Una campaña excesivamente bipolarizada

Mañana sabremos los resultados y dormiremos tranquilos. Los ciudadanos habremos depositado nuestra voluntad mediante el voto y esperaremos ingenuamente que esa voluntad sea bien leída y atendida por los interpretadores de la voluntad popular. ¿Tienen dudas? Yo también. Pero así funciona la democracia del mundo occidental y está demostrado que es el sistema menos malo por el que debemos regirnos.

Nadie cuestiona que más que una campaña municipal-autonómica se ha tratado de unas verdaderas primarias, al menos así se lo han tomado los dos principales partidos, que desean bipolarizar el espectro politico de este país haciéndonos creer que todo es blanco o negro. Desde este periódico y desde muchos foros se ha empezado a cuestionar que no es buena la bipolarización de la sociedad para que luego esté en manos de los nacionalismos periféricos mas exactamente de catalanes y vascos.

Aquí vivimos mirando siempre a Cataluña y al País Vasco y esto de alguna manera tiene que terminar. Nuestro país necesita cada vez más un partido de centro liberal, que sea tolerante y exigente, pero que al mismo tiempo temple los radicalismos verbales de la derecha y la izquierda. El momento político por el que atraviesa este País es de excesiva crispación y se precisa de una vez que salgamos de este callejón. Para salir de este atolladero en el que nos encontramos se precisa fundamentalmente lideres de talla y de estos por desgracia estamos huérfanos.

Si hacemos un repaso histórico a nuestra más tierna y reciente democracia esta se ha desarrollado con mucha comprensión por todos los actores de la política hasta las últimas elecciones que supuso un cambio radical en las posiciones de los líderes. Cada día estamos más convencidos de que lo que de verdad falla es nuestra clase política porque la sociedad civil es lo más comprensiva y tolerante que nunca haya tenido este país.

Esperemos, o demos un margen de confianza, para ver si el sentido común se adueña de nuestros lideres y aciertan a entender que el único camino que deseamos seguir es el del dialogo, respeto y que atiendan a lo que queremos que no son ni sus intereses ni sus egoísmos sino que satisfagan nuestras necesidades de todo tipo.