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Cultura 09-11-2025 07:45

El coro Adamar y la Camerata Altamira interpretan este domingo el Requiem de Salieri en San Vicente de la Barquera

La Iglesia de Santa María de los Ángeles, en San Vicente de la Barquera, acogerá este domingo, 9 de noviembre, un concierto homenaje al compositor Antonio Salieri en el 200 aniversario de su fallecimiento.

El coro Adamar, junto con el ensemble instrumental Camerata Altamira serán los protagonistas de esta cita musical que contará, como solistas, con Sara Castrillo, soprano; Ainhoa Zubillaga, mezzosoprano; Federico Teja, tenor, y Juan Laborería, barítono.

Se trata de una propuesta que cuenta con la colaboración de la Fundación Camino Lebaniego y la Dirección General de Cultura del Gobierno de Cantabria y que se repetirá el 29 de noviembre en la Iglesia de La Asunción de Laredo

Más de 40 músicos de Cantabria participarán en este concierto que, dirigido por Carlos Díez, fundador y director titular de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Getafe, se abrirá con la Sonata de Iglesia número 15 de Mozart, continuará con la cantata compuesta de forma conjunta por Salieri y Mozart 'Per la ricuperata salute di Ofelia', y concluirá con la interpretación del Requiem de Salieri, obra que el compositor escribió para su propio funeral.

El repertorio se ha elegido fundamentalmente para revitalizar y homenajear a este compositor al que la historia no siempre ha hecho justicia, pero también, según explican sus organizadores, para mostrar que "a pesar de lo mucho que se ha insistido sobre la rivalidad entre Salieri y Mozart, hay muchos datos que demostrarían que eso no es cierto".

En este concierto interpretarán 'Per la ricuperata salute di Ofelia' una composición conjunta que escribieron para animar a una soprano que enfermó justo antes de un estreno. La partitura fue descubierta en 2015 en Praga y, a pesar de que la versión original era par voz y piano, en este concierto se estrenará en España con un arreglo para orquesta de T. J. Herrmann.

Antonio Salieri (1750-1825) desarrolló la mayor parte de su carrera en Viena, donde llegó a ser maestro de capilla imperial. Destacó especialmente como compositor de ópera, con más de 40 títulos, y entre sus alumnos figuran grandes compositores como Schubert o Liszt.

El Requiem, escrito en 1804, es una pieza cargada de espiritualidad que demuestra su dominio del contrapunto y que será la gran protagonista del concierto de este domingo.

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