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Santander 09-05-2025 12:15

Gema Igual pondra el color azul del suelo de los jardines de Piquio

Miedo da a los santanderinos como quedarán los Jardines de Piquío. Por lo menos no han entrado las maquinas como hizo en los jardines de la Plaza Italia destruyéndolo todo y convirtiendo los jardines de la Plaza de Italia en los Jardines de las Losetas y Macetas

El concejal de Fomento, Agustín Navarro, ha dado a conocer este viernes los resultados de la votación, que se ha mantenido abierta en el Casino del Sardinero entre los días 19 y 27 de abril, junto a una exposición en torno a la historia y la transformación de estos jardines a lo largo de los años.

En concreto, han participado 854 personas empadronadas en Santander, de las que 536 han optado por el color azul (62,76%) y 318 por el negro (37,24%), que son "los dos colores elegidos para este pavimento a lo largo de la historia", ha indicado.

La renovación de este espacio es una actuación "muy solicitada y consensuada con los vecinos y el sector turístico de la zona", que permitirá rehabilitar y mejorar los jardines manteniendo su diseño original.

El responsable municipal ha detallado que, antes del inicio de los trabajos, se llevaron a cabo las catas necesarias para conocer las diferentes capas e intervenciones realizadas a lo largo de los años de cara a obtener información concreta, que se ha sumado a la disponible en diferentes documentos y planos.

HISTORIA DE DOS COLORES

Los Jardines de Piquío ocupan un espacio emblemático e identitario en Santander. El primer ajardinamiento se produjo en el año 1897 y en 1932 Ramiro Saiz Martínez reordenó y construyó los Jardines como los conocemos en la actualidad.

En la segunda mitad del siglo XIX, cuando el promontorio de Piquío comenzó a ser una zona de disfrute y esparcimiento para santanderinos y visitantes, sus caminos eran de gravilla.

En 1897 las principales calles adoquinadas del centro de Santander se cubrieron de asfalto, un material novedoso en aquel momento que la prensa de la época describía como un piso limpio, cómodo y económico, pero su aplicación generó un gran debate con comentarios jocosos en los periódicos, como la posibilidad de renombrar la elegante `Calle de La Blanca` como `Calle de La Negra`.

Las numerosas fotografías de Piquío entre esa época y la primera década del siglo XX sugieren que sus caminos siguieron siendo de gravilla y la primera noticia sobre el alquitranado se lee en la prensa en junio de 1942.

El alquitrán o brea, llamado popularmente `pichi` en Santander, es una sustancia natural, viscosa y de color negro, obtenida a partir de materia vegetal y mineral.

En su proyecto de ordenación y embellecimiento de 1942, Ramiro de Mesones decidió dar continuidad al color negro del pavimento optando por el asfalto fundido.

De bajo coste y fácil aplicación y mantenimiento, este material se adaptaba muy bien al sinuoso trazado de los caminos que diseñó, con numerosos entrantes para ubicar bancos, parterres y otros elementos como las elegantes creas rojizas de ladrillo.

Inicialmente negro muy oscuro, el asfalto clareaba con el tiempo hasta adquirir un tono grisáceo que resultaba ideal como fondo neutro para el festival de colores que explota en Piquío cada primavera.

Este pavimento cumplió su función hasta que a finales de los años 80 comenzaron a formarse burbujas en la superficie que muchos recordamos.

En 1998 el Ayuntamiento realizó una "intervención global" de Piquío y, para corregir los desniveles del suelo, se optó por una pasta niveladora de color azul, prevista como solución temporal antes de una capa final de pintura negra que nunca llegó a aplicarse.

Este cambio de color, aunque bien recibido por algunos, también dividió a los santanderinos. Para muchos, el gris oscuro original representaba la identidad de unos jardines que ya eran históricos, mientras que otros veían en el azul una opción más fresca, nueva y moderna.

 

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