La cultura española vuelve a sacar un aprobado raspado (5,4) en el examen de los agentes culturales
El papel de las políticas públicas en los usos y límites de la IA suspende por la percepción de que favorecen su integración
La cultura española ha aprobado con una puntuación de 5,4, la misma cifra que en el año pasado y una décima más que en 2023, por lo que sigue siendo la nota más alta en la última década de los Informes sobre el estado de la cultura en España de la Fundación Alternativas y el Observatorio de Cultura, realizado a 90 agentes culturales.
Sin embargo, los expertos advierten acerca de la sensación de "estancamiento" y de un "techo todavía difícil de superar". La encuesta se ha realizado entre los meses de julio y septiembre de 2025 y se ha tenido en cuenta a agentes culturales destacados de todos los sectores --Artes Escénicas, Artes Plásticas, Música e industria discográfica, Cine y producción audiovisual, Libro y Bibliotecas, Videojuegos y multimedia y creatividad publicitaria--, procurando su distribución entre creadores, productores/ editores/gestores y expertos académicos/ críticos de cada sector.
El documenta señala que la cultura mantiene su "máxima" calificación en 2025 en un contexto "adverso" y se frena la tendencia ascendente de los últimos cinco años. La estabilidad, según los expertos, confirma la solidez del sector, aunque también refleja una cierta sensación de "estancamiento", ya que se mantiene el nivel más elevado de aprobación, "pero sin avances adicionales respecto al año anterior".
Esta puntuación --afirman-- que se debe entender en un contexto político y económico convulso, de frágiles mayorías parlamentarias, con presupuestos generales prorrogados, tensiones internacionales y conflictos bélicos, pero también con un balance positivo de las políticas culturales desplegadas en 2025 y con un sector de las industrias culturales y creativas en expansión.
"La nota de este año sintetiza así la paradoja de una cultura resiliente y crecientemente valorada, pero que demanda un nuevo impulso para superar la actual fase de estabilidad contenida", indican los expertos.
Sobre un cuestionario de 54 preguntas, un total de 17 preguntas han sido valoradas por debajo del aprobado, lo que representa el 31,5 por ciento del total. La encuesta confirma tres debilidades señaladas en ediciones anteriores: la sostenibilidad económica de creadores y PYMES, la escasa proyección exterior de la cultura española y las limitaciones de los medios tradicionales en la promoción de la diversidad cultural.
Los principales puntos fuertes de la cultura en España se reflejan en las once cuestiones mejor valoradas de la encuesta, todas ellas con calificaciones iguales o superiores a 6. Estas se concentran principalmente en las esferas de creación, producción/edición, distribución/comercialización, uso y consumo de la cultura y políticas públicas.
La única esfera ausente de este grupo es la de proyección exterior, que vuelve a situarse en un lugar desfavorable al recibir un 3,4. Además, la remuneración justa de los profesionales también suspende con un 3,6.
Por esferas de actividad, la creación mejora levemente, al pasar de 6,3 en 2024 al 6,4 en 2025, mientras que la producción y edición conserva sin variaciones su calificación de 5,6 en ambos años. La distribución y comercialización experimenta un repunte (de 5,2 a 5,4), pero el consumo cultural retrocede una décima (5,7 a 5,6).
Las políticas públicas y estrategias comerciales muestran un avance significativo (de 5 a 5,3), conquistando su mejor calificación de la serie de Informes ICE, y la proyección exterior y cooperación registra una leve caída (de 4,5 a 4,4).
ROLES PROFESIONALES
Por roles profesionales, los gestores (productores, editores, distribuidores) lideran el optimismo de las calificaciones con una nota de 5,7 (5,9 en 2024), un aprobado que supera por tres décimas la calificación general del estado de la cultura en España (5,4).
Asimismo, los creadores (artistas y autores) expresan su pesimismo en las respuestas y sitúan el estado de la cultura en España por debajo de la barrera del aprobado (4,8, frente a 4,7 en 2024), un suspenso que aleja su valoración de la calificación media en seis décimas.
En una posición intermedia entre ambos, los expertos (investigadores y críticos) se sitúan en un 5,2, igual que el año pasado, solo un par de décimas por debajo de la calificación promedio (5,4).
EL RETO DE LA IA
Una de las principales novedades del informe es la incorporación de un bloque específico de once preguntas dedicado a la Inteligencia Artificial, que profundiza en un ámbito de creciente relevancia para la cultura y que ya había sido objeto de una primera aproximación en la encuesta del año anterior.
Los agentes culturales reconocen el potencial creativo de la IA, especialmente en la exploración de nuevas formas de expresión artística, que obtiene una valoración de 6,1. Este resultado, según Fundación Alternativas, evidencia el consenso en torno a la capacidad de la IA para ampliar horizontes expresivos, facilitar la experimentación y acelerar procesos de innovación.
Sin embargo, el entusiasmo se modera cuando se evalúa su aprovechamiento real por parte de las industrias culturales y creativas, que apenas alcanza un 5,5, reflejando dudas sobre su capacidad para incorporar plenamente estas tecnologías.
La dimensión más crítica se concentra en el ámbito de los derechos de autor, puesto que la posibilidad de que los sistemas de IA reproduzcan obras humanas sin mecanismos claros de compensación recibe la peor puntuación del bloque (2,3).
El papel de las políticas públicas tampoco logra superar la barrera del aprobado. La percepción de que estas favorecen la integración de la IA en beneficio de la cultura y su diversidad recibe un 3,9, mientras que la idea de que velan por los derechos culturales y el bien común alcanza un 4,6.
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