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Opinión 24-05-2018 07:00

Persecución a la fauna salvaje en pleno boom Ecoturístico mundial

Las majadas, los invernales, los cuévanos, las albarcas, las bolas de hierba, los bueyes tirando del carro, los mastines… Las peñas, los páramos, las praderías, los picos… Mirlos, osos, lobos, águilas, milanos… El hayal con sus hayucos, el robledal con sus bellotas… El aroma del mar cantábrico desde el Peña Rocias, el Cornón, Peña Cabarga… El ganado y los incansables ganaderos…

 

Las majadas, los invernales, los cuévanos, las albarcas, las bolas de hierba, los bueyes tirando del carro, los mastines… Las peñas, los páramos, las praderías, los picos… Mirlos, osos, lobos, águilas, milanos… El hayal con sus hayucos, el robledal con sus bellotas… El aroma del mar cantábrico desde el Peña Rocias, el Cornón, Peña Cabarga… El ganado y los incansables ganaderos… Cantabria tierra de todo, donde a las siete de la mañana coges olas y a las once estás subiendo al Pico Tres Mares en telesilla para disfrutar de una bajada con esquís o tabla, como te dé la gana, porque en Cantabria tenemos de todo. 

 

 

Así es. Pocas comunidades autónomas tienen tanto en tan poco espacio. Por tener tenemos el Parque Nacional de los Picos de Europa, Reserva de la Biosfera. Pero da igual todo lo que podamos albergar si no lo sabemos cuidar. Cantabria con todo su verdor y un clima suave no es infinita, los recursos necesitan mimo. Tenemos la suerte de convivir con especies amenazadas e intentar que dejen de serlo y otras a las que demonizamos simplemente por una mala gestión o falsa publicidad.

 

Ha llegado la primavera, la estación del renacimiento, y muchos animales salen para recuperarse del que ha sido un duro invierno con abundantes nieves y mucha lluvia. Falta hacía. Los primeros brotes sirven de alimento a las madres a punto de parir, la loba se adentra en su cubil para dar la bienvenida a sus lobeznos, la osa sale con sus crías a conocer las peñas, las aves decoran las copas de los árboles con sus nidos… Los campos se llenan de vida y de color, de música y de alegría.

 

 

Mientras tanto, algunos seres humanos deciden que ciertas especies no son gratas en singulares territorios. Al depredador no se le deja depredar y al carroñero no se le permite comer carroña, por ejemplo. Todo esto a juicio de cuatro, pero con gran capacidad para hacerse oír en medios desinformativos. 

 

Desgraciadamente, cada vez es mayor la brecha que separa el mundo rural y el urbano, generando fricciones y ciertos odios sin fundamento. No conviene ensañarse con las diferencias, sino resaltar que todos somos cántabros y tenemos derecho a opinar vivamos o no en una casona montañesa o en un piso de la urbe. Cantabria tiene uno de los mayores activos naturales de España, con cada vez más afluencia de turistas (nacionales e internacionales).

 

 

En los últimos años, el ecoturismo se ha ganado un hueco muy importante a nivel nacional. No es casualidad, ni fruto de la coincidencia el boom de empresas de ecoturismo que están abriendo sus puertas. El ecoturista ama la naturaleza, valora la fauna y flora y consume productos locales, elaborados por los pequeños productores de Cantabria, que con mucho esfuerzo y dedicación sacan adelante quesucos, miel, chuletas, etc. Todo KM0 y 100% cántabro. Por lo tanto, ningún ecoturista quiere una montaña quemada, o un bosque sin animales. La fauna y flora es el gran valor añadido y diferenciador de Cantabria. 

 

Y todo esto… Para llegar a lo siguiente… Llevamos años mirando hacia otro lado con la gestión del lobo en nuestra tierra, y con la gestión de la fauna silvestre en general. El lobo, tan adorado y odiado, es reclamo para muchos y desgracia para otros. ¿Y su gestión? ¿Batidas? ¿De verdad esa es la respuesta a tantos años de reuniones, pantomimas de Mesas del Lobo y demás? ¿Esta es la gestión que queremos hacer de nuestro mayor valor: LOS RECURSOS NATURALES? 

 

 

¿Qué fue de sacar al lobo de especie cinegética, de crear una comisión de expertos que decidiera cómo paliar los ataques al ganado, de pagar las indemnizaciones al ganadero por el precio que vale el animal muerto, de la transparencia a la hora de realizar “controles” poblacionales y más ítems? Por favor, sentémonos a hablar todos juntos otra vez y no destruyamos lo más bonito que tenemos: nuestra Cantabria. La persecución hacia la fauna salvaje en pleno boom del ecoturismo en nuestra Comunidad Autónoma es zafio y poco inteligente. 

 

Hay que asumir que el lobo es un depredador y a veces come ganado, que el buitre es un carroñero al que se le retiran los animales muertos de los montes, que a los osos les gusta la miel desde que la abeja es abeja, y que hace falta una planificación de cohabitación humano-animal para que este “berenjenal” no llegue a la aniquilación de ninguna especie. 

 

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Comentarios(3):

Nini - 21-05-2018

Apasionante y emotivo artículo de quien conoce, disfruta y ama a su tierra por lo que se desprende del escrito.Efectivamente podemos disfrutar tanto del mar como de la montaña pero necesitamos de gestores conocedores y apasionados de nuestra tierra con verdadero interés de conservar lo que tenemos sin ser pusilánimes o complacientes con los que más gritan muchas veces por ignorancia y desconocimiento.Siempre existieron los lobos, los osos y supimos habitar en armonia.Tomemos medidas parte a compensar a los ganaderos de las posibles pérdidas y a la vez conservar nuestro ecosistema.

profesor - 20-05-2018

Un gran S.O.S porla fauna de cantabria Enhorabuena.Hay que luchar contra la pusilanimidad de nuestros gobernantes o ignorancia de otros.La fauna es fundamental para nuestra propia supervivencia

de acuerdo - 20-05-2018

No podemos consentir que se convierta nuestra Naturaleza en naturaleza muerta sin grillos, sin osos, sin lobos, sin buitres La naturaleza es nuestra vida.