Noticias de Cantabria
18-01-2013 16:58

Prioridad de Cantabria, ayudar a sus empresas

Por eso mantengo que debemos actuar con bisturí y no con cortafríos, de manera que la aplicación de las normas sea lo más adecuada posible al momento y a las consecuencias que se puedan generar con su aplicación.

 

Cuánto más hablamos de la crítica situación que vive o soporta, parte de nuestra industria y digo parte por no ser derrotista, cuando parece que empezamos a ser todos conscientes y como consecuencia de esto, algunos “mueven ficha”, más  se empeoran  las cosas.  

 

No descubro nada si afirmo que la principal causa de flaqueza de cualquier empresa, sea industrial o comercial, es la caída de sus ventas. No descubro nada, ya lo sé, por eso me explico y digo, que este hecho producido en un contexto de bonanza, puede afectar a un producto, por quedar en desuso, puede afectar a una empresa, por falta de competitividad o puede afectar a un Sector, por superación tecnológica desde otros ámbitos o sectores. Y ante esta situación, diré que tendremos un problema, pero... acotado, medido y superable, sin más desasosiego (que no será pequeño) que el sufrido por los directamente afectados. 

 

Sabemos que las empresas deben “sostenerse” desde el punto de vista de su gestión  comercial, sobre unos pilares básicos cuales son:

                    *  Mantener una cartera de clientes, serios y fuertes (pero dependientes de

                      ella)

                    * Mantener una cartera de proveedores, serios (pero menos fuertes que ella).

                    * Mantener sus productos en una buena cota de demanda en el mercado

                      (buen marketing y buen precio)

                     *Y por último, “vigilar” a su competencia e innovar permanentemente sus  productos y adelantarse en su oferta al mercado.

Y si todo esto, de una u otra manera lo cumplen y aún así, las ventas decaen..., sus resultados se resienten y la posibilidad de mantener la capacidad de empleo se derrumba, entonces tendremos también un problema, pero de magnitudes muy superiores y por tanto, la recuperación y la salida de esa situación es mucho más complicada. 

 

Y he dicho todo esto porque creo que podemos estar muy cerca de esta segunda situación. Hoy, observamos una caída generalizada en todos los Sectores productivos. Hoy, observamos que muchas empresas, se tambalean a pesar de sus esfuerzos por mantenerse. Pero baja el consumo y baja, por falta de todo..., ilusión, esperanza, apoyo, financiación....

 

Sin arreglar esas cosas, “ilusión, esperanza, apoyos y financiación”, malamente podemos sacar la cabeza del pozo. Ese debiera ser por tanto el primer envite y la línea a seguir en una imaginaria “hoja de ruta”. Imaginaria digo, porque no existe.

 

Y en estas circunstancias, el Gobierno, fiel a unos objetivos impuestos desde otros  lares, “mueve ficha” e impone a unas empresas que ya estaban al límite de su supervivencia, un impuesto más, una gota más que colma el vaso de su viabilidad. 

 

Ya he manifestado en otras ocasiones mi conformidad, sobre la recuperación y luego, el mantenimiento a ultranza de nuestro Medio Ambiente. Pero también digo que intento ser consciente, del enorme esfuerzo que para algunas de las empresas afectadas ha supuesto y supone esta imposición absolutamente necesaria. Por eso mantengo que debemos actuar con bisturí y no con cortafríos, de manera que la aplicación de las normas sea lo más adecuada posible al momento y a las consecuencias que se puedan generar con su aplicación.

 

El problema del Déficit Tarifario lo hemos generado todos. Ya no merece la pena entrar  en los motivos. Y si como parece, no hay más remedio que rebajarle o eliminarle, hasta donde se pueda, lo que al menos debe ser discutido y valorado es, en primer lugar, la cifra a recaudar y después, la vía ejecutiva, pero..., en ningún caso, utilizar el Medio Ambiente o productos estratégicos como vía para ello. Por eso defiendo que la aplicación del impuesto, se debiera estudiar y valorar adecuadamente. Definir razonablemente la cifra a alcanzar por ejercicio y ampliar el abanico de participantes.

Es decir, una cifra asumible y para ello, un número de contribuyentes mayor. 

 

Se grava a quien consume gas. A quien genera energía. A quien luego y como es natural porque no se la va a comer, la vende.

Pero da la casualidad que una parte importante de nuestros sectores productivos con problemas, están encuadrados ahí. Aceros, ferroaleaciones, piezas de fundición, tratamientos térmicos, etc. se verán afectados gravemente en su punto de competitividad, cuando ya están soportando la pugna de otros mercados. 

 

A sí es que..., siguiendo los puntos de “sujeción” en la gestión empresarial, se encontrarán con que.... perderán clientes (fuertes y menos fuertes). Su proveedor, (gas, electricidad) estará muy por encima de él e impondrá sus condiciones. Su producto en el mercado, con seguridad perderá cota y si su competencia es del exterior, por más que innove, perderá la batalla de la supervivencia como empresa y con ella, sus puestos de trabajos directos e inducidos.

 

Así es que..., como San Luis..., puede que sí..., puede que no, pero como sea que sí..., apañados vamos.

 

 

*Rafael Pérez Tezanos. Diputado y portavoz de Industria del PRC.

 

 

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