Noticias de Cantabria
24-05-2007 22:54

Tiempo de propuestas, no de rebajas, señor Cabezón

ÍÑIGO DE LA SERNA: "Si se desconoce la realidad, las promesas de algunos resultarán inútiles, salvo que el único objetivo que se pretenda con ellas sea la confusión y el engaño, objetivo este último que no creo, sinceramente, que sea el suyo".



Es tiempo pre-electoral y es por tanto momento para que quienes tenemos la responsabilidad de representar a nuestro partido, encabezando su proyecto político, presentemos nuestras propuestas a los ciudadanos.

Propuestas que, al menos para el Partido Popular, son la base de auténticos compromisos que pretendemos llevar a cabo si obtenemos la confianza mayoritaria de los ciudadanos.

Por eso nuestras proposiciones se basan en el rigor, en una estrategia de prioridades y necesidades que no surgen de la nada sino del conocimiento profundo de lo desarrollado hasta ahora, y de una vista puesta en un futuro esperanzador, centrado en los santanderinos, y al que miramos desde el prisma de la realidad y la objetividad, y sobre todo de la coherencia.

Y es evidente, que forma parte del sano ejercicio que es la democracia, que el resto de los candidatos hagan lo propio. Así, a lo largo de los últimos días hemos asistido a la presentación por parte del candidato socialista, Jesús Cabezón, de muchas promesas electorales.

Es cierto, y no me han dolido prendas en reconocerlo así, que son varias las ocasiones en que las propuestas del Partido Popular coinciden con las promesas socialistas, o viceversa, pues no seré yo quien inicie una batalla del “yo lo dije antes” cuando hablamos de proyectos que son beneficiosos para los santanderinos.

Pero no me gustaría conceder con mi silencio el beneplácito a otras promesas socialistas que rezuman desconocimiento - pues a riesgo de parecer ingenuo, al menos por el momento me niego a creer en la mala fe del Sr. Cabezón- y lo que es más grave, destilan contradicción.

Sólo así es entendible que el candidato socialista se sume ahora a nuestra propuesta de establecer en la ciudad un Pacto Territorial por el Empleo con el Gobierno de Cantabria y las organizaciones socioeconómicas cuando, me permito recordarle, su partido en el Gobierno ha negado al Ayuntamiento de Santander, durante los últimos cuatros años, la posibilidad de establecer este acuerdo en beneficio de los santanderinos, a pesar de nuestras reiteradas solicitudes.

Como tampoco es comprensible de otra manera, que se oponga a la figura del PSIR ahora que es candidato al Ayuntamiento, cuando durante los últimos años su partido en el Gobierno ha sido cómplice de los desmanes regionalistas intentando imponer, manu militari, sus criterios urbanísticos que sólo los tribunales han detenido. Me pregunto por qué entonces no pidió a su secretaria general de partido y vicepresidenta del Gobierno que se opusiera al PSIR.

Y del mismo modo, Jesús Cabezón ha sido cómplice de la paralización del Museo de Cantabria, un proyecto que el Gobierno Regional PSOE-PRC heredó del PP, y que incluso teniendo los terrenos puestos a su disposición por el Ayuntamiento de Santander para iniciar su construcción, se ha visto deliberadamente suspendido por socialistas y regionalistas. Sin embargo es ahora, en época preelectoral cuando Cabezón habla del Museo, olvidando que es el proyecto que han metido en un cajón sus compañeros de partido y coaligados.

O que hable de la necesidad de construir un nuevo Hogar del Transeúnte (yo no sé cuando lo ha dicho), mientras la Consejera de Sanidad, su compañera de partido, se resiste a cumplir el compromiso adquirido públicamente durante el inicio de estas obras, de financiar el 50 por ciento de las mismas.

Ahora al candidato socialista se le llena la boca hablando de Santander, de la importancia de la capital de Cantabria, cuando a lo largo de cuatro años de gobierno socialista-regionalista ha sido espectador pasivo de cómo se ha intentado invadir la autonomía municipal y de cómo se ha discriminado económicamente al Ayuntamiento de Santander.

