Noticias de Cantabria
14-09-2007 12:09

El comunismo: La mayor secta de asesinos (III)

"¿Y los partidos socialistas? ¿No revisaron sus postulados y asumieron los principios democráticos? Sólo tras la II G.M., cuando, con generoso sacrificio, los vástagos de las clases medias defendieron los principios de la libertad".

 

 

¿Y los partidos socialistas? ¿No revisaron sus postulados y asumieron los principios democráticos? Sólo tras la Segunda Guerra Mundial, cuando, con generoso sacrificio, los vástagos de las clases medias defendieron los principios de la libertad.

 

Antes de eso, los socialistas sin excepción participaban de la sentencia universal de muerte contra la burguesía y hasta hace dos días, casi todos, de la ideología sustentadora de ese odio criminal de clase. El socialismo no pertenece a la gloria de la especie, ni a sus ansias de injusticia, sino a su miseria y a sus más bajos instintos depredadores.

 

La exculpación del socialismo, el ocultismo de los genocidios comunistas tan intensos y universales adquieren las características de una conspiración interesada. Porque socialismo y comunismo no sólo han sido la ingeniería social más extensamente experimentada en el tiempo, también alcanzaron, como pensamiento único, el control de las universidades y de la mayor parte de los cauces de difusión de la cultura. Los defensores de la sociedad abierta han sido disidentes en las democracias.

 

Tras el fracaso en el intento de exterminio, en el postotalitarismo, los socialistas han encontrado más rentable expoliar a las clases medias. Mientras éstas rechazan vivir a costa de los demás, ser de izquierdas consiste en tratar de vivir del sudor de otros, mediante sublimaciones semánticas con pretendidas ínfulas morales. Socialismo ha devenido en coartada del parasitismo fiscal de nuevas manos muertas.

 

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