Noticias de Cantabria
Opinión 30-09-2018 18:48

No querían a Rajoy pero ahora ya no quieren a Sánchez  

Ciento y pico días han pasado y en tan poco espacio de tiempo Sánchez, con la callada del PNV cómplice, y el apoyo de Podemos, ha desafiado al legislativo queriendo burlar con fraude de ley la legalidad para tratar de aprobar los PGE, puerta, para que pueda seguir hasta el 2020.


Ciento y pico días han pasado y en tan poco espacio de tiempo Sánchez, con la callada del PNV cómplice, y el apoyo de Podemos, ha desafiado al legislativo queriendo burlar con fraude de ley la legalidad para tratar de aprobar los PGE, puerta, para que pueda seguir hasta el 2020.
Sánchez con sus 84 diputados ha desafiado al Poder Judicial, primero abandonando a un servidor del Estado, Llarena, y luego a través de sus ministros mandando mensajes de presión contra jueces e Instituciones judiciales, Supremo, Audiencia, para que suelten a los presos etc. ¡Inconcebible¡.
 En el gobierno de Sánchez está sentado a través de la ministra Delgado su íntimo amigo el ex juez Garzón, apartado de la carrera judicial con deshonor, y a través de éste el comisario Villarejo desde la cárcel. Todo un sainete de los malos. Pena da España en estos 100 días.
El Gobierno se tiene que ir en bloque porque no es de recibo que el astronauta aposentado en el ministerio de ciencia tenga una sociedad instrumental para defraudar a la Agencia Tributaria, y que la ministra de justicia Delgado se junte con delincuentes reconocidos y más cosas. Bochornosas resultan las conversaciones con el delincuente Villarejo animándolo en su negociete del burdel cómo una gran idea y negocio. Le manda.
Todos, una gran mayoría de ciudadanos quería que se fuese Rajoy por mentiroso y por otros errores importantes de los últimos tiempos y entre otros la lenta y deficiente gestión con el tema catalán, pero creo que ahora hay una gran mayoría qué quiere que se marche Sánchez cuanto antes, y sin querer comparar a ambos mandatarios, no ha lugar, igualmente es mentiroso y muchísimas más cosas, y entre sus mentiras su doctorado.
 
 

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