Noticias de Cantabria
30-07-2007 22:52

Del abuelo al nieto (IV)

JOSÉ Mª FERNÁNDEZ: "Como estamos pergeñando los retratos espirituales del abuelo y el nieto queremos añadir un detalle más al del abuelo, el de que su nombre de masón era Rousseau, pero escrito Rouseau.".



La universidad del nieto estuvo en el bar.

 

Casi no iba a clase, pero frecuentaba el bar. Pedía los apuntes a un amigo y hacía juegos malabares con la pluma para que las cuatro ideas que plasmaba en el papel fueran materia suficiente para llegar al aprobado. Pero frecuentemente no llegaba. Pero este sujeto, el nieto, llegó -hoy es- a presidente del gobierno. Y así va la cultura y el rigor en España.

 

De casta le viene al galgo, dice el refrán.

 

Sabíamos que el abuelo había escrito a Julián Zugazagoitia ofreciéndose para colaborar en El Socialista. Y sabemos que la carta, recientemente publicada por Isabel Durán y Carlos Dávila en La gran revancha, está llena de faltas de orografía.

 

Por lo que se ve, al nieto le viene de casta, del abuelo.
Y no se explica uno cómo hay una persona tan petulante e insensata que se ofrece a escribir en un periódico y la propia carta en la que pide ser admitido como colaborador hiere, daña a la vista por la ortografía, la sintaxis y la lógica del discurso. El caso del abuelo.

 

Claro, que tampoco se explica uno cómo, habiendo hecho cátedra en el bar, veteranía en los estudios y exiguo acopio de ideas, se puede llegar a ser presidente de gobierno. El caso del nieto.

 

He aquí un párrafo de la carta del abuelo:

 

“Somos muchos los que pensamos en socialista; pero la mayoría que no ha llegado aún a una orientación definitiba, es materia muy permeable”.

 

¿Qué es “pensar en socialista”?

 

¿Qué es “orientación definitiva”?

 

¿Cómo el pensamiento de alguien es “materia” y ésta es “muy permeable”?

 

Como estamos pergeñando los retratos espirituales del abuelo y el nieto queremos añadir un detalle más al del abuelo, el de que su nombre de masón era Rousseau, pero escrito Rouseau. El detalle, aunque mínimo, parece indicarnos que su cultura no alcanzaba ni para escribir bien su nombre. Por lo menos, eso parece.

 

Y, como de casta le viene al galgo, los galgos del la perrera de ZP hoy nos ponen en bandeja perlas lingüísticas como algunas que comentaremos.

 

ZP, durante la pasada campaña electoral dijo reiteradamente que si ganaba arreglaría lo de la sangría de la violencia contra las mujeres. Ganó y no ha arreglado el problema porque hay más muertes de mujeres que antes, pero su gobierno promovió y aprobó una ley que, además de discriminarnos como personas (hombres o mujeres), la llamó, por ignorancia y falta de cultura idiomática, de “género”. Craso error, porque, con tal denominación, se confunde género gramatical con sexo. Craso error porque ignora que hay lenguas que no disciernen los géneros. Craso error porque las palabras no tienen sexo, tienen un género gramatical (si lo tienen) que no es el mismo ni siquiera en lenguas tan cercanas como el español y el francés. Craso error porque esta falta de cultura idiomática y esta ignorancia cultural lleva al Instituto de la mujer del gobierno del nieto a proponer usar “albañila”, “bedela”, estudianta” y hasta el viejo y esperpéntico “jóvenas”. Craso error porque ya hace casi veinte años explicaba Alarcos Llorach en una tercera del ABC que quienes así hablaban y así pensaban del idioma eran casi analfabetos en su propia lengua. No repetimos los argumentos de Alarcos Llorach, pero sí algunos de los ejemplos que ponía:

 

“La cuestión del género gramatical es más bien complicada. No cabe duda que “macho” coincide con “masculino” al decir “el león”, “el padre”, “el toro” o “el caballo” y que “hembra” es lo designado por el “femenino” cuando se mencionan “la leona”, “la madre”, “la vaca” o “la yegua”. Pero si hablamos de “el vencejo”, “el mosquito”, “el topo”, que son “masculinos”, o de “la liebre”, “la mosca”, “la golondrina”, que son “femeninos”, hacemos caso omiso de su sexo, pues hay machos y hembras entre esos animalitos. Y hasta al considerar “masculino” “el caracol” ignoramos –y nos quedamos tan tranquilos- que algunos gasterópodos son sexualmente hermafroditas. Perece evidente que el género no es igual que el sexo.

 

Yo veo y sueño con la directora del Instituto de la mujer del gobierno del nieto asistiendo al parto de un pino (masculino) cuando éste produce o “pare” piñas.

 

Y, consiguientemente, veo y sueño con la flojera intelectual de Zapatero y de sus huestes. A él, ya hemos dicho que le viene de casta.

 

Pero, por si estas tonterías en el uso del idioma fueran poco, en la España de ZP se añaden y se mezclan con los despropósitos nacionalistas que él alienta para mantenerse en el poder. Una muestra tragicómica de esto la pudimos leer en el Diari de Tarragona del 18 de diciembre de 2006:

 

“Campaña para promover la compra de juguetes en lengua catalana.

 

La oficina de Català de Cambrils difunde, como cada año, un catálogo de juegos y juguetes en catalán. El objetivo de esta iniciativa es que los ciudadanos conozcan que existen en el mercado juguetes en este idioma y que participen activamente en la causa pidiendo en los establecimientos este tipo de juegos. Además, dicho catálogo también incorpora una lista con los negocios que tienen una amplia oferta de juegos y juguetes en catalán.”

 

Y, como estamos instalados en el puro dislate, en el mismo periódico y el mismo día, apareció este titular:

 

“Desaparecen en el mar 102 emigrantes senegaleses que iban en cayuco a España”.

 

“Iban en cayuco a España”, o porque Cataluña, desde donde se escribe, no es España, o porque ya algunos periodistas no saben escribir, o porque, en fin, quieren emular la cultura de Zapatero, la que se adquiere en el bar y no en las aulas. Si es así, sospecho que lo hacen porque Zapatero es el triunfador y porque, con cultura de bar, piensan que, como le ha sucedido a él, ellos también pueden llegar a presidentes del gobierno.

 

Y… ¿para qué escribir bien y sin faltas de ortografía si su abuelo se ha hecho famoso e ilustre?

 

¿Para qué ir a clase, para qué aprender, para qué tener cultura si con todo esto hay que trabajar para ganarse la vida?

 

De casta le viene al galgo: El abuelo escribía con faltas de ortografía y el nieto hacía juegos malabares con la pluma para ir sacando, ir sacando la carrera de derecho…

Sé el primero en comentar