“Nuevas expectativas”.

Escuchando lo que nos dicen estos días, no cabe más que hacerse una pregunta sobre las bondades del “nuevo rumbo” que se está tomando en el aspecto laboral y social. 

Se ha llegado a afirmar que “no se han perdido derechos laborales”, ya.... y más aún, “que en adelante los trabajadores, gozarán de nuevas expectativas laborales”. Y es que con un poco de imaginación, la posibilidad de que te despidan fácilmente, con poca indemnización y tengas que  ponerte a la cola en la búsqueda de un nuevo trabajo, no deja de ser una “nueva expectativa”.

Sí,  porque además, poco importará la profesión que puedas tener a la hora de que te ofrezcan una “nueva expectativa” de trabajo y llegará el día (que creo ya ha llegado) en que cualquiera de nuestros jóvenes, se vean abocados a aceptar un puesto de trabajo para nada acorde con su preparación específica porque así se decida en la reglamentación de derechos al desempleo.

Tampoco es extraño ahora, vistas todas las “expectativas”, que esos mismos jóvenes, los más preparados, estén en pugna directa con los menos preparados en la búsqueda de ese tesoro laboral que es un trabajo “en lo que sea”. Y confieso que me cabe la duda de quienes tienen más derechos a ese “lo que sea”. Y es que, si un Licenciado acaba aceptando el puesto de peón, que le dejamos al peón de oficio?. Sí porque el “peón de oficio” nunca podrá disputar la plaza específica del licenciado y así las cosas, mientras todos opten a todo, unos saldrán siempre mal parados. Porque ahora y en un exceso en todos los sentidos, para trabajar apretando tornillos en una cadena de montaje, hay quienes se permiten poner como condición para optar al trabajo, todo tipo de estudios, masters, experiencias profesionales e incluso preferencias deportivas o aficiones. Y dejo aparte otro tipo de preguntas  de tipo personal e íntimo, que también proliferan por los “test” de esos “busca-empleos” que ahora proliferan por toda la geografía y que encuentran en ellas, al menos dos cosas, descubrir el perfil íntimo y psicológico del “aprieta-tornillos”, cuestión nada baladí por lo visto y además, cobrar por descubrir estas cuestiones.   

 Pero hay más “posibilidades” que debemos tener presentes y es que, te puedes encontrar con que a igual trabajo, obtengas una diferente remuneración. Naturalmente hablo a la baja. Y me viene a la memoria los años de lucha y reivindicaciones que esta nueva “expectativa” que ahora nos regalan, han provocado.

Con los nuevos “derechos adquiridos” o con las “nuevas expectativas” que se presentan, se pueden contratar a precio de ganga, nuevos trabajadores para que realicen las mismas tareas que los más antiguos, que por cierto, ven congelada su antigüedad. Pero además también ahora y  por causa de las “nuevas expectativas” a estos nuevos trabajadores, es muy fácil, exigirles una mayor dedicación y esfuerzo. Vamos que... pasan a estar de servicio 24 horas al día, inclusive fines de semana. Precio de “ganga” insisto, más aún si se les destina a aquellos puestos que se hacen “salubres” a fuerza de pagar un “plus de nocivos y peligrosos” y al que los nuevos, renuncian expresamente al ser contratados. Hay que deducir que la vida o la salud, es también ahora bastante más barata como consecuencia de la caída de algunos precios. Y digo algunos porque, por otro lado, nos abrasan con “céntimos verdes” o “céntimos sanitarios” que visto lo anterior, casi comprendo el por qué de su aplicación. Va a ser para intentar sanar a los afectados por condiciones laborales un tanto desaforadas.

Acabo por no seguir con este reguero de lágrimas, pero quiero añadir dos genialidades más que se detectan a poco que se habra el ojo. Por un lado, que ahora y poniendo en marcha las nuevas normas de competitividad, no cabe el error humano. Es decir, que si alguna producción no sale del todo bien, pues la recuperas gratis y en fin de semana y todo en aras a la competitividad, la fiabilidad y el mercado. Y luego por otro lado, hay que añadir algo que ha calado últimamente en la sociedad contratante. Y es que ahora nos plantean que los trabajadores españoles, rinden poco, trabajan menos que otros, mantienen un absentismo más alto que otros y en definitiva, son poco competitivos y peores que esos “otros” indefinidos.

Gran mentira, pero que está dando buenos resultados a la hora de esas “nuevas expectativas”. Así, además de habernos quitado la sonrisa, nos denigran considerándonos una subespecie inútil, vaga e improductiva, a la que hay que enderezar y concienciar en un “nuevo Mundo”, más insolidario, más insocial, más inhumano y añado yo, más anti-español.   

Ahí estamos, nos han internacionalizado y nos han metido por imposición externa en un “nuevo orden” o un “nuevo Mundo”, con pocos derechos y muchas obligaciones, además de lo anteriormente mencionado.

¿Cuáles serán las nuevas “expectativas” que nos ofrecerá el Sr. Rajoy?.

¡Ay¡ otra vez a ponernos a “mojo”.