Noticias de Cantabria
20-04-2009 11:00

Con ojo crítico

Crisis y despilfarros

Está la ciudadanía saturada ya de oír hablar de la crisis y lo que es peor, padecerla en propias carnes, bien de forma directa, en primea persona, o indirecta, como son los familiares y amigos...

Y es cierto que no hay semana que pase sin que alguna de las grandes empresas anuncien EREs temporales o cierres definitivos, además del recorte de puestos de trabajos en las Pymes. De toda esta avalancha sólo quedan a salvo los funcionarios o empleados públicos con categoría de trabajadores laborales de Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades y el propio Estado. Ese colectivo privilegiado en los tiempos que corren alcanza ya  los tres millones de funcionarios, sin incluir esos otros que entraron de “tapadillo” en las innumerables empresas públicas, que con el paso del tiempo se quedan fijos sin enfrentarse a una oposición o concurso. En Cantabria, que nos conocemos casi todos, tenemos un sin fin de ejemplos. Es el dedo de los partidos de turno en el poder que coloca y derrama prebendas con dinero ajeno pero público, porque sale de los impuestos ciudadanos. Pues bien, estos empleados públicos, algunos de ellos, están en estos días reivindicando aumentos salariales, mejoras en las condiciones de trabajo  y reducción de horario, como si las treinta y cinco  horas semanales fuese una pesada carga de llevar.

Frente a este panorama no se oyen voces desde los gobernantes de reducción del gasto público en este ámbito, ni recortes de plantillas como hace cualquier empresa en crisis, ni medidas drásticas para mejorar la productividad y exigir mayor esfuerzo y entrega. En concreto, estamos asistiendo al nacimiento de dos clases de ciudadanos en edad productiva: empleados públicos y resto de trabajadores,  que no se nos olvide, contribuyen con sus impuestos al mantenimiento de la bonanza de los primeros.

Paralelamente, las entidades públicas siguen con presupuestos expansivos, que siempre sobrepasan y recurren a más deuda que ya asumirán los políticos que les releven. Como tiran con pólvora del rey, no se preocupan de aportar su grano de arena para paliar la crisis, porque los recortes siempre son impopulares. Lo más, algún gesto para la galería, como el de congelarse los sueldos, ya bastante excesivos, que tuvo el alcalde de Santander, entre otros. No quiero incidir en los gastos suntuosos, festejos millonarios, corridas de toros, obras innecesarias…

Ante este panorama desolador de falta de medidas concretas para aliviar la crisis que deberían empezar por un control estricto del gasto público, los ciudadanos miran para otro lado y parece que todo esto no va con ellos. Mientras les falta el análisis y la capacidad crítica seguiremos dejando que quienes tienen la responsabilidad de gobernar s dediquen a lo suyo en lugar del bien público, sabedores de que nadie les pide cuentas de lo que hace. Pasados cuatro años volverán con las promesas electorales y continuarán con el despilfarro y el clientelismo, pese a la crisis. Una pena.

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Comentarios(3):

funcionario - 30-04-2009

¿Es que los funcionarios no pagan impuestos?. Ya está bien que, cuando las cosas van mal, seamos los funcionarios los culpables de todo. ¿O es que tenemos la culpa de la perniciosa confusión entre la banca comercial y la banca de inversión?. ¿O es que tenemos la culpa de que los bancos cedieran a la tentación subprime azuzados por políticas monetarias ciertamente arriesgadas?. ¿Tenemos la culpa de la hipertrofia del estado de las autonomías?. ¿Por qué no se dice toda la verdad?. ¿Por qué no se compara la magnitud del sector público y los servicios que se prestan ahora y los que se prestaban hace diez o veinte años?. ¿Por qué nadie se fija en nosotros cuando las cosas van bien y nuestros sueldos no se revalorizan (como sí ocurre en la empresa privada) conforme al IPC llegando incluso a "congelarse" en dos ocasiones (una con el PSOE y otra con el PP)?. Una congelación, por cierto, que se repetirá por que así debe ser y por mucho que, el ignorante que nos gobierna, diga lo contrario. No obstante, ¿por qué nadie repara que los salarios en la empresa privada pueden negociarse por encima, muy por encima de lo que se gana en la administración pública cuya negociación es rígida?. Por otro lado, cuando se habla de los tres millones de funcionarios no hay que olvidar la plaga de altos cargos, cargos de confianza o libre designación que engordan la Administración por la cabeza de forma exagerada, la proliferación de empresas, organismos, fundaciones, institutos, entes locales y regionales etc... que proliferan doquier colocando a los afines en ideología o parientes varios, asegurándose, la casta política, cuotas de poder dentro de la Administración.¿Por qué no se analiza la externalización de los servicios públicos y la creación de administraciones paralelas y el sobrecoste que ello supone?. Y en cuanto al sacrificio y la entrega, ¿qué hacen nuestros gobernantes con la carrera profesional?. ¿Cómo pueden pedir entrega y sacrificio por encima de lo exigible cuando luego quienes ascienden son los afines independientemente de su capacidad y mérito ( laboral se entiende)?. Entiendo que con los tiempos que corren la tentación de señalar a los funcionarios es muy grande pero existen millones de ello a los que nadie ha regalado nuestro puesto de trabajo y que somos conscientes de las ventajas de ser funcionarios (por esas razones elegimos serlo) pero también somos conscientes de las limitaciones (y, a pesar de las mismas, decidimos trabajar en el sector público). Una elección libre, en fin, que, por otro lado, está a disposición de todo españolito de a pie. Un saludo.

RAMIRO - 24-04-2009

Todoesto sucede por que en España tenemos la mayor masa de iletrados de Europa, y cuando van a votar, no saben lo que van a hacer. A este paso podemos llegar a tener mas empleados que productores, y nadie dice nada. Y venga Manolo otra de gambas, por el triunfo del Real Madrid, y el que venga atrás que arree. RAMIRO

sanitario - 22-04-2009

Ya es hora que alguien hablase del elevdo número de funcionarios quie pagamos todos. Si no estoy mal informado en los últimos diez años han pasado de dos a tres millones. ¿ Y en qué hemos mejorado ?