Noticias de Cantabria
13-04-2012 21:22

La energía sube...., El gobierno baja.

Aún a riesgo de intuir el poco o nulo interés que algunas cuestiones relacionadas con la energía, (salvo cuando nos suben el precio de la gasolina, de la luz o del gas), despiertan entre los mortales, creo que debo manifestar mi inquietud ante la dejadez en este asunto que vengo observando en el Gobierno de Cantabria, o mejor y centrando el asunto, en el Consejero del ramo.

Pero retomo el encabezamiento, para dirigirme a todos esos paisanos que se quejan de aquellas subidas, cuya critica dura un día, cuyo enfado dura un día y que luego, se olvidan permanentemente de que cada vez que conectan la televisión, aprietan el interruptor de la lámpara o cocinan en una moderna “vitro” de inducción, pagan más, por ver los anuncios, leer un libro o preparar unas alubias. Todo “sale” más caro, sin necesidad de moverse de casa.

Pues bien..., a algunos el enfado nos dura más días, tantos que se convierte en una especie de obsesión. Tantos, que empieza a mirar de reojo esa bombilla encendida sin necesidad, esa televisión que nadie mira o esa placa que por descuido se ha quedado encendida o peor aún cuando la puerta del “frigo” está abierta, sin motivo aparente. Cosas que forman parte de nuestra vida cotidiana que a fuerza de candidez y costumbre repetimos, pero que sin darnos cuenta, nos salen por un ojo de la cara.

Y todo esto para entrar de lleno en los... “por qué”. Por qué nos suben estos productos que podemos considerar primarios, tanto como la leche, el pan o el pescado?. Hay muchos ingredientes que sopesar en esta ensalada. Algunos de una más que difícil comprensión por la mayoría de los usuarios: Moratoria nuclear, distribución, coste de producción, coste insular, régimen tarifario y algunas cosas más que, según nos dicen, están perfectamente explicadas en el recibo de la luz y que casi nadie entiende y por tanto ni se molesta en mirar..., pero paga.

Así las cosas, uno se refugia en la básica economía casera y entendible y le viene a la cabeza, que de siempre le suena que a mayor abundancia del producto, el precio cae y a mayor escasez o dependencia..., sube. Esto pasa hasta con los bocartes, con la leche y por supuesto con la gasolina. 
Pero y en la “luz”,  o mejor en la energía eléctrica, siendo más técnico?, esa “cosa” que quieras o no,  consumimos todos?, a quien se la compramos?, quien marca el precio?, cómo se produce?, dónde se produce?.

Empiezo por el final. Producirse..., en España. Bueno... toda no. Seguimos “enganchados” a la malla francesa, que en las horas punta y solo si lo necesitamos, nos facilita energía de sus centrales nucleares del sur. Claro que..., pagando eh?... pagando y bien. (y estos no son catalanes).

Bueno y ..., cómo se produce?. Pues una parte a través de esas centrales nucleares, (que solo quieren los que viven de ellas y que hay que entenderlo, pero que si fallan.... -Dios no lo quiera- mejor nos cojan confesados).
En centrales térmicas de carbón, (que contaminan nuestro aire, nos hacen incumplir la cuota de emisiones, que nos cuestan dinero público subvencionando su materia prima y que, tienen un futuro difícil por las nuevas normativas del uso del carbón).
Similares son las que utilizan gasóleos u otros procedentes del petróleo. (Contaminantes y con una materia prima que cualquiera deduce que es cara, muy cara).

Pero bueno, no todas tienen ese lado oscuro. Y citaré algunas al caso.
 
La fotovoltaica (que está aún sin desarrollar su implantación adecuadamente y que por ello, aporta sobre el total, un pequeño porcentaje, aunque eso sí, limpia y con una materia prima gratis, dado que su fuente principal es el sol y aún, no pagamos por él).
La eólica, la de los molinos... (que se mueve con viento, que también es gratis, que es limpia, que mantiene una tecnología cada vez más avanzada y que salvo que pongamos puertas al campo, cosa que en Cantabria se ha hecho, podemos seguir potenciando).
Aquí hay que decir, para no ocultar nada, que estas dos últimas, estaban “subvencionadas” hasta enero pasado y que sorprendentemente se les ha mermado la subvención desde el Gobierno de Madrid. Será tal vez porque son limpias, tal vez porque mantenían un fuerte empuje de implantación (y otros salen perjudicados), tal vez porque...., en fin.

Las hidráulicas (que producen energía aprovechando los saltos de agua, que podemos encuadrarlas, como “limpias”, pero que hay que deducir por lo que padecemos, que el agua de los ríos ha “subido” y que ahora, por esa materia prima deben estar pagando el oro y el moro).
Y por no abundar en otras más, que las hay, me centro ya en las denominadas de Biomasa (que utilizan rastrojos, sí, sí, rastrojos de esos que se queman a veces en los montes y hacen arder el rastrojo y parte de nuestra flora y fauna montuna, e incluso y para mayor desgracia, en ocasiones “queman” la vida de algún voluntario o profesional, que para el caso lo mismo supone de rabia y dolor.
Plantas de producción, que utilizan desechos de madera que iban a parar a los vertederos y en fin... que cubren un 5% más o menos de las necesidades energéticas del País).   

Y el precio?, quien nos marca el precio?. Bueno..., eso lo hace un ente serio y cumplidor: el Gobierno. Claro que..., asesorado por las empresas productoras por un lado y por el otro para que no se escape nadie, las distribuidoras. (este fue otro gran invento económico de dispersión del negocio).

A quien se la compramos? Miren, aquí voy a resumir...: qué más da. Otra dispersión más como la anterior. Como setas salen ahora comercializadoras de energía, que claro, ofrecen unos chollos increíbles para captar tu recibo y meterte en su cartera de cliente. Pero no se engañen, son los de siempre, esos que han presionado para poner un “precio justo” a nuestro consumo.

Y dicho esto en grandes trazos, vuelves a la economía de siempre y te planteas... “pues bien, produzcamos más -ahora añado, más limpia-, dejemos de depender de nadie y abaratemos el producto”. Y cómo podemos hacerlo?

Pues potenciando la implantación eólica, potenciando la implantación fotovoltáica, potenciando las centrales de Biomasa y cito todas éstas, por ser de las más usuales y más limpias en su producción.

Nuestro Consejero el Sr. Arasti, no sabe o no quiere saber de estas cosas. Se le proponen estas cuestiones, se le indican nuevos nichos de empleo, de producción, pero..., no sabe, no contesta. Y es curioso que el mensaje permanente sea, captar inversión y/o crear empleo y luego se “encojan” ante propuestas concretas, reales y posibles. Porque empresas interesadas en venir a Cantabria a instalarse, dentro de este tipo de Biomasa, las hay. 
Las hay porque están en todas las Comunidades, pero ni una sola está en Cantabria e insisto, hay muchas por todo el Estado, como hay por todo el Estado, molinos o plantas fotovoltáicas. Pero aquí?. Aquí todo parado, ni unas ni otras, ni ninguna. Pagando el recibo e ignorando esa máxima genérica de que... “a más producto, mejor precio” .
Vengo añadiendo a este último razonamiento, que cuando poco, un Gobierno Regional o Estatal, para el caso lo mismo da, debe trabajar en la línea del encuentro con la “autosuficiencia”. Y no debe extrañar a nadie este objetivo, porque las llamadas “Potencias”, en parte lo son porque hace tiempo que emprendieron este camino. He dicho y mantengo, que no siempre con métodos adecuados, pero no han escatimado esfuerzos. Desde luego, los nuestros no se encaminan más allá del esfuerzo inversor e investigador.

Pues bien, el nuestro, nuestro Gobierno..., no. Aquí se merma la posibilidad inversora de empresas o empresarios, decididos a apostar por esta vías de producción y no solo asume y acata, el parón que va a suponer esa merma de ayuda pública, si no que, casi la aplaude y no mueve un dedo por solventar el daño que produce.

Nuestro Consejero de Industria, si le hablas de Biomasa, te responde hablando de termodinámica. No voy a abundar en el esperpéntico espectáculo que vivimos en el Pleno Parlamentario, hablando de este asunto. No serviría de nada. Pero si quiero manifestar mi pesar por el desconocimiento que se detectó sobre esta técnica y las nulas intenciones de propiciar su implantación en Cantabria.

No quiero exagerar en los puestos de trabajo que conllevan, lo dejaré en un... “muchos”. Unos para construirla, otros para mantenerla, más, para limpiar y desbrozar nuestros montes, para utilizar ese “rastrojo” como materia prima, para transportarle..., otros más, fabricando lo “pelets” que consumen, pero además, sabiendo como sabemos que España es puntera en la fabricación de componentes para estas Plantas, para seguir propiciando, por un lado su fabricación y por otro, la ocupación en investigación que mantienen.

Esa era mi intención, mi propuesta..., abrirnos a esos Grupos Industriales, invitarles a venir, propiciar la ubicación y ayudarles en lo posible. Nada más, porque nos consta, insisto, que esperan este tipo de “llamadas”. Pero no tuvimos éxito.

El Gobierno anterior inició esos contactos. El Gobierno actual, los para. Que cada cual juzgue la situación y saque sus propias conclusiones. Lastimoso “porvenir” el nuestro, si es que podemos hablar del mañana, cuando tenemos que ocupar todo nuestro tiempo, en salvar... el hoy.

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