Si fuese catalán votaría a Valls  

 
 
 
Un verdadero lujo tienen los catalanes en las próximas elecciones porque van a disponer de la posibilidad de poder votar a un “citoyen” de la izquierda europea, un político de los escasos que se puede decir que está contrastada su valía política y profesional, una rara avis de la política, y además llega de ser primer ministro francés y está vacunado contra el virus de la corrupción.
 
El exministro francés, que quiere ser alcalde de Barcelona, es el mejor antídoto contra el nacional virus radical independentista que pulula por esta vieja piel de toro y por tal motivo desde el primer momento se han posicionado contra el franco-catalán desde el nacionalismo radical, excluyente, y cada día que pasa con más ribetes nazistas que ornan sus declaraciones xenófobas. El bailarín Iceta todavía no se ha subido al carro de su colega socialista porque es un presunto socialista catalán y no conoce el principio de - Liberté, égalité, fraternité-
 
 La declaración nazista y racista de la última ex presidenta del Parlament, Nuria de Gisper, lo dice con claridad vía twitter desde donde está posicionado ese independentismo catalanista, racista, xenófobo y supremacista que pide que Arrimadas, esa mujer de las siglas  Ciudadanos que tiene los ovarios  bien puestos, la invita a que  se vaya de “su país”. Le manda! Valls es catalán, es francés, es español, es europeo, es un ciudadano del mundo y una pena que no podamos votarlo desde Cantabria.
 
A cierta derecha rancia, todavía ignorante y des posicionada se ha quedado asustada cuando en unas recientes declaraciones Valls ha dicho que es de izquierdas, naturalmente que es de izquierdas y no va a dejar de  serlo. Lo que ocurre es que los partidos de aquí conservadores y socialistas todavía no se han quitado el polvo de la era y es por ello que cuando salen a Europa son otros y hasta se ponen chaqué.
Afortunados somos cuando un político de la izquierda europea llega a España a hacer política porque tienen una amplitud de miras que aquí cuesta coger a algunos/as. A ver si aprenden los de aquí lo que es izquierda y derecha y olvidan los viejos topismos del siglo XIX que sin duda se debe a que muchos aprendices de la política no han pasado por la Universidad ni han estudiado teoría política, ni tan siquiera han tenido en sus manos un Duverger. Si amigos/as, la -teoría política- también se estudia para no decir sandeces como las que escuchamos todos los días por esta tierra.