Derribos y aparcamientos en la calle del Monte

Estas intervenciones municipales hay que aplaudirlas pues los edificios ruinosos han estado décadas a la vista de todos los santanderinos sin que desde el Ayuntamiento se adoptase  ninguna actuación, quizá porque siempre traen conflictos a los regidores los expedientes de expropiación, las indemnizaciones y las declaraciones de ruina. Herramientas, por otro lado, que recoge la ley para dar solución a problemas urbanísticos. Frente a esta inoperancia del Consistorio durante las últimas legislaturas, el  equipo que encabeza Iñigo de la Serna parece que tienen las cosas claras y  utilizando las armas que le da la ley está llevando a cabo actuaciones para eliminar aquellos puntos negros de la ciudad como son los edificios ruinosos o aquellos otros que están fura de ordenación urbanística, que también hay varios por el callejero,  como el de la calle Los Aguayos.

Sólo con  decisión y empeño se pueden realizar desde el Ayuntamiento estas operaciones urbanísticas para mejorar el entorno urbano y embellecer la ciudad, aunque en la mayor parte de las ocasiones lleven a enfrentamientos con la propiedad por diferentes intereses creados.

Estas razones pueden explicar que anteriores Corporaciones dejasen pasar el tiempo y las legislaturas sin tomar cartas en estos asuntos. Afortunadamente para los santanderinos, parece que este nuevo equipo de Gobierno trae nuevos aires y soluciones urbanísticas para la ciudad, que es algo más que el Paseo Pereda, Castelar y El Sardinero. De ahí nuestro aplauso al actual regidor, que nos vienen sorprendiendo favorablemente con algunas actuaciones puntuales que parecían enquistadas. La iniciativa parece que tendrá continuidad con los otros dos edificios que quedan en la confluencia de las dos calles, con lo que se ganará un parque público en el mismo centro del casco urbano. Al hilo de este proyecto municipal de parque público, y teniendo en cuenta su ubicación y su desnivel orográfico, no estaría de más estudiar la realización de un parking subterráneo para residentes de esa zona, reservando la superficie como bien común y de todos los santanderinos. Al fin y al cabo, en esta zona sí escasean los aparcamientos.