Noticias de Cantabria
21-07-2010 16:22

Un brindis al sol de Cantabria

Cómo dudar… de la necesidad, de la oportunidad de subirnos “al tren”? De ninguna manera. Incomprensibles, con todos mis respetos, algunas (pocas) voces, que se levantan en su contra.

La última noticia de ayer por la tarde, viene a despejar las nubes o mejor tal vez, la galerna que se cernía sobre el Cantábrico.

Por fin, el Presidente de la Nación, despeja las incógnitas. Primero, sobre su verdadero alcance de poder, dentro del seno de su Gobierno. Sí porque… no olvidemos, que al menos de cara al exterior, se proyecta, o al menos se intenta proyectar, una imagen de “poderío”, de “fortaleza”, de “delfinato”, sobre el actual Ministro de Fomento, Sr. Blanco. Sus propias declaraciones (no siempre afortunadas, vistas desde nuestra óptica), intentaban reflejar ese “poder”  y trasladaban indirectamente, la sensación de un “pulso” al propio Presidente del Gobierno. Incluso, si cabe, ese mismo “pulso”, elevado al cuadrado, era también, lanzado a otro Presidente… al de Cantabria.

Bien… pues, primera incógnita despejada. El pulso no era real, iba de “farol” y  los “faroles” más veces que menos, salen mal.

¿Ha prevalecido el poder del los Presidentes, sobre el Ministro?. Parece que sí, pero… tal vez no sea esa la respuesta buscada, no sea ese… el objetivo.

La respuesta y el objetivo, era y es, la prevalencia del sentido común, del equilibrio territorial, de la demanda justa y de la aplicación, por tanto, de una justicia financiera exigible aún a pesar del tiempo que vivimos, o tal vez, precisamente, por el tiempo que vivimos.

Esto además, requerido y demandado, desde una tierra, la nuestra, que no provoca tensiones, que no busca privilegios de ningún tipo, que ha sido y sigue siendo solidaria, abierta y a veces, demasiadas tal vez, conformista, comprensiva y tolerante… con los intereses, nada ocultos, de “otros miembros” de nuestra Patria, que buscan una… digamos, “independencia” económica, por dejarlo ahí.

Motivos suficientes, para que prevalezca el sentido común y la razón, sobre la cerrazón inicial y sobre el desprecio que posteriormente y de manera sutil (a veces no tanto) pudimos apreciar hacia nuestra Región.

Cómo dudar… de la necesidad, de la oportunidad de subirnos “al tren”? De ninguna manera. Incomprensibles, con todos mis respetos, algunas (pocas) voces, que se levantan en contra de él.
Incomprensibles, insisto, con todo mi respeto, los argumentos manejados en contra de la obra.

Las consecuencias de perderla, serían enormemente fatídicas, nefastas, para Cantabria, entendiendo Cantabria, como el conjunto de sus gentes, sus vidas, su futuro bienestar, su desarrollo...

Cómo no ver que… descolgarse de ésta o de cualquier otra infraestructura, te relega, te distancia, del poco o mucho avance, que se pueda producir incluso, en este momento. Cómo no predecir que, una vez superada, porque así será, la crisis, la más que posible posición de “segunda división” en la que estaríamos ubicados, lastraría el legítimo desarrollo que una inmensa mayoría de cántabros queremos.

Podríamos escribir líneas y líneas, sobre las muchas ventajas y ciertamente, no hay que ocultarlo, sobre algunos de sus inconvenientes. Pero la balanza se inclina brutalmente hacia las ventajas  y hoy o ayer, igual da al caso, despejadas las incógnitas, debemos felicitarnos e incluso extendiendo esa felicitación, hacia nuestros queridos vecinos del Sur, de los que existen evidencias claras de estar en esta empresa al lado de nosotros.

Gracias Presidentes. Al uno, por entender lo justo, por tener el valor de coger el camino más difícil, por no perder una vez más, el “Norte”, el auténtico “Norte”, por otras cocochas.
Al otro, al más cercano y sin duda querido para mí, por mantener firme la mano, el gesto, por entender claramente de esa justicia financiera, que se buscaba, se pretendía y al final se ha logrado. Por exigir únicamente lo que consideró justo, por estar dispuesto a afrontar difíciles momentos.

Gracias a ambos, por estar a la altura que presumíamos, que deseábamos…

La galerna está pasando, disolviéndose. Guarden pues, quienes la esperaban ansiosos, los paraguas.

Mejor que luzca el sol de julio.

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