¿Cómo se entiende hoy la libertad?

Creíamos que la censura era de otros tiempos, pero según parece es un vicio que ha resurgido en esta época con más virulencia que nunca, y en los centros culturales, se viene con frecuencia prohibiendo hablar a oradores no conformes con la ideología imperante. Creíamos que en la Constitución se había consagrado la libertad de pensamiento y el derecho de exponer las ideas que uno tiene, pero, según parece, sólo se pueden expresar las ideologías políticamente correctas, para los demás hay una fuerte censura, no porque lo prohíba la ley, sino porque hay grupos dispuestos a armar las trifulcas que hagan falta, para torpedear lo que nos les gusta.  

Ciertamente el enunciado era comprometido pues llevaba de título «Dictadura de la ideología de género», pero la conferenciante, según ha demostrado en sus libros, tiene algo que decir en esta materia. Y según el derecho de libertad de expresión, tenía pleno derecho a pronunciar una conferencia sobre el tema. Si alguien quería oponerse a sus teorías, tenía libertad para asistir, y oponerse rebatiendo su argumentación.

Pero los responsables del Ateneo, ante el temor a ciertas presiones, tuvieron miedo y decidieron finalmente cancelar la charla. Un partido como Podemos y algunos grupos, que siguen las mismas vías, presionaron para que esta conferencia no se celebrase. ¿Por qué? Porque no se ciñe al discurso mediático impuesto en estos tiempos. La argumentación fue la que está de moda: «Fomenta la discriminación, la homofobia y el odio al feminismo». ¿Entre quiénes se fomenta esto? Entre una minoría ya predispuesta para ello, pues la mayoría está deseosa de informarse sobre estas nuevas ideas.

¿A qué se debe esta censura? Siempre ha habido una variedad ideologías, y se han podido exponer y criticar. Si hemos condenado tantas veces a la sociedad de otros tiempos por la censura que existió, en qué consiste la democracia actual, si no permite exponer las ideas contrarias al ideario que goza de la protección de poder. ¿No estaremos cayendo en nuevas dictaduras?

Según explicó don Manuel Ángel Castañeda, presidente del Ateneo, se ha cancelado la conferencia una vez consultado a 21 miembros de la Junta Directiva, y considerado que «el acto no había sido organizado por nosotros, sino que nos hemos limitado a ceder el local a petición de los organizadores». Si es normal que cedan el aula a distintos conferenciantes, éste no era motivo para denegarlo en esta ocasión, si se les ha solicitado con normalidad, y una vez aceptado el ceder el local.

Si era alguna otra sociedad la que lo organizaba, ciertamente no eran responsables de lo que allí se iba a disputar, y todas las personas asistentes podían exponer y oponer toda clase de ideas, que es lo propio de las aulas de los Ateneos, pues estos centros no son sólo para ciertas ideologías, sino para una discusión libre. Esta era al menos la idea de los Ateneos que se han ido creando. Algunos se hicieron famosos por las discusiones que se llevaron a cabo. Además, el nombre de estos centros se deriva de la libertad de expresión de los sofistas en Atenas, donde se discutía de todos los temas imaginables. A imitación de aquellas discusiones se han ido creando centros con este nombre por todos los lugares de cierta cultura, por lo que no se deben reducir sólo para los que tienen la ideología de adhesión a los grupos imperantes, pues siendo así no justifican su función. Deben ser lugares de exposición y discusión de todo tipo de ideología. Si van a responder sólo a los grupos con la ideología de moda, más vale cerrar estos centros de cultura. Además, cuando se admite a las personas que expongan sus ideas, ellos no son responsables de lo que allí se dice y de la discusión a que se dé con ese motivo.

A lo que añade el presidente una disculpa que en verdad indica que no encuentra un verdadero motivo para no ceder el local, al decir que «el Ateneo cede sus locales a personas que tienen cierto crurriculum y que en este caso tiene sus libros en venta en España». La disculpa es peor que la misma negación, pues al tratarse de una profesora del Instituto de Enseñanza Secundaria, «Arquitecto Peridis» de Leganés, de donde llegó a ser directora, y además tiene publicadas sus ideas en algún libro. Con esta trayectoria, ¿cómo la dirección del Ateneo consideró que la oradora no tenía curriculum para dar una conferencia? Pues con lo grande que fue el santanderino Gerardo Diego se jubiló como catedrático del Instituto de Enseñanza Media «Beatriz Galindo» de Madrid. ¿Una catedrática de Instituto de Enseñanza Secundaria con la publicación de algún libro no tiene curriculum para dar una conferencia en un Ateneo?

Los Ateneos por su esencial definición son centros abiertos a toda discusión ideológica, si no tienen valor para abrirse a los temas comprometidos, ¿para qué sirven? Estamos cansados de repetir que vivimos en una sociedad democrática, pero en estos momentos creo que no se cumple con esos principios, pues según dice Aristóteles en su libro de Política: «Por tanto, si la libertad y la igualdad son, como se asegura, las dos bases fundamentales de la democracia, cuanto más completa sea esta igualdad en los derechos políticos, tanto más se mantendrá la democracia en toda su pureza» (Lib. VI, cap. IV). Por tanto, si en los Ateneos no se guardan los principios de libertad de expresión y la consideración igual de todas las personas, estamos falsificando los fines de estas instituciones.