Noticias de Cantabria
Opinión 17-04-2018 21:00

El veredicto alemán y las urgentes Elecciones Generales

Y después de la sentencia del Tribunal alemán seguiremos esperando los veredictos belgas, o si me apuran, igual, tal vez, si se van de excursión los independentistas imputados a África el veredicto de Zimbabue o de ¡vaya usted a saber! Y aquí a uvas.

Pongamos los puntos sobre las íes y rechacemos el histórico e inveterado tremendismo español porque en este embite no se ha perdido Filipinas, de momento. El Tribunal alemán ha metido la pata hasta el copón. Lo que tenía  que haber hecho el Tribunal alemán, que no es justicia europea, es haber dicho sí o no a la euroorden pero nunca enjuiciar un hecho penal proviniente de los tribunales de un estado democrático, europeo y socio. Una vez dicho esto podemos seguir.

¿Qué tiene que hacer España? ¿ Recurrir a la justicia europea, recurrir a todas las instancias europeas ese fallo y demostrar la endeblez del sistema jurídico de la UE? Ni unión europea ni nada de nada. Y para empezar que se paralice la euroorden y que se queden los alemanes con el Sr. Puigdemont envuelto en papel de regalo. Porque este fallo no nos puede enseñar nada, conocemos nuestra realidad que no es otra  que se ha infringido la ley en nuestro país, no en Alemania, y no ha sido de ayer, sino hace muchos años. Puigdemont tiene que ser juzgado por desobedecer las leyes de su país, no las leyes alemanas. Al haber una orden de detención contra este individuo dentro de los países “amigos” europeos se tendría que tramitar su expulsión y entrega a la justicia española sin más debate.

Recuerden amigos lectores solo una anécdota, la guerra de las banderas que ganaron vascos y catalanes y el Estado , los partidos seudo democráticos se lo tomaron a chufla. Y si ganan aquí es porque se permite infringir la ley, infringen la ley  y no pasa nada. Y el que un tribunal alemán se meta en nuestra casa y quiera lavar, dicen ellos, nuestros presuntos trapos sucios, no es serio. Somos una gran nación para que nos vengan con esas, que se miren ellos el ombligo.

La desgracia, independientemente de estos políticos que lo menos que se les puede llamar son mediocres e incapaces, para no llamarles corruptos intelectuales y de lo otro también, es que la credibilidad de España en estos momentos está por los suelos y esto es una evidencia.

Y esa imagen está por los suelos gracias al Sr Rajoy y al Sr Sánchez que coogobierna este último  forzando al Gobierno de Rajoy a no aplicar el art.155. En su totalidad. Vayan al refranero amigos y recuerden...” de aquellos polvos llegan estos lodos”. Porque el caso catalán no es de ahora, es de hace años, lean la historia so brutos, pero no la tergiversada que enseñan en los colegios catalanes sino la de verdad.

Desde  que se firmó la Constitución y se entregó  Cataluña al Pujolismo con la contraprestación de que votasen en el Congreso una vez al PSOE y otra vez al PP a cambio de que no metiesen las manos en Cataluña y les dejasen hacer, Cataluña fue abandonada por unos y manejada por otros creándose un movimiento que ha desembocado en lo que hoy tenemos. A todos esos políticos incapaces la historia les juzgará.

La resolución del problema catalán empieza por el diálogo, por la sensatez, pero para que existan estos dos conceptos tiene que existir el fundamental, el cumplimiento de la ley y  en este país  el cumplimiento de la ley brilla por su ausencia. Tenemos un legislador que escupe leyes constantemente y además 17 Parlamentos, muy entretenidos, que hacen ídem de lo mismo, leyes declarativas que en demasiadas ocasiones no se cumplen o se cumplen tarde.

El veredicto alemán ha puesto patas arriba la credibilidad del Tribunal Supremo, nuestro sistema jurídico. Y eso es lo peor que le ha podía pasar a España. Solo faltaba poner en umbrete a los jueces para que el sistema se derrumbase. Las leyes no sirven para nada si no existe un Poder coercitivo que las imponga y las haga cumplir. La ley en España es la tolerancia y la holgazanería  hasta extremos inconcebibles y ahora cómo colofón llega un Estado alemán, emite un veredicto y entramos en el carrusel de la justicia europea donde nuestra credibilidad en todo los aspectos está a cero. Se imaginan que este hecho le hubiese ocurrido a Francia con Córcega, a Inglaterra con Escocia etc. No. Y ahora por la incapacidad, mediocridad de los políticos de este país tendremos que hacer -pasillo- en los diferentes órganos judiciales europeos o dejar que Puigdemont campe a su aire por la Europa “amiga”; aunque lo mejor es eliminar la euroorden y que se lo quede Europa y Alemania. Ante todo este estropicio y falta  de sensatez solo queda una solución urgente, Elecciones Generales. Y me dirán para qué, ¿ para que salgan los mismos como ocurrió en Cataluña? Pues amigos así puede ocurrir pero estamos en democracia el sistema menos malo que existe. Amen.

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Comentarios(1):

Manuel - 09-04-2018

Más claro, agua