El Ciclo de Conferencias sobre Prehistoria de Puente Viesgo analiza "por qué no entendemos el arte Paleolítico"
La trigésimo tercera edición del Ciclo de Conferencias sobre Prehistoria de Puente Viesgo analizará mañana, miércoles, los motivos por los que no se entiende el arte Paleolítico.

La ponencia, la sexta de esta 33 edición, será impartida por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria Manuel González Morales y tendrá lugar, a partir de las 19.30 horas, en el Centro de Arte Rupestre, ha informado en un comunicado la organización.
CONFERENCIA DE LAWRENCE GUY STRAUS
El catedrático de la UC sucede en el programa de conferencias de este año a su colega estadounidense Lawrence Guy Straus, con el que ha compartido la coordinación de las excavaciones arqueológicas de la cueva prehistórica de El Mirón, sobre las que centró su ponencia desde que se iniciaron en el año 1996.
Straus, arqueólogo e investigador norteamericano de la Universidad de Nuevo México y vinculado a Cantabria desde hace muchos años, destacó "los grandes logros" del proyecto prehistórico de la Cueva de El Mirón como extensión del de las Marismas del Bajo Asón, que fue ideado en 1995 poco antes de iniciarse las excavaciones en la cavidad de Ramales de la Victoria.
"El impacto del Proyecto de El Mirón ha sido y sigue siendo enorme y contribuye de manera muy importante a la fama del Cantábrico como una de las regiones clásicas y centrales del estudio de la prehistoria paleolítica y post-paleolítica en Europa", aseguró Straus tras recordar los innumerables trabajos publicados en artículos y revistas especializadas sobre las excavaciones e investigaciones de la cueva prehistórica cántabra y, especialmente, de su principal referencia arqueológica, la Dama Roja de El Mirón.
El ponente precisó que la Cueva de El Mirón estaba situada en un "lugar estratégico, amplio y cómodo" al borde de la Cordillera Cantábrica desde los tiempos de los neandertales hasta la actualidad, tras identificarla como una de las principales residencias de grupos humanos en el interior de la región y "yacimiento clave en la cuenca del río Asón durante el Magdaleniense Inferior (entre hace 18.000 y 12.000 años)".
Como explicó Straus en su conferencia, "después de las masivas ocupaciones humanas en el Magdaleniense Inferior, vinieron una serie de ocupaciones menos intensivas o menos continuas que corresponden con el clásico Magdaleniense Medio del Pirineo francés o de yacimientos cercanos como La Garma, La Viña o Las Caldas".
"El Mirón perdió su papel como el principal campamento base residencial del Alto Asón", agregó el prehistoriador estadounidense afincado en Cantabria durante casi toda su carrera profesional, que aclaró que los pueblos de cazadores recolectores fueron abandonando progresivamente los asentamientos en el interior para trasladarse al estuario del río.
Lawrence Guy Straus pasó a repasar las últimas investigaciones sobre la Dama Roja, principal referencia arqueológica de la cueva prehistórica de Ramales de la Victoria y el primer enterramiento humano completo del Magdaleniense descubierto en la Península Ibérica, del que el conferenciante dijo que fue "un enterramiento muy especial para una mujer extraordinaria".
Como recordó el ponente, la Dama de Rojo de El Mirón fue una mujer robusta, de entre 35 y 40 años, con una altura de 1,60 metros y de piel y ojos oscuros, que fue enterrada en una pequeña fosa dentro de una depresión natural de la cueva entre la pared del fondo del vestíbulo y un enorme bloque de piedra.
Straus matizó que se desconocen las causas de la muerte de la Dama de Rojo y reiteró que su enterramiento fue algo especial, con ofrendas como "el propio ocre espectacular" con el que se pintaron sus huesos y la más que probable concentración de flores de quinopodios, cuyo polen se ha encontrado en grandes cantidades.
"El bloque grabado y pintado con el mismo ocre de los huesos, quizás sirvió de lápida sepulcral" agregó el conferenciante, que ensalzó la importancia de la Dama de Rojo y la revolución paleogenética que ha generado el estudio de sus restos óseos.
Straus aclaró al respecto que estudios recientes revelen que la Dama de Rojo tenía una mezcla de genes de la población de Europa Occidental anterior la crisis del Máximo Glacial que se refugiaron en el suroeste y de genes provenientes de los Balcanes.
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