El redeño

Yo recuerdo y supongo que casi todos los que lean estas líneas, que no hace mucho cuando íbamos a la playa, al bajar la marea se formaban en la orilla cerca de las rocas, igual que ahora, mucho pozos donde los más pequeños, vigilados por sus padres, podían chapotear, pues no había peligro de olas y el agua estaba más caliente.
En estas pozas y en las rocas encontrábamos multitud de vida, erizos, lapas, mejillones, cangrejillos, mulatas, estrellas de mar, quisquillas, pececillos, etc… animales que gracias a la aparición de ese artilugio maligno llamado redeño, han desaparecido.
Hoy día no ves ningún vestigio de vida en ninguna de nuestras playas, lo que si se ve es en cada roca, en cada poza, una legión de niños y no tan niños, arrasando y diezmando cualquier vestigio de vida animal, con el citado artilugio de exterminio.
He visto padres coger un cangrejillo para su hijo, guardarlo en un cubo para luego olvidarse de él y con el calor del sol, dejarle morir y tirarlo a la arena sin ningún tipo de remordimiento.
Padres, abuelos, dejar los redeños en casa y enseñar a vuestros hijos a preservar la vida animal, pero enseñarles a respetarla, sin necesidad de coger ningún animal, con el único fin de exterminarlo. Mostrarles los animales y que sepan que es y como se llama cada uno, pero educarles para que no los maten.  Esta es labor de padres y educación para preservar la vida, para que todos podamos disfrutar viendo a estos animales con nuestros hijos, nietos, etc…
Llegará el día que solo los veamos en las fotos. Si este artículo sirve para concienciar a unos cuantos y estos lo divulgan, sería fantástico y cuantos más lo comprendan, mejor para nuestras playas.