Los políticos paracaidistas de Madrid siguen llegando. Ahora uno con galones.... Gallardón

Como nuestros lectores conocen suficientemente nos vamos haciendo eco, día a día, del goteo constante, y que no cesa, de los paracaidistas políticos que llegan de Madrid en formación. Unos pertenecen a la brigada del PSOE y otros a la del PP. La pregunta que nos hacemos los santanderinos y cántabros es: ¿Dónde han estado en estos 4 años? De maniobras en otros lares. Perdón... la respuesta es fácil, les veíamos en televisión discutiendo.

Los santanderinos y cántabros hemos vistos cómo llegaba la Vice Maritere, espléndida ella con su modelito; le ha seguido la señora Trujillo, conocida como la ministra de los mini pisos. Por la brigada del PP se acercó Zaplana, algo amargadillo él, con pinta de estreñido. Se parece a cuando sale en la TV con el papel escrito en ristre. Lo llevaba escrito,¡menos mal¡ así no se equivoca.

Se parece a su homólogo, aspirante al puesto de nuestro Presidente, el Sr. Diego, éste cogió fama por llevar escrita la contestación al Presidente Revilla sin saber lo que este le iba a contestar. Pena. Zaplana traía prisa, habló de lo de ETA, se refirió a nuestro Presidente Revilla, imaginamos que porque se lo pediría alguno de los de aquí, y cogió las de Villadiego...

Le siguió Cañete, hombre de aspecto bonachón donde lo haya, ex ministro de “la cosa”. Y ahora por fin llega uno con galones, el Alcalde de Madrid. Éste me gusta. Traje gris, monturas, chico típico del PP que ya se le está pasando el arroz, por lo del siempre futurible presidente, pero es una persona de lo mejorcito que tiene el PP, sino lo mejor. De casta le viene al galgo, su padre fue gran orador y parlamentario.

De Gallardón sólo puedo emitir elogios, alabanzas y loas. Hoy, cuando estábamos en el aperitivo santanderino, tertulia ésta que nunca falta, no se comentaba otra cosa que el término que hemos puesto en este periódico, “la técnica del paracaidismo político”. Esta técnica consiste en coger un avión en Madrid y venir a comer un cocido o una mariscada a las Galias, porque vienen a su provincia. ¡¡Qué caras!!!