¿Y por qué no una Confederación Hidrográfica para Cantabria?

El vocablo está en boca de todos. En algunas zonas, ha pasado a formar parte de la jerga diaria. Tanto..., que hemos ampliado con esa palabra nuestro vocabulario. Maldita la gracia y maldita forma de aprender Lengua Española.

Un día se “presentó” en el Valle de Buelna y  afortunadamente no hubo desgracias personales. Afortunadamente, insisto, porque no debe pasar inadvertido el dato por no haberse dado el caso, máxime porque estuvo muy cerca de haberse producido. 

Por eso quiero añadir, que quienes actuaron (Bomberos del Parque de Los Corrales y P. Civil) lo hicieron bien y con oficio. Por cierto y en relación a los primeros, decir que  situaciones como la vivida, la especial dedicación y entrega que demostraron, justifica sobradamente su existencia y permanencia en el lugar, sin duda alguna.

Hubo otros lapsus muy a estudiar, hubo algunas carencias o errores muy a tener en cuenta, pero que no son mi motivo de hoy, ni tampoco responsabilidad de ellos. Los citados lo hicieron bien y tal vez ahí radique ese..., “afortunadamente” del párrafo anterior.

Pero hubo pérdidas materiales. Unas de índole particular, otras de lo público, pero muchas en ambos casos. Esperemos que en el tratamiento de este aspecto, en su buena resolución, no se produzcan lapsus, errores o carencias, porque advierto que esta parte ya no depende de los bomberos.

Pero como una cosa trae otra y aunque ya sé que aplicar “palos a la mata, una vez ida la liebre” no es una buena técnica de caza y que tampoco es correcto acordarse de Santa Bárbara, solo cuando truena y aunque uno y otro vienen al caso, no puedo evitar plantear el asunto que encabeza estas líneas.  

Hace ya bastante tiempo que la idea de trasladar o tal vez mejor expresado, de crear una Confederación Hidrográfica propia de Cantabria, ronda por muchas cabezas. Hace tiempo, pero lo cierto es que, al menos de manera oficial nada se sabe. Y si nada se sabe, es razonable entender que nada hay.

Pero previo a ese supuesto traslado o creación, tal vez quepa hacerse la pregunta de si... es necesario?. Pues yo creo que sí.

Tal convencimiento es fruto de la experiencia y me explico.

He hablado de desgracias materiales producidas, ahora añado... y las que se producirán. Y se producirán... por dejación?, por falta de recursos?, tal vez..., por lejanía?.

En un pueblo de ese mismo Valle, en Cóo, hace unos años y teniendo yo mismo responsabilidades municipales, se puso en marcha la construcción de una escollera de protección en el cauce del área urbano. La obra se inició después de muchos quehaceres (con la Confederación hemos topado), pero ellos mismos la pararon sin terminar, porque..., ¡empezaba la temporada de pesca!.

Bueno..., lo malo es que no volvieron. Lo malo es que nunca más se supo. Es más, nunca llegué a saber cómo se arreglaron con la empresa que la inició. Lo malo es que..., aún persiste el problema y hay viviendas en seria situación de derrumbe si por desgracia nos visita de nuevo una ciclo-génesis o un temporal con cierta enjundia.

Lo último que sé de este asunto, es que algunos afectados afirman que les dicen que lo hagan por su cuenta, pero eso sí, bajo el auspicio y proyecto de la Confederación Hidrográfica del Norte que aprovecho y aclaro que está en Asturias. No tengo por qué dudar de ellos cuando lo afirman, aunque me resisto a creer que se pueda dar esta solución de manera oficial.

No obstante tengo otra pregunta y es que... y si todo acaba en tragedia y si las casas se caen y si además hay víctimas..., ¿quien es el responsable?. 
Pero no es el único caso. En el mismo Valle aunque en otro Municipio, el arroyo Tejas ha dejado ya muchas veces señales de su capacidad de fastidiar. De nuevo ha vuelto a producir daños en  las industrias allí instaladas. Aún están paradas y no por la crisis, que bien pudiera haberse dado el caso, pero no, paradas por el agua y el lodo.

Y lo malo es que..., hace años que reclaman esta obra. Tantos como quince, veinte o tantos como hace que aquella zona se constituyó en Zona Industrial. Eso sí, llegaron a presentarles un proyecto. Pero fue solo eso..., un proyecto.
Quisieron acometer por su cuenta las obras, pero tampoco. Y siendo así, inundadas y paradas las producciones y la gente, de nuevo otra pregunta... ¿quien se hace cargo del coste?.

Por medio, no quiero olvidar que la falta de mantenimiento de los cauces, es siempre causa de desasosiego de los ribereños. Un buen ejemplo es el arroyo Rebujas en San Mateo, que tiene entre sus “bondades” una gran capacidad de crecer de forma rápida e inesperada.

Y por terminar con estos casos, aunque hay muchos más, citaré el caso de otro vecino a quien la riada, tras el derrumbe de parte de la escollera de protección que existía, le ha dañado  considerablemente su finca.

Dice que quiere armarla (la escollera), pero que no le dejan y al tiempo de la negativa a su iniciativa, le advierten de que..., ellos (la Confederación) de momento no lo harán.
Ya bueno y entonces?. Pues otra pregunta que se hace el vecino... ¿y si se lleva el río mi finca y mi casa..., qué hago y quien lo paga?.

Así las cosas yo mismo lanzo otra pregunta más..., ¿queda lejos Oviedo en ocasiones? Para ésta tengo respuesta..., lejísimos.

Tanto que hago una última pregunta... ¿Sería bueno constituir una Confederación Hidrográfica de Cantabria?. 


Rafael Fernando Pérez Tezanos. Diputado del PRC.