de Felipe, y uno por uno los procesos que tiene el PSOE. ¿Por qué se ignora y oculta esta corrupción?

Los periodistas, tan dispuestos en poner en carne viva la corrupción del PP., por qué no se dan una vuelta por la sede del PSOE, y recuerdan a Urralburu en Navarra, a Roldán con la Guardia Civil, Villa y Riopedre en Asturias, PSV. y no hay Autonomía en España en el que no se pueda citar varios hechos de corrupción de este partido.

Tampoco se libran los partidos que más gritan tanto contra el PP., ahí tenemos a Podemos, donde si bien no se ha llegado a una condena en los tribunales, no se ha aclarado la forma de financiación que ha tenido, sin duda procedente de países sospechosos y dictatoriales con voluntad de destruir la política española. Y andan gritando contra todo, fuera de toda ética. Cómo ha sido la actitud de Echenique con su empleado, Iglesias con sus formas dictatoriales, Espinar con sus chanchullos económicos, etc. Su norma ética es: «Haced lo que digo, pero no lo que hago». Su comportamiento es del mayor cinismo, para ellos no hay ética alguna, todo se legitima invocando al voto popular, con unas consultas extraordinariamente irregulares, donde se concluye lo que dice el jefe. Eso en política se llama dictadura.

Y en cuanto a Ciudadanos se ocultan con facilidad los defectos, puesto que no tiene todavía procesos en su contra, porque no han llegado a gozar de poder. Pero en Cataluña donde han ganado. ¿Qué han hecho? No han demostrado nada, ¿Qué se puede esperar de ellos, si consideramos lo de Cataluña? Poca cosa. Una advertencia: Antes de llegar al poder examinen lo de Emmanuel Macron en Francia que en un año. ¿Dónde está su popularidad?

Como les favorecen las encuestan y piensan ganar. Por lo único que claman es por ir a unas elecciones, lo demás les tiene sin cuidado. No han enunciado ningún programa político más que acusar la corrupción del PP. no del PSOE. Qué política piensan hacer fuera de acusar la corrupción del PP. eso es un hecho, no una política de futuro. Para llegar a gobernar hace falta tener una idea de Estado, una ideología segura, pero esto para ellos no cuenta. Hace dos años se pasaron de la izquierda a la derecha liberal, y en cuanto a los principios tienen una indefinición que hace pensar que no comprenden a la sociedad de hoy día.

Si se tratara de partidos con conciencia, como aquellos escribas y fariseos, ante la pregunta del problema del momento hubieran ido retirándose uno tras otro, comenzando por los más tradicionales, pero puede más la ambición, los vemos empecinados en desarticular la sociedad española. ¿No fue bastante el desastre de Zapatero, para querer destruir más?

La llegada de Pedro Sánchez con su variopinta tropa de partidos republicanos, dispuestos a destruir la nación española. Es según un destacado socialista: «El personaje más nefasto que ha tenido el PSOE en 135 años de historia». Y le han votado sin programa: separatistas, criminales y los que odian a España. Y este irresponsable ya da muestras de apalancarse en la Moncloa. ¡Qué esperanza podemos tener del futuro de España!

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