El acuerdo comercial entre la UE e Israel, pilar económico de las relaciones políticas
El Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, que entró en vigor a mediados del año 2000, perdura a día de hoy como el marco de referencia para las relaciones bilaterales e incluye como principal pilar una serie de facilidades de índole comercial que han permitido elevar por encima de los 42.000 millones de euros el valor de los intercambios.

La UE enmarca a Israel dentro de la Vecindad Sur, una amalgama que aglutina a países mediterráneos con los que los gobiernos europeos buscan tender puentes y estrechar lazos tanto políticos como comerciales y para los que se han desarrollaron instrumentos legislativos específicos.
Israel goza desde hace más de dos décadas de una zona de libre comercio que ha convertido a la UE en su principal socio. Cerca de una tercera parte de la actividad comercial israelí en 2024 tuvo del otro lado a países comunitarios, mientras que para el conjunto de la UE este volumen apenas representó el 0,8 por ciento --por detrás de Marruecos y Argelia--.
En total, el comercio bilateral alcanzó los 42.600 millones de euros el año pasado. Las exportaciones israelíes sumaron 15.900 millones, casi la mitad de ellos correspondientes a maquinaria y equipos de transporte, mientras que el 18 por ciento fueron químicos y otro 12,1 por ciento productos manufacturados.
Por contra, la UE exportó a Israel bienes por valor de 26.700 millones de euros, un 43 por ciento del total correspondientes también a maquinaria y equipos de transporte y otro 18 por ciento al sector químico.
LOS LÍMITES DEL ACUERDO
El endurecimiento de la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza llevó a varios Estados miembro de la UE, entre ellos España, a reclamar una revisión del Acuerdo de Asociación apelando al artículo 2 del mismo.
Según este artículo, "las relaciones entre las partes, así como todas las previsiones del propio acuerdo, estarán basadas en el respeto de los Derechos Humanos y en los principios democráticos". Este ámbito, prosigue, "constituye un elemento fundamental de este acuerdo".
El pacto introduce también límites en relación al origen exacto de los productos israelíes, ya que los bienes procedentes de los asentamientos en territorios ocupados "no pueden beneficiarse de ningún trato arancelario preferencial".
Así, cualquier producto debe tener claramente identificado su lugar de origen y la UE se compromete a actualizar periódicamente las zonas que Israel tiene "ocupadas" desde el año 1967 --la última actualización data de junio del año 2023--.
En cualquier caso, Israel se beneficia de otros marcos específicos de colaboración, como pueden ser el programa de ciencia e investigación Horizon, y de un Instrumento de Vecindad Europea destinado principalmente a proyectos de hermanamiento y administración pública en ámbitos como la educación, las telecomunicaciones o la gestión de aguas que, de media, suponen 1,8 millones de euros al año.
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