Pero con todo, quizá la afirmación más rotunda del sr. Cabezón ha sido decir que nunca cederá la Alcaldía al PRC en caso de que ningún partido logre la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Es curioso pero esa frase nos suena, Sr. Cabezón: es la misma que pronunció su jefa de filas, Dolores Gorostiaga, quien declaró que la presidencia del Gobierno era innegociable y acabó días después entregándosela a Revilla.

Y a estas contradicciones, fruto del oportunismo político, se suma la aparente falta de conocimiento del Sr. Cabezón sobre la realidad de nuestra ciudad, al presentar sus promesas.

He de reconocer que me causan cierto asombro algunas propuestas del candidato socialista, pues uno espera que al menos sus compañeros de filas, miembros de la actual Corporación, le informen de lo realizado. No me corresponde valorar, ni siquiera me interesa saberlo, si no hay voluntad de informar o no la hay de ser informado, pero sí me siento obligado a aclarar algunas cosas para que todos, incluido el Sr. Cabezón, tengan constancia de ello.

No es cierto, aún cuando el sr. Cabezón lo haya afirmado con vehemencia que la Agencia de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Santander haya recibido en estos tres últimos años 23 millones de euros del Gobierno Regional. Ojalá pudiera haberle dado la razón, pero es que la cifra ni siquiera llegó a la cuarta parte de eso.

Podría llegar a creer que fue un lapsus, una traición del subconsciente, pero cuando los errores se encadenan uno deja de creer en las casualidades y en la falta de intención.

Cabezón ha prometido construir un Centro para Inmigrantes. Nada que objetar a su propuesta que compartimos hasta tal punto que el Partido Popular lleva trabajando en este proyecto desde junio de 2006, de manera en el mes de julio se abrirán las instalaciones de este centro en la calle San José. Pero lo que no deja de ser extraño es que el candidato socialista prometa algo que ya está en marcha y que debería conocer, siquiera a través de los medios de comunicación.

La última promesa de Cabezón es realizar un Plan de Movilidad. Tampoco tendría nada que objetar a su propuesta si no fuera porque desde el verano pasado se está trabajando en un Plan Municipal de Movilidad Sostenible que no sólo ha tenido gran eco en los medios de comunicación sino que ha sido debatido y estudiado tanto en las Comisiones correspondientes como en el Consejo de Sostenibilidad, a las que asisten por cierto representantes del PSOE. Si Cabezón se molestara en conocer el Plan Municipal se daría cuenta de que en él quedan recogidas todas las propuestas que el mismo pretende presentar como novedosas, muchas de las cuales están ya en marcha, y sabría además que se ha superado ya la fase de diagnóstico, habiéndose elaborado estudios de tráfico, planteado aparcamientos disuasorios o trazado el recorrido de las posibles líneas de metro ligero.

Insisto en que el debate es bueno y enriquecedor de tal manera que usted puede opinar que es una prioridad poner un techo a la Plaza Porticada y yo podré pensar lo contrario, defenderla como un espacio abierto y destinar la cuantiosa inversión que supondría cubrir este lugar, a fomentar el “Arte en la Plaza”, una propuesta destinada a recuperar el espíritu cultural, dinamizando esta zona con conciertos al aire libre, teatro en la calle, exposiciones de creadores santanderinos, etc...

Como también creo que, mucho más importante que hipotecar terrenos portuarios para ubicar las ferias, sería el liberar espacios para la creación de parques, plazas y paseos marítimos abiertos a todos los santanderinos, por más que al actual presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, por cierto de su mismo partido, se niegue a hablar con el Ayuntamiento.

Sin embargo resulta imposible entablar un debate cuando el Sr. Cabezón se empeña en presentar como promesas electorales, actuaciones y medidas que han sido puestas en marcha hace tiempo por el Partido Popular.

Cuando presentamos nuestras propuestas ante los ciudadanos hemos de hacerlo, insisto, con rigor, con una planificación que surja del conocimiento y del estudio de la ciudad. Si se desconoce la realidad, las promesas de algunos resultarán inútiles, salvo que el único objetivo que se pretenda con ellas sea la confusión y el engaño, objetivo este último que no creo, sinceramente, que sea el suyo. Pero este, sr. Cabezón, no es tiempo de rebajas, es tiempo de propuestas realizables y reales que mejoren el bienestar de todos los ciudadanos.

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