Noticias de Cantabria
02-01-2011 11:23

Crisis, despilfarro y políticos sin coraje

Se acabó el 2010 y en contra de quienes auguraban que a partir de ahora dejaríamos la crisis económica atrás, todo apunta a que el 2011 será otro año tan malo o peor que el que concluye.

Estamos a punto de finiquitar el 2010 y en contra de quienes auguraban que a partir de ahora dejaríamos la crisis económica atrás, todo apunta a que el 2011 será otro año tan malo o peor  que el que concluye.
Parece  que hasta los mas optimistas están ya convencidos de que esto va para largo y no se vislumbra otro horizonte mejor. Los últimos datos y calificaciones de las agencias hacia nuestro sistema bancario empiezan a ser preocupantes  y parece que las medidas adoptadas por el Gobierno de Zapatero como la reforma laboral, la ampliación de la edad de jubilación, la congelación salarial de los pensionistas y la rebaja de sueldos de los funcionarios han sido insuficientes y no han dado a los mercados la tranquilidad deseada. Dicho con crudeza, parece que estamos en caída a tumba abierta y sin vislumbrar soluciones a corto o medio plazo, lo que es mucho más alarmante.
Frente a este sombrío panorama se hecha en falta a políticos con coraje que digan la verdad a los ciudadanos y apunten medidas drásticas  para contribuir a paliar la crisis e iniciar el camino sólido de recuperación de la economía.  Hasta el momento, nada  han hecho salvo tirarse los trastos a la cabeza y criticarse unos a otros. Está claro que faltan políticos de altura, algo necesario en tiempos difíciles como los que estamos atravesando. Y es que si analizamos las medidas adoptadas nos encontramos que sólo han sido de cara a la galería como esa reducción de sus sueldos, ya de por sí elevados, o eliminación de algunos coches oficiales. El resto de gastos sigue por los mismos derroteros del despilfarro del dinero público. Ni ayuntamientos, ni comunidades quieren entrar en la eliminación de asesores, teléfonos portátiles, empresas fantasmas, adjudicaciones a dedo, etc. Parece que todos los representantes políticos están de espaldas a la realidad y se preocupan únicamente de cómo conservar sus poltronas y mantener sus prebendas.
Todos los analistas coinciden en que tenemos una administración inflada y hasta triplicada (Estado, comunidades, ayuntamientos) que repite los servicios al ciudadano. Sin ir más lejos, en un folleto de esos que publica con profusión el actual Gobierno de Cantabria se puede leer que para informarse de la Ley de Dependencia se puede acudir a los Servicios Sociales del Ayuntamiento, Centro de Salud, Teléfono 012, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Consejería de Empleo y Bienestar Social e Instituto Cántabro de Servicios Sociales. Entiendo que en cada uno de estos seis lugares habrá al menos  una persona para responder, informar y aclarar.
En fin, leemos en un informe del Banco de España que la deuda de las comunidades autónomas ha crecido el último trimestre  un 27% y los políticos callan. Desde algunos foros se ha apuntado que la organización administrativa de nuestros  ayuntamientos en Cantabria es del siglo XIX y no tiene sentido en el siglo XXI tener 102 municipios, la mayoría de los cuales no disponen de presupuesto para mantener unos servicios mínimos al ciudadano, y los políticos aplazan ese debate para otra legislatura, cuando debieran ser los tres partidos políticos con representación en el Parlamento cántabro quienes ofreciesen alternativas para su reestructuración. Además se cuenta con un estudio realizado por la Universidad de Cantabria que de momento se mantiene en un cajón.
En la última asamblea de la FMC se planteó la necesidad de revisar la organización administrativa de los ayuntamientos pero ahí quedo todo, quizá porque en la Cantabria rural todavía anida el caciquismo con sus influencias de cara al voto.
El panorama es desalentador para el ciudadano de a pie, aunque los políticos, al parecer,  le ven de otra forma muy distinta lo que quizás les lleve a esa política de parchear en lugar de aplicar soluciones drásticas.

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