Noticias de Cantabria
Editorial 16-04-2018 20:02

El día 22 se cierra la Puerta del Perdón

Hablar del Monasterio de Santo Toribio no nos corresponde a nosotros porque los monjes Franciscanos podrían llamarnos la atención y con razón, además en el transcurso de este Año Jubilar se ha informado suficientemente.

Solo algunos apuntes. Hemos acudido como miles y miles de fieles creyentes, turistas y curiosos de todas las partes del mundo a la Misa del Peregrino. Es una  cita obligada desde que se inició el Año Jubilar el día 17 de abril de 2017. El Monasterio alberga la reliquia del Lignum crucis, la reliquia más grande conocida de la Cruz donde murió Jesucristo, y la existencia de ese trozo de cruz es la que produce el que  miles de peregrinos que desean pasar la Puerta del Perdón esperando lo mejor para un futuro tan incierto como nos deparan los hechos de todo tipo que  vienen sucediendo así como las motivaciones personales de cada visitante o peregrino acudan al Monasterio y de paso a la Comarca de Liébana. Este domingo hemos acudido como miles de fieles y hemos visto in situ la realidad del hecho religioso.

Para empezar merece la pena decir a nuestros lectores que les queda ya poco tiempo para acudir a este  Monasterio porque se cierra la famosa Puerta el día 22 y merece la pena ir. Pero es que el atractivo religioso siendo importante lo es también  el visitar Potes, sus alrededores, con unos pueblos y paisajes más que preciosos, más incluso en esta época de comienzos de primavera con muchos de sus árboles en flor. Hay que verlos.

Solamente el pasar el desfiladero de la Hermida, que por favor no lo toquen los salvadores de siempre, merece la pena acudir y subir a Liébana. Hay un aspecto significativo que nos ha llamado la atención ya que hacía tiempo que no visitábamos la zona y es lo cuidado que está todo, conservando la esencia, sin el desastre urbanístico que se aprecia en otras zonas de la región, con su idiosincrasia y naturaleza que lo hacen un lugar tan querido por los visitantes. Y no olvidemos la gran oferta gastronómica del lugar con su delicioso cocido lebaniego, su cabrito..... A pesar de la crisis todos los hosteleros dicen que este año ha significado un aumento de sus ventas muy de agradecer después de la crisis y gracias a la afluencia al Monasterio.

Y hay una evidencia que conviene recordar y reconocer, aunque algunos no lo hagan, que todos los pueblos de Cantabria  dónde  han estado los curas, todos, han florecido culturalmente; tenemos el ejemplo de: Cobreces, Camaleño (dónde está el Monasterio), Comillas y un largo etc.

No podemos dejar de comentar la amabilidad de sus gentes, gente que se dedica en su mayoría al turismo dejando de lado la ganadería y los ricos cultivos de frutales, de vides etc. que en su día disfrutó  la comarca por lo que pedimos al actual Gobierno y a los venideros que intenten por todos los medios que vuelva la  cultura del campo en zonas tan ricas como ésta para que la gran población que en su día existió antes de producirse la migración a las ciudades vuelva. Tienen que crearse cooperativas ganaderas y agrícolas haciendo brotar otra vez esos vergeles de cerezas, manzanas, todo tipo de árboles frutales que hace muchos años cubrían Liébana. Sí, de acuerdo que es muy importante el famoso I+D+I de la industria y la tecnología  pero hay que aplicarla también a nuestros campos y aunque hemos perdido las “pintas” recuperemos la riqueza ganadera que nos dio y forjo nuestra idiosincrasia e identidad. Si no recuperamos e incrementamos lo anterior dejamos de ser cántabros.

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