Cansa Zapatero? y Rajoy también

Cuando el país iba normalmente normal llegaron estos dos caballeros y empezaron a producir cansancio mental a unos y a otros. No podemos decir "me cansa España", porque sería imposible emular esa histórica frase de Miguel de Unamuno con su “me duele España”, sino que debemos afirmar con rotundidad que nos cansan los desaciertos y desequilibrios de los dos representantes de los ciudadanos con los que inicio esta columna.

Algo pasa en esta sociedad que no es culpable de nada, salvo de no tener lideres que nos tranquilicen y que tengamos que asomarnos día sí y día también para saber qué han dicho o hecho y en qué siguen en desacuerdo.

Lo que digo no es ningún invento sino una realidad; ambos están empeñados en amargarnos con sus ocurrencias. Es cierto que empezó bien el Sr. ZP, que salió cual podendo del avispero de Irak, pero a continuación nos metió en no sé cuántas “embarcadas” fuera y dentro de España que es peor, y el respetable está que no se lo cree. Estamos en todos los gallineros en donde se reparte estopa y donde no, tambien.

Los problemas que tiene ésta cansada España son tantos que sería cansino enumerarlos. La economía dicen que va bien. Alegrémonos. Mientras los de aquí a la menor oportunidad se ponen a la gresca en la corrala del Congreso. Llegó ZP y de un plumazo como si tuviese en su poder la máquina del tiempo se trasladó al año 1931 donde a decir de muchos empezaron nuestros males.

Para no ser menos el Sr.Rajoy hizo por envidia lo mismo no quiso quedarse en el siglo XXI y se trasladó con sus petates al año 1939.El inteligente y buen lector se apercibirán que con esas dos fechas es imposible avanzar porque una y otra representan opciones y formas de vida diametralmente opuestas. Amén que es el pasado que nunca debió de ser rescatado porque es historia.

El Sr. Rajoy quiere representar la España unitaria y el Sr. Zapatero va a por una modificación radical y sustancial territorial pero sin concretar ni fijar un rumbo con claridad, va sin derrota. En el mantenimiento de esas posturas es donde se crea la mayor dificultad de entendimiento, pero es que además la forma de ser y pensar de ambos representantes ha tomado una deriva peligrosa para este país y para los ciudadanos que lo ocupamos. Ambos, como consecuencia de su desencuentros personales, son culpables de los conflictos de las Españas, pero quien tiene la responsabilidad de tomar la iniciativa es el Presidente, porque todavía lo es.