El errecista Bargalló busca la crispación entre los escritores catalanes

Los retógrados, los ombliguistas, los que escriben con faltas “de intelectualidad” la historia de este país pensaban, habían decidido, acudir a Frankfurt a su particular show independentista y presentar en Europa la opresión que sufre la lengua de Verdaguer en la ahora España Zapaterista y se han llevado el chasco del siglo.

La mayoría de los escritores catalanes, que representan algo, han dicho que no. Rápidamente ese Sr. que vale para un roto como para un descosido, un ex Ministro de Zapatero, reconvertido en catalanista por conveniencia, ha dicho que respalda en el Parlament la labor del Institut Ramon Llull y por otra defiende la libertad de los escritores de declinar la invitación de acudir a ese show.Bien vale y qué.

Debemos contar, porque se oculta, que el director del Ramón Llull Joseph Bargalló es el famoso ex consejero de ERC por lo que de principio hay que decir o gritar ¡¡No a la políticización de la cultura¡¡.¡Abajo la política¡¡Viva la cultura sin fronteras¡ El señor con minúsculas, citado anteriormente, intenta utilizar la cultura y la lengua como banderín de enganche de su formación política por lo que muchos escritores han dicho ¡hasta aquí íbamos a llegar¡ entre otros Eduardo Mendoza, Enrique Vila-Matas, Juan Marsé, Javier Cercas, Ana María Matute o Carlos Ruiz-Zafón.

Lo que está ocurriendo es que los intelectuales han dicho un basta a la irracionalidad e incultura bárbara de los políticos ombliguistas. Son dos los factores que ahora se dan. El primero que muchos catalanes están hasta la gorra de la inmersión lingüística ilegal que los enanos mentales están practicando y de otra que nadie puede ocultar que existe un movimientos ciudadano que quiere libertad incluso para expresarse como le de la real gana.

Y de lo que ocurre en Cataluya tiene la culpa los gobiernos centrales de Aznar y Zapatero que han visto muy progre hacer caso a cuatro obtusos que gritan mas y van a Jerusalén o donde sea a insultar a sus gentes como lo hacen aquí.

A Frankfurt debe de acudir la riqueza literaria de unos intelectuales que además de serlo y demostrarlo viven en Catalunya pero lo que pretenden algunos gilipollas con el Honorable y el Bargalló al frente es ir como catalanes y decir que por serlo ya son intelectuales. ¡Ya les vale. ¡