Noticias de Cantabria
24-09-2010 09:00

División de opiniones

Utilizando un símil taurino, se da la paradoja de que sin haber comenzado la “corrida” (término éste, que por lo visto, caerá en desuso), ya existe división de opiniones.

Y no por el cartel, porque aún no se sabe muy bien, y luego abundo en el tema, quienes son los toreros. Tampoco por los toros, porque… mejores o peores, a gusto o a disgusto, una vez más les tocará llevar la peor parte. Ni tampoco por la fecha, aunque por “San Miguel” ya existen bastantes “ferias”.

No. La división de opiniones es por el resultado y fíjense en el caso, que sin haber comenzado la “faena” ya estamos discutiendo el resultado.

Hecho el preámbulo taurino y aplicándolo a lo que nos viene encima y que es motivo permanente en estos días de tertulias, noticiarios y demás aparatos mediáticos, vayamos al meollo. Por si alguien todavía no ha “caído”, aclararé que hablamos de la huelga general del 29 de septiembre.

Las mejores tertulias, lo confieso, las he escuchado, en torno a esas máquinas automáticas, que expenden un extraño café, pero que alivian la presión del personal. Ahí acuden a disfrutar una pausa “cuasi” legal ¡hombre… están tomando un café! y además, porque no hay otro remedio, a fumarse ese  pitillo, que solo el fumador sabe lo que supone, después de un café (aún, insisto, considerando la naturaleza del tal café). Esas y las que se producen, ni más ni menos que en torno a las 6 y cuarto de la mañana, en la cafetería donde desayuna el relevo de “noche”. Es decir, el que sale a la seis de la mañana y aún se toma un desayuno y un respiro, antes de “planchar la oreja”.

Hablaba antes de los toreros y en este punto no hay disputa, porque la opinión general es que, da igual quien “toree en la Moncloa”, los tercios de “varas” y “banderillas” están asegurados.

Había que acometer una reforma, como se han acometido tantas y tantas, para converger con Europa y porque nos lo recomendaba la tierra prometida, allende el Atlántico. Había que cambiar nuestros sistemas sociales, amoldarnos a los demás Estados, cambiar maneras, formas y derechos, porque “ellos” no los tienen y, no se trata de que los tengan, sino de eliminar o reducir los nuestros y claro, ¿quién si no el actual inquilino de la Moncloa puede hacerlo? Nadie, como siempre que se han acometido reformas perjudiciales para algún sector social. Y porqué, pues porque la consecuencia y la reacción, no es la misma y no abundo en razonamientos, porque estimo se caen de maduros y conocidos.

Esta necesidad reformista es una vieja conocida, no nos engañemos; llevaba tiempo buscando hacerse un hueco, pero resultaba una compañía incomoda para unos y otros, aunque ambos sabían que pudo afrontarse en tiempos mejores,  en los cuales, la repercusión hubiera sido menor.

  Pero no, se ha esperado a una coyuntura que disculpa la actuación, que justifica la medida, que hace sentirse culpables a los trabajadores y exculpa a quienes sacarán el provecho. Luego…  supongo aclarado, que el cartel es lo de menos o incluso es de los de suspirar… ¡menos mal que están estos!

Ahora bien… esta vez no hay toro en el ruedo. No. Esta vez, está sentado en las gradas y claro, surgen dudas, surgen incluso disputas y diversidad o “división de opiniones” y por eso, la pregunta permanente y continua es… ¿Y qué vamos a conseguir con la huelga?

 El caballo de batalla es la inesperada “media verónica” con la que nos deleita el torero de turno. Un paquete de medidas que, vaya mala pata, recaen sobre los que poca o ninguna responsabilidad tuvieron sobre la crisis. Abaratamiento del despido, subidas de impuestos indirectos y por ello injustos (IVA), modificación del sistema de pensiones… por cierto, que ya se oye el frotar de manos por parte de las entidades financieras (estas creo, dicen, se rumorea, que “tampoco” tuvieron que ver en la aparición de la crisis), ante el previsible incremento de los fondos privados de pensiones. Bueno… parece que hay algo que conseguir, pero en el “otro lado” y para los del “otro lado”.

“Porque… se va a una huelga para conseguir algo… ¿o no?” “Se va a una huelga, si hay indicios de conseguir algo… ¿o no?” Preguntan algunos trabajadores, frunciendo las cejas mientras esperan una respuesta que de sobra conocen y fijando la mirada, te invitan a que les manifiestes tu opinión al caso, o cuando menos, les des nuevos argumentos, bien a favor o en contra, porque están ávidos de encontrar respuestas.

¡Ojo!, hablo de trabajadores ya avezados en la pugna con las empresas, ¡con los convenios o el Estatuto incluso!. Hablo de trabajadores que ya tiene en su haber, alguna huelga sectorial o empresarial. Incluso, que vivieron otras huelgas generales y ya no recuerdan ni los motivos por los que se hicieron, pero sí recuerdan, las consecuencias que les supusieron.

Bien, a estas alturas y sin más dilación hay que encontrar respuestas. ¿Se va a las huelgas para conseguir algo?, esa era la pregunta… Si. Naturalmente que sí y no hay posibilidad de un no rotundo. Pero… ir como decía aquel “pa na”, pues qué quieren que les diga.

Ahora todos hacen cuentas y en cuestión de cuentas, los números, no salen. Ni a trabajadores ni a empresarios. Porque tampoco a ellos, les encaja una parada en la situación que vivimos. Para nada ayuda una huelga en la búsqueda de una salida de la crisis. Más bien, al contrario. Algunos y algunas, no aguantarán el envite y claro, las consecuencias a padecer por esos y esas, no las asumirán los Sindicatos.

Dentro de ese “hacer cuentas”, están también los que se devanan los sesos, intentando “burlar” la jornada. Es decir, el panadero que amenaza o avisa, que el día antes, servirá pan doble, con lo cual, hace huelga, pero no la hace y además, no le cuesta un euro (el cliente que coma pan duro). Me pregunto que si a los periódicos se les ocurriese lo mismo, nos entregarían dos ejemplares a la vez?, el de la fecha y el del día siguiente….?. Luego… los  que ante el temor, apelan a la libertad, perdón, con mayúscula, Libertad de Acción y por eso, como no lo ven claro, “cogerán” un día de vacaciones, porque les coincide que…, y finalmente (hay más, pero bueno…) los que intentan negociar con las Empresas, parar ese día y luego recuperarle un sábado cualquiera. Sin comentarios esto, porque se cae por su peso y no necesita explicación alguna.

Con este panorama, ¿qué pasará al día siguiente?, ¿cual será el resultado de la huelga? y más grave aún, ¿cual será la consecuencia?. Independientemente de la disparidad en las cifras de huelguistas y no huelguistas, desde luego, nada bueno. Más paro, más pérdidas de productividad y económicas, más recelos, más enemistades y en lo que realmente importa, en el móvil principal…, nada habrá cambiado.

Mal, muy mal, aquellos que quieren salvar la cara (o el cu…, perdón) a costa de los de siempre, de los trabajadores. Si hay que hacer una reforma, hágase. Si hay que negociarla, negóciese en tiempo y forma y si es inaguantable, planteemos una Huelga General, que intente solucionar el asunto. Una huelga si hace falta… indefinida, como apuntan entre sorbos de café, esos colectivos de trabajadores, cuya impresión es la de estar ante un nuevo fiasco y un nuevo engaño de sus  representantes más cercanos.

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Comentarios(2):

CMM - 24-09-2010

Yo entiendo que se trata de una huelga no querida y que todos los implicados en ella están deseosos de que pase y cuanto más rápida mejor. Esa para mi es la conclusión. Cuáles son las causas de esta huelga ¿las pensiones, el despido? las reformas? ¿qué reformas?. ¿Se trata de una huelga pactada como dicen los más conspicuos? ¿Contra quien es la huelga? ¿Contra zapatero?, ¿Contra el sistema? ¿Que sistema?, ¿Contra los empresarios? ¿Cuáles? ¿Los que no pueden pagar? ¿Los que admiten trabajadores que cuando dejan de trabajar les cuesta un riñón y parte del otro para sacarles del sistema de producción de su fabrica, empresa?. ¿Quien es el que va a pagar la huelga. En eso si estamos de acuerdo:”Los de siempre. Quienes saldrán beneficiados de la huelga?, Si fracasa todos fracasan incluidos nosotros además de los famosos liberados que agitan banderitas cuando hablan los Toxos, Méndez, Fidalgo y compañía. Nuestra opinión se ajusta al articulista si hay que hacer una huelga, que se haga, pero que no sea de un día que sea del tiempo suficiente para arreglar algo porque hacer una huelga para na.................

sindicalista - 24-09-2010

La huelga es mala para España y hacerla y seguirla es irresponsable La huelga es para conseguir algo y esta huelga es para decir al Zapatero los Mendez y Toxo que tienen poder y que hay que darles de comer