La violencia en el ámbito familiar

Me parece sorprendente que se hable tanto de educar y concienciar a la población sobre la violencia, y que se gaste el dinero en campañas, a mi juicio en el mejor de los casos inútiles, si no contraproducentes, y que no se actúe cuando se ven vulnerados los derechos del menor.
En los derechos del menor hay uno que dice: “Los niños podemos denunciar, solos o con la ayuda de otras personas, todo aquello que nos hagan, a nosotros o a otros niños y todo lo que veamos que está mal a nuestro alrededor.”

Parece ser que al señor que se dedicó a alterar el orden, en la vía pública a las dos de la madrugada, ...lo que motivó que fuese una vecina la que llamase a la policía, a saber cuánto tiempo duró para que a la policía le diese tiempo a llegar..., se le ha castigado por “una infracción leve de la Ordenanza Municipal sobre Protección de la convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales, para el que está contemplada una sanción por importe de hasta 300 euros, si bien la multa que se impone al expedientado asciende a 90,15 euros”

Es de entender, controlando las tasas como expuse en mi artículo anterior, a ver a qué fiscal se le ocurre hacer de un juicio, dos o tres, si no hay sangre o prensa de por medio... Y con ese ejemplo, las ganas que le queda a la policía de actuar...

Cabría tener en cuenta que a un menor,  que estaba presenciando una discusión violenta, entre su padre y su madre, a las dos de la madrugada, en plena calle, y que luego, aún tuvo que ver cómo su padre insultaba a los policías que fueron a poner orden, cuando menos le hubiese sido buena la intervención de los agentes sociales.

En este y otro tipo de situaciones aún más graves,  es, en dónde habría que intervenir para que se rompa la cadena de violencia que se sucede de padres a hijos. ¿Qué va a pensar o hacer de mayor un menor que se educa viendo este abanico de situaciones?
Sin embargo, eludimos intervenir,  y cualquier tipo de responsabilidad, la culpa puede ser de la madre que lo permite, y podemos argumentar cualquier excusa opiácea que nos permita dormir bien por la noche, dado que es más cómodo educar en los colegios y hacer campaña en la población en general gastando los dineros públicos en pancartas y mensajes de ayuda que perseguir que este tipo de situaciones se analicen, y buscar soluciones en las que los menores no se eduquen viendo la violencia en sus vidas como una constante.
¿Le sorprende a alguien que el teléfono del menor se desborde pese a las “numerosas y constantes campañas” contra la violencia?

A simple vista parece que la pancarta que han utilizado algunos miembros de un partido político determinado, no sólo no ha solucionado el “problema violento” si no que ha servido para hacer una concienciación en contra de un colectivo que sufre la violencia, pero que no es el único.

Tanto que se ha hablado del término “violencia en el ámbito familiar” como inadecuado, acostumbrados a oír “violencia machista” y “violencia de género”, a mi desde luego desde mi punto de vista personal  me parece más amplio y adecuado el primero,  degradante para cualquier persona el segundo e incompleto el tercero.
¿Quién da más?