Un frente democrático para Cataluña

Y ahora qué. Los pasos que se han dado son importantes pero insuficientes si los protagonistas constitucionalistas no se unen bajo el paraguas constitucional y de seguridad jurídica para que vuelva el mundo financiero huido y ofrezcan a los catalanes seguridad y progreso.

Van a perder una gran oportunidad de iniciar el camino para apagar el fuego de forma definitiva del independentismo fabricado a golpe de cheques, empleo clientelar, mentira y engaños. Es muy difícil porque se ha dejado hacer, pero todavía se puede si hay unión. Ya están convocadas las elecciones el 21 de diciembre, pero sólo eso es insuficiente, hay que prometer a los catalanes libertad y no una vuelta al régimen excluyente que han padecido en que una parte y una casta haya sometido a la otra. La tortilla se ha dado la vuelta, pero no se ha ganado nada salvo que todos los partidos independentistas han aceptado la legalidad española salvo el ex Govern y el payaso de Puigdemont que de forma patética sigue con su locura fuera de la realidad, en su espejo virtual pero ahora sin aplausos.

Cierto, dijeron que no a las elecciones, pero se encontraban con el pie cambiado gracias al acierto del presidente español, pero raudos y veloces cambiaron y tiraron su legalidad y república por la borda. Pero es que amigos de la boina ¿quién rechaza el panal de rica miel que son la subvenciones, los sueldos y las prebendas? Cómo no van  a acudir. No pueden quedar fuera del paraíso del privilegio, estos privilegiados del sistema seudo democrático de democracia cautiva en que está montada España. Y además tienen una gran baza y un balón de oxígeno que les dan los llamados constitucionalistas, les perdonan la vida y les invitan a seguir y mandar.

Pero estos nacionalistas de viejo cuño no son fiables, me recuerdan a Fernando VII cuando juraba la Constitución de Cádiz y dijo aquello de: «Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional»

Y ello se debe a que los llamados partidos constitucionalistas, aquellos que dicen en más o en menos que respetan la Constitución, si bien es mejorable, no se van a presentar como Frente Democrático. Van a perder una ocasión de oro de ponerse de acuerdo en lo fundamental,  formalizar y ejecutar definitivamente el engranaje de Cataluña en España y España en Cataluña. Hay que modificar lo modificable en la relación entre Cataluña, Murcia, Cantabria etcétera. Y esa modificación solo es una, volver a conocernos porque si una cosa es cierta es que los Govern de Mas y Puigdemont nos han enfrentado y han hecho que seamos unos  desconocidos en nuestra casa, en nuestro país. Existe un perfecto encaje territorial de solidaridad en la Constitución solo hay que leerla desde el positivismo y no como han hecho desde la óptica del derribo. Hace falta voluntad de seguir y de hablar, que no se hace, y no empezar con tirar la casa de todos (la Constitución) con la pretensión de hacer otra. Lo antiguo hay que conservarlo y la Constitución es válida, la máxima modificación, si se empeñan, un anexo, una adenda. Incluso como decíamos hace poco crear un Erasmus territorial de Iberia, de Hispania incluido Portugal, y por qué no también Portugal. No sería  descabellado dar  un paso adelante y que se incluya Portugal en el nuevo ajuste territorial que se tiene que hacer pero para hacer eso todos tenemos que estar de acuerdo en  que hace falta un Estado Único. Y ello conllevaría mandos únicos en la seguridad que es compatible con que cada Autonomía disponga de su seguridad local, autonómica, pero un mando estatal para que las policías no juegues a juegos de política policial. Los ciudadanos quieren seguridad jurídica y en ese gran bloque es donde entran todas las materias de convivencia. Hay que reestudiar la inmersión lingüística porque hasta ahora la inmersión lingüística en Cataluña consistía en la exclusión del castellano, esa era la inmersión lingüística que se estaba y se está practicando en Cataluña. Hay que volver a una educación de verdad sin tergiversar la historia para acomodarla al independentismo como llevan 20 años haciendo. Hay muchas cosas que se pueden mejorar y ahora es la oportunidad única y de oro como decimos arriba para crear un verdadero Frente Democrático que asuma lo fundamental, un Frente Democrático que tiene que estar formado por los partidos políticos que defienden la Constitución en su más o en su menos. Pero será que no. Fíjense amigos de la boina que los independentistas crearon un frente para pedir la independencia y no ganaron y se juntaron desde anti sistemas, radicales de izquierda de derecha, Podemos, catalanistas de todo pelaje. Y se unieron. Ahora mucho más fácil y después de los acontecimientos sería crear un Frente Democrático constitucionalista, ¡¡Pero será que no!! Así somos, así nos parieron.