Noticias de Cantabria
Vela 07-01-2017 18:42

El Chiqui comienza el año mandando en la clasificación del trofeo Mojito.

Con un día invernal, comenzó la competición de la clase Snipe del 2018, siendo el trofeo Mojito el que da comienzo a la temporada

Las victorias en  la tirada se las adjudicaron el Chiqui y el Chiqui IV. Tras la jornada de podio lo conforman las tripulaciones del Chiqui, el Chiqui IV y el Patin

El viento que desde la mañana soplaba del SW con 10/14 nudos de intensidad, hizo posible que la prueba inaugural comenzase a la hora programada, realizándose la competición sobre un recorrido instalado en la canal de navegación  al estar la corriente bajando con lo que era imposible navegar sobre los páramos del sur de la bahía; la lluvia fue la constante de la jornada, proporcionando una sensación térmica de unos 4 grados, por lo que tan solo tomaron parte 6 tripulaciones en esta tirada quedándose en tierra otras dos por falta de tripulantes (cosa insólita al existir dos escuelas de Vela en el mismo lugar desde donde salen los Snipes y que da una idea fiel de la crisis por la que pasa la vela Ligera), destacando la incorporación de la tripulación del Lastrin, que la temporada anterior casi no pudo navegar por cuestiones de exámenes; en esta ocasión navegaba de tripulante Carmen Ontañon y Javier Díaz Tejeiro de patrón.

La salida de la primera prueba fue valida a la primera, destacándose el Chiqui IV y el Patín que la hicieron por la bandera, mientras que el resto de la flota lo hizo más a barlovento. El Chiqui salió  amurado a babor, aletargando el bordo uno minutos para virar en busca de menos corriente, lo que le catapultó a la cabeza de la regata, puesto que no abandonó en el transcurso de la misma. Por la segunda plaza lucharon el Patín y el Chiqui IV, que fueron alternándose en el mismo, siendo en los  últimos metros de la prueba en los que se decidió la clasificación, proclamándose segundo el Patín, con Cristina de tripulante, tercero entró el Chiqui IV, cuarto el Güemes, quinto el Lastrin y sexto el Larus

 A continuación el comité comenzó con el procedimiento para la salida de la segunda prueba del día.

Nuevamente la flota apostó por salir por la baliza, lo que le costó al Chiqui IV en no poder tomarla, con lo que tuvo que trabucar y pasara a la flota por la popa.

En este tramo se destacó el Lastrin, que montó barlovento con más de dos esloras de ventaja sobre el Chiqui, tras el montaron el Güemes y el Patín seguidos del resto de la flota.

 En la popa las posiciones se mantuvieron, montado en sotavento la flota en un pañuelo.

El Lastrin y el Chiqui viraron inmediatamente, mientras que el Patín el Güemes y el Chiqui IV alargaron el bordo a la derecha.

 A medio tramo, una rolada a la derecha permitió al Chiqui IV corta la proa, por escasos metros, al Lastrin y al Chiqui, entablándose una lucha a virada entre ellos en los metros finales del tramo, montando la baliza  los tres en un pañuelo. En la popa, que fue donde se definió la clasificación, se destacó el Chiqui IV, mientras que el Chiqui, dejándose caer, adelanto por sotavento al Lastrin, cuarto terminó el Patín, quinto el Güemes y sexto el Larus.

La llegada a la rampa de prácticos coincidía con la bajamar, con lo que las rocas que permanecen por los siglos de los siglos junto a ella, hicieron de las suyas, al no haber visibilidad en el agua como consecuencia de las lluvias de estos días, sin embargo esto no fue lo peor para los deportistas que practican la vela, sino que el verdín que se acumulaba en la rampa ponía en peligro la integridad de estos  a la hora de intentar poner sus embarcaciones en tierra, lo que era imposible conseguir sin el esfuerzo conjunto  de todos los participantes, que entre unos y otros a dura penas conseguían el subirlas; en esta ocasión contaron también  con la colaboración de Abelardo, que ayudo a subir también a los  más pequeños.

 

Las rampas de prácticos, que son de la competencia del Puerto de Santander y que afecta directamente al CEAR de vela Príncipe Felipe y a la práctica de la Vela Ligera, y a todos los santanderinos que practican deportes náuticos, es una auténtica vergüenza el cómo están mantenidas. Es penoso que la Junta del Puerto  se gaste, hace unos días, un montón de euros para ponerlas barandilla y sin embargo mantenga la rampa y su entorno marítimo en las lamentables condiciones en las que se encuentra. 

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