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Opinión 23-10-2025 07:56

La izquierda, reina del caos y la algarada. | Por Jesús Salamanca Alonso

«Con un partido de derecha en el poder, el país sería una algarada permanente, alentada por Lo País o la hoja parroquial conocida como "Plurilandia",....»

«Con un partido de derecha en el poder, el país sería una algarada permanente, alentada por Lo País o la hoja parroquial conocida como "Plurilandia",......»

Tiene que ser una mente calenturienta y alejada de la realidad la que afirme que la izquierda española no es la reina de la algarada, el caos, el desorden y la degeneración política. Echo la vista atrás unos años, pocos, y me planteo que si la ínclita presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fuera militante del PSOE o de Podemos y la estuvieran acosando a diario con insultos, amenazas y desprecios, como hacía la vengativa zurda madrileña, estoy convencido de que arderían las calles y plazas, no faltarían burdas batucadas, ni bulos de venganza ni acusaciones de machismo, fascismo y franquismo. Sabido es que, cuando a la izquierda y a la extrema izquierda se les acaba el poco razonamiento disponible, lo completan con «francomodines».

Con un partido de derecha en el poder, el país sería una algarada permanente, alentada por Lo País o la hoja parroquial conocida como ?Plurilandia?», sin que faltara gente como «el lechero» de antaño, los parturientos, Chuchi Cintora, y el abuelo pecas, barragán reconocido de la reina de la mofa y el escarnio español; me refiero a la charra Santaolalla. Sí, esa muchacha charra con menos capacidad de análisis que el grillo del lazo amarillo o la portavoz de la «timoflotilla» juerguista, pendenciera, traficante y estalinista.

Los ataques a Díaz Ayuso son, sin más, el resultado de la envidia, la gestión bien hecha frente al despilfarrador y corrompido Gobierno de la nación o la impotencia de comprobar cómo una mujer alecciona a un chulo barato que inició su andadura en los prostíbulos «suegriles» donde su mujer actuaba como «madame» recaudadora y pagadora. A la citada envidia cabe añadir que Europa reconoció como una vergüenza lo que se estaba haciendo con la presidenta madrileña, «precisamente la dirigente política a quien la Unión Europea ha reconocido como ?excelente gestora? de la crisis sanitaria en España». Eso, para la hoy cutre ministra de Sanidad, fue como plantarle banderillas negras en todo lo alto del lomillo.

Doy fe de que la siniestra española es protestona y vengativa por naturaleza, incluso no faltaron momentos en que se la denominó «criminal». Un solo ejemplo: ¿se acuerdan de Luis Cuenca? Fue quien asesinó a Calvo Sotelo y su afiliación era socialista. Reconozco que la izquierda gubernamental deja mucho que desear desde que se «apalancó» en el Gobierno; avanza de negligencia en negligencia, destrozo del mal llamado ?escudo social?, desamparo de las familias más necesitadas, aumento de las colas de hambre, desprecio de los bancos de alimentos, aumento de las colas del paro, descontrol de los ERTE, asfixia de las empresas fa miliares,?Vamos, nada de provecho social, ni político, ni económico, salvo que llamen provecho económico a aumentar el paro en más de un millón de personas o al provecho propio con mordidas, comisiones, chantajes económicos, etc.

Ante la prestigiosa y reconocida gestión de Díaz Ayuso, no deja de «ladra» el corrompido y despreciado presidente español: no ha necesitado 1.200 asesores ?como el represor Sánchez -- para gobernar con responsabilidad. Se trata de elegir bien los equipos y a cada miembro destinarlo en lo que es especialista. Comparen con el Gobierno central que ni siquiera encontró un equipo de expertos capaz de gestionar adecuadamente la crisis sanitaria: prueba de ello es que --cuando el Alto Tribunal reclamó los nombres de quienes lo formaban?tuvieron que admitir que mentían y ese no existía.

La oposición no soporta que Díaz Ayuso lidere la preocupación por la salud de los madrileños. La siniestra no mira por la ciudadanía, pero sí es experta como «mosca cojonera», algo así como el perro del hortelano en versión hoz y martillo. Esa siniestra malversadora llegó a criticar la construcción del nuevo hospital público. Era criticable porque lo había hecho el sector conservador. Por cierto, ¿cuántos hospitales ha construido la izquierda corrompida y comisionista? ¿Cuántas viviendas ha entregado? ¿Cuántas centrales nucleares ha potenciado? ¿Cuántas, cuántas??

La miseria moral de la siniestra es infinita. Visto lo sucedido en Andalucía, después con Tito Berni y hace poco con Ábalos y Koldo, vamos a tener que pensar que la izquierda vetusta, revenida y avinagrada prefiere inaugurar prostíbulos, disfrutar de buenas mariscadas como los, llevarse la pasta del erario público (robar) y otros menesteres antes que mirar por la ciudadanía, la prosperidad y el bienestar.

Esa siniestra que dice sentirse «demócrata» ni siquiera aparece cuando la demanda social es acuciante. Pregunten en Paiporta y otras localidades afectadas o en La Palma o lo sucedido con el apagón. No hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Cuánta envidia y endiosamiento hay en este Gobierno, por eso no pueden ver a Ayuso. Hasta Bruselas ha ridiculizado a Sánchez por su mala gestión y su corrupción familiar.

Protestar por la construcción de un hospital público solo es propio de una mente enferma o de un profesional acomplejado como Mónica García, hoy ministra de la nada o, como mucho, del abandono sanitario y del perreo. A la vista de las imágenes que ofrecieron los medios «mercenarios», hubieran preferido las huestes de Más Madrid de Mónica García que el hospital fuera de tipo privado; de esa forma hubieran justificado y acentuado el ruido antes de recoger las nueces podridas que les pertenecen en las urnas. Por cierto, ¿qué esconde Mónica con su chalet ilegal de Cercedilla? ¿Se ha quedado dormida la juez?

A esa izquierda «gatita», retorcida y callejera, es mejor botarla que votarla. Y cuanto antes, mejor.

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