Noticias de Cantabria
Editorial 16-08-2018 21:00

Vamos a contar mentiras ¡tralará...!

En la vieja España que en su día consiguió la unidad del territorio a base de braguetazos, sablazos y mamporros miente todo “quisque”. Y lo peor es que no pasa nada porque asumimos la mentira cual pecado venial. Mintió el señor Sánchez porque para conseguir llamarse presidente Sánchez, prometió que convocaría elecciones de forma inmediata. 

 


Y no lo ha hecho, ni lo piensa hacer a menos  que no pague las hipotecas y deudas a los socios que le auparon a la presidencia y le obliguen. Miente el ahora Presidente, no se sabe por cuánto tiempo, porque en la mentira lleva su propia supervivencia y hasta sus títulos universitarios (inexistentes) han sido  borrados a todo correr de las páginas digitales. Miente su amada esposa que ha sido contratada por ser esposa del presidente, porque de lo contrario no hubiese sido contratada, independientemente de los supuestos títulos que la anunciaban y que también desaparecieron. Dicen que miente, está por decidirse en tribunales, que el Sr Casado, la esperanza `pepera`, con su máster de la Universidad Juan Carlos III y mienten tantos otros que se dedican a la vida pública y que engrosaban sus currículum en internet y rápidamente han borrado. 


Y sigue mintiendo Sánchez preparando las elecciones del 2020 cuando tiene que convocar elecciones. Ha recolocado a todos los amigos, hasta 500, algunos con currículum y otros sin él, no importa, esto es España el país de la mentira… tralará. Éste país lleva camino de convertirse en el -todo vale- y recuperar aquella vieja frase de que África empieza en los Pirineos. Pero sigamos. 


Ha recolocado con dos huevos y dos narices, a su esposa en el Instituto de la Empresa porque la doña no quiere ser florero de su marido ¡Le manda! Sánchez tiene mérito hay que reconocerlo, y yo el primero, para que luego digan que cualquiera en EEUU puede llegar a ser presidente, ¡pues mira que en España!  Primero fue ZP, el de la ceja, que dejó España patas arriba y ahora Sánchez ha cogido su estela. No me da la risa, es triste. Y sigo. No importan las dudosas titulaciones, ni la dudosa valía aunque sea cuestionada por toda la prensa porque no pasa nada y seguirá hasta el 2020 o lo que haga falta, solo tiene que dar un trozo de pan y un trago de vino a Podemos, PNV y Puigdemont, y se acabó el problema. 
Pero lo que a mí me produce consternación es que vivimos de la mentira y mientras no salgamos de la mentira este país no va a funcionar. Todos somos culpables y más los que callan. Nosotros NO. El otro día se acercó a nosotros un honorable ciudadano de Santander para apoyarnos y darnos “material” y yo le respondí, OK, ahí tienes nuestro digital y sus lectores a tu disposición para exponer los asuntos que muy indignadamente nos comentaba, y rápidamente se arrugó y dijo un....es que yo no puedo, soy fulano de tal, y mi hijo está recolocado con mengano etc. etc. Se marchó con el rabo entre las piernas.  De verdad que con esta gente y esa mentalidad España y Cantabria no saldrá de la mentira como medio de subsistencia. Nosotros al menos lo intentamos “con mucho cuidado” no sea que nos den de leches. Ya saben amigos de la boina a qué y a quienes hacemos referencia, a los que ocupan las -Instituciones Extractivas-  de toda la vida que tan bien sintetizan Daron Acemoglu y James A. Robinson en su manual: “Por qué fracasan los países”
En fin de momento nos aguantan y hasta nos saludan
 

 

-La mentira es la naturaleza del político porque va en ella su propia supervivencia. (Fhider—

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