Noticias de Cantabria
21-07-2012 11:41

Dialogo, Dialogo Y Dialogo

El pasado jueves y que nadie lo niegue, los ciudadanos expresaron un profundo rechazo a todo lo que está aconteciendo. Y es natural..., ni entienden, ni comparten lo que les hace y lo que les propone el Gobierno. Es decir, las “medidas” y “recortes” promulgados desde el Gobierno?.

Por eso, la frase más escuchada o leída no es otra que el ya consabido, pero cierto... “La crisis no la hemos provocado nosotros”.  Pero se sienten los “paganos” y de resultas de este sentimiento, salen a relucir sobre todo, políticos y banqueros, como objetivo de esas iras y señalados como más que presuntos culpables.

No es del todo cierto, lo siento pero... discrepo. Ni todos los banqueros, ni todos los políticos. Pero hecha la excepción genérica, es imperativo dado el momento ocuparnos  de los que deben tomar las decisiones adecuadas, oportunas, certeras y además..., ¡justas! Porque sin olvidar la causa o a los causantes,  lo razonable es ocuparnos de lo urgente y luego, encontrar y “purgar” a esos culpables.

Todo indica que algunas entidades bancarias han jugado con fuego y se están quemando. Eso parece al menos. Lo inaceptable es que al Gobierno de España, se le haya ocurrido que..., quien debe aportar el “agua salvadora” es el pueblo español.
Ya solo esto es discutible para unos, pero inaceptable para la mayoría y en democracia, la mayoría es la que decide.

El problema es que ahora..., hay dos mayorías. Una, la que el Partido Popular ostenta en San Jerónimo, en San Rafael y en tantos otros sitios.
Sobre ésta, ya son muchos los que piensan que se ha conseguido a través de un fraude electoral, sustentado en una desesperada situación.  
La maniobra empleada, no es nueva. Acuérdense del Ministro Ángel Jesús Acebes, de luto riguroso, mintiendo al País e intentando “cambiarnos al enemigo”, en aras a asegurar un resultado electoral. No salió bien aquella vez. Ahora sí. Ahora ha sido más fácil. 

A pesar de que como yo, son muchos los que no se creen lo de la ignorancia, lo del desconocimiento de la situación y menos aún nos “tragamos”, lo de la sorpresa de la “herencia”. Ni allí en la Capital, ni en ningún otro sitio, o no... “che”?.
Ni desconocimiento, ni capacidad para afrontar la situación. Las promesas, las expectativas, eran mentira. Y dentro de ellas, la peor catalogada entre las que citaba Tomás de Aquino: Mentir para engañar a unos, perjudicar a otros y..., sacar provecho propio.
 
Y si bien esa mayoría es legítima, quien la ostenta... la ha convertido en deshonesta. La última acción (sin olvidarnos de la sempiterna Esperanza)  y como muestra de ello, la expresión altisonante de la Diputada Popular Sra. Fabra.
Mejor no la repito. Pero se me antoja que pedir disculpas no es suficiente.  No..., no puede ser tan fácil, cuando la agredida es toda una Nación.
Y agredidos se sienten demasiados ciudadanos a estas alturas.  Y además, engañados, desilusionados, decepcionados y peor aún..., atrapados.

Atrapados en esa mayoría política que les ignora. Una mayoría política que renuncia a los suyos. Podríamos decir incluso, que hablamos de una mayoría que reniega de su propia palabra y cual cobarde, da la vuelta y avanza hostilmente hacia sus propias líneas. Que desatiende, desampara y abandona a su propio pueblo en aras a “sostener” una moneda, un sistema o unos intereses que muchos españoles sienten como ajenos y lejanos.

Estos “otros” españoles, son la “otra” mayoría, la de los descontentos, indignados, disgustados, engañados, desatendidos, desocupados, olvidados... . Demasiada gente “atrapada” en esta crisis y con la Esperanza (la virtud, no la madrileña) perdida y que por eso, habla cada día más alto y, mira y camina cada día con mayor evidencia, en dirección contraria a quienes tienen la responsabilidad de gobernarles. Y ya les da igual el “color” del político.
Mirando y caminando en dirección contraria y eso no es bueno. No puede serlo ni para los unos, ni para los otros, ni tampoco para ellos mismos.

Por tanto apremia lo de arriba..., diálogo, diálogo y diálogo. Entre todos los que deban y quieran. Entre políticos del Gobierno y políticos de la Oposición. Y  además, escuchar al pueblo porque al fin y al cabo..., pueblo son o debieran ser y sentirse. 
Haciendo así las cosas, con seguridad las decisiones serán más certeras, más adecuadas y sobre todo..., más justas y por tanto mejor admitidas.

Y de esto se trata. Aprendamos del pasado y huyamos de gobernantes descerebrados como  aquél Fernando VII y sus connivencias exteriores  y a lo mejor es bueno y  es hora, de decir la verdad y afrontar la adecuación de una moneda, de un sistema o de unos intereses a veces extraños, a veces lejanos, que sacrificar, desesperar y desmoralizar a toda una Nación, máxime si esa Nación... es la nuestra. Que le pregunten al tal Monarca...

Rafael Pérez Tezanos- Diputado del PRC.  


 

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