Noticias de Cantabria
14-09-2007 12:03

El comunismo: La mayor secta de asesinos (I)

"Dentro de la secta, se mantuvieron debates encrespados y circulares, en los que se discutía cuándo, a través de qué pasos en el proceso debía llevarse a cabo la ?solución final?, el exterminio de la diabólica burguesía".

Varios son los peligros que han tenido que afrontar las clases medias. Cuando sus éxitos parecían incuestionables apareció la secta más grande de asesinos que ha conocido –hasta ahora- la Humanidad: el comunismo. Los comunistas pusieron en marcha vetas de odio como no se habían conocido antes. Engendraron el “matonerismo” político en dimensiones nunca antes imaginadas. Haciendo reclamación de los más viejos instintos de la especie, proclamaban sin ambages, su disposición al exterminio de todas las clases medias, de la burguesía.

Mientras el sueño de todo trabajador ha sido siempre mejorar la posición de los suyos, plutócratas diletantes e intelectuales resentidos querían convertir, a cada uno de ellos, en un asesino. Tergiversaron la realidad con tosca suficiencia. Sostuvieron groseros errores, de los que eran incapaces de corregir, con absurdos dogmatismos indicando que el precio de una mercancía y, por tanto, del trabajo es igual a sus costes de producción, sin percibir, como ya se había hecho tiempo antes, el valor subjetivo, la utilidad marginal, de los bienes de consumo.

Presentaron la emancipación de las gentes como nueva forma de esclavitud y, llevando la reacción al extremo, propugnaron como panacea la supresión de la propiedad privada, pretendiendo devolver a la Humanidad a los tiempos prehistóricos y sometiéndola a la brutal opresión de un Leviatán que, ni en las peores pesadillas, había sido ideado por los espíritus más ruines y deshumanizados. La exaltación de la caverna y el instinto criminal se pretendieron síntesis futura, marcada por leyes científicas inexorables. El proletariado nunca existió. Fue categoría intelectual inventada.

Dentro de la secta, se mantuvieron debates encrespados y circulares, en los que se discutía cuándo, a través de qué pasos en el proceso debía llevarse a cabo la “solución final”, el exterminio de la diabólica burguesía. El conjunto de esas cepas de la secta destructora se dio a sí misma el nombre de movimiento socialista.

Si el comunismo chorrea sangre por cada una de sus letras, y ha sido el inventor de formas extremas de explotación del hombre por el hombre, de trabajo esclavo, el socialismo no ha hecho otra cosa, en su historia, que asesinar a las clases medias. En ocasiones, procedían a cruentos ajustes de cuentas internos, mas todos coincidían en la saña contra las clases medias, en la pulsión genocida.

El asesinato en masa, los campos de exterminio, el totalitarismo… han sido las aportaciones a la historia de la Humanidad del socialismo, dentro de cuyo espectro los comunistas no han sido distintos, simplemente han sido los más cerriles y los más sanguinarios. Los partidos socialistas no están al margen de ese elevado patrimonio genocida.

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Comentarios(1):

petruca - 14-09-2007

Este señor ha venido aquí a hablar de su libro. Menuda tortura. Escaso rigor intelectual el suyo salpicado de desprecio y ensañamiento. Uf, escriba algo constructivo para mejorar el mundo y no tanta patraña