La comunista Yolanda Díaz se queda sin fuelle. Carlos Magdalena

Ha resistido mucho, más de lo que la inmensa mayoría de la gente que la conocía pensaba pero ha sabido agarrarse al poder a la sombra de Sánchez.
Sus inicios fueron de trasteo en su Galicia natal, primero de concejal en Ferrol y después dio el salto  al Parlamento de Galicia y de ahí al Congreso de los Diputados ocupando distintas portavocías hasta que Pablo, el de la coleta, la subió a cuchos y la aupó dando un triple salto mortal de vicepresidenta del Gobierno de España. En ese momento pasó olímpicamente de un Pablo Iglesias que estaba en horas bajas  y entro a depender de la órbita de Sánchez cambiando al de la coleta por el del Falcon.

Juntos, Pedro y Yolanda, y siendo de la misma calaña configuraron una mayoría falsa frente a la sociedad real que configura España dando alas al gran mentiroso, que dijo que nunca pactaría con los Podemos. Pero gracias a los  empresarios y trabajadores todavía no han destruido a este país que resiste contra los vaivenes políticos.

Todo este tinglado lo aguanta la élite del Partido Socialista Obrero Español a la sombra del árbol del mentiroso y supérstite que es Sánchez, ahora de vacaciones en Doñana a pesar de la avería del primer Falcon obligándole a coger un segundo Falcon que sí le llevó junto a su familia sano y salvo a su destino mientras el resto de los ciudadanos hacemos penitencia por sus ocurrencias políticas.

Las visicitudes de la comunista Yolanda han sido evidentes adaptándose a la conveniencia en cada momento, ha tenido una corta vida política hasta ahora a base de renunciar a su ideario político, pero muy intenso en los últimos años.
Esta abogada de sindicatos, de Comisiones Obreras, fue encumbrada por Pedro y Pablo porque ambos les convenía por sus propios intereses pero su osadía, con nuevo look al pisar Madrid, y desde el gobierno social comunista fundó el partido de Sumar animada por Sánchez. Pero como un soufflé que sube muy rápido se está desinflando y cayendo a pedazos porque poco a poco sus militantes la van dejando y se van marchando dándose cuenta del bluf que es y viendo su real propósito que era medrar ella y solo ella.
El último golpe de efecto de la señora Díaz ha sido que quiere meter a los sindicatos en los consejos de administración para utilizar a estos como su tabla salvadora. Ya lo intuían los grandes empresarios de nuestras empresas que empezaron hace tiempo la huida a Europa o Estados Unidos viendo el panorama incierto de nuestro país. Creemos que éste será (lo de los consejos de administración) su último golpe antes de que se produzca su derrumbe total y tenga que volver, que creemos que no, a trabajar en el mundo del derecho. Y cuando decimos creemos que no es porque esta gente cuando prueba la miel de la política de la poltrona es difícil que vuelva a la hiel, imaginamos buscará, como tantos otros ineptos, en Cantabria también tenemos de esos, una puerta giratoria de recolocación millonaria.

Se acercan elecciones, que es la mejor manera de desnudar a los políticos, y nos imaginamos que sus  partidarios de los inicios, inocentes ellos, la den la espalda totalmente a esta trepadora que promete y promete pero sólo para seguir ella en la poltrona